La discusión por la autorización para que Axel Kicillof tome deuda por un equivalente superior a US$ 3.035 millones volverá esta semana al centro de la escena legislativa. El viernes, la sesión en Diputados volvió a caerse por falta de quórum, dejando expuestas tensiones internas en Unión por la Patria y nuevas fricciones con la oposición.
Axel Kicillof inicia una semana clave: buscará aprobar el endeudamiento en la Legislatura bonaerense
Tras la caída de la sesión por falta de quórum y disputas en el peronismo y con la oposición, el Gobierno provincial intentará este miércoles aprobar la autorización para tomar deuda por más de US$ 3035 millones. Días decisivos en medio de reclamos por fondos para los municipios, negociaciones por cargos y advertencias sobre el impacto fiscal si la ley vuelve a trabarse.
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Con el llamado a sesiones extraordinarias, el oficialismo buscará el miércoles llevar nuevamente el proyecto al recinto. Lo hará en medio de un clima enrarecido por reproches cruzados, desconfianza política y negociaciones trabadas por fondos para los municipios y el reparto de cargos.
El traspié dejó a Kicillof sin la autorización que esperaba conseguir antes del recambio legislativo del 10 de diciembre. En la Gobernación recalcan que, sin ese financiamiento, los próximos meses podrían ser especialmente complejos: presión sobre las cuentas públicas, dificultades para afrontar salarios y aguinaldos, y un margen mínimo para asistir a municipios con problemas de liquidez.
Cruces por el Fondo Municipal
La sesión del viernes pasado duró apenas minutos. Solo bajaron 36 de los 37 legisladores de Unión por la Patria, tres de Nuevos Aires y el diputado de Derecha Popular, muy lejos de los 47 necesarios para abrir el debate.
El punto que volvió a bloquear cualquier entendimiento fue el Fondo de Fortalecimiento para la Inversión Municipal. El Ejecutivo planteó destinar el 8% del total de la deuda que se tome -más de $340.000 millones- a las comunas, distribuido por el Coeficiente Único de Distribución (CUD) y una suma fija en cuotas.
De la vereda de enfrente, un sector de la oposición, legisladores de La Cámpora y del Frente Renovador propusieron conformar una comisión bicameral que apruebe cada proyecto presentado por los municipios y autorice los pagos. Ese esquema implicaría que la Legislatura evalúe y apruebe cada desembolso.
Esa idea fue descartada por el gobierno de Kicillof por entender que es una facultad propia del Ejecutivo y, además, para evitar lo que, entienden, serían repartos discrecionales.
A ese desacuerdo se superpusieron otras en torno a cargos: la ampliación del directorio del Banco Provincia -de 8 a 12 miembros-, las vacantes en el Tribunal Fiscal, las sillas en el Consejo de Educación, y la conformación final de las autoridades de la Cámara baja, donde chocan las aspiraciones de Máximo Kirchner, Sergio Massa y el propio Kicillof.
Un telefonazo y más ruido interno-
Un gesto que alimentó las versiones de tensión interna fue la foto que se viralizó del presidente de la Cámara, Alexis Guerrera, y del jefe de bloque oficialista, Facundo Tignanelli, hablando por altavoz con Sergio Massa.
Según reconstruyó en un tuit, Guerrera, el líder del Frente Renovador pidió “hacer el esfuerzo” de convocar a una nueva sesión y forzar a la oposición a fijar postura.
Antes, el propio Tignanelli y el titular de la Comisión de Presupuestos e Impuestos, Juan De Jesús, habían responsabilizado directamente al PRO, la UCR y LLA por frustrar el tratamiento: “Hay una voluntad de que esta ley fundamental para la provincia no avance. Hicimos todos los intentos y ofrecimos diálogo. La oposición tiene que asumir su responsabilidad”, sostuvo el camporista.
“Del lado del oficialismo hay acuerdo y responsabilidad. Esto no es para un gobierno, es una necesidad para las y los bonaerenses”, dijo el dirigente del Partido de la Costa.
Pese a ese gesto, en sectores del Ejecutivo persiste la sospecha de que ni el massismo ni La Cámpora lograron -o quisieron- destrabar las diferencias con parte de la oposición dialoguista. Esa lectura se alimenta de los vínculos cruzados entre legisladores peronistas y dirigentes de la UCR y el PRO, y de los antecedentes del año pasado, cuando también naufragaron el endeudamiento, el presupuesto y la Ley Impositiva.
Oposición dividida y cuentas en rojo
La oposición llega a esta semana con posturas heterogéneas. La Libertad Avanza mantiene su rechazo total a cualquier endeudamiento; en el PRO predominan las objeciones, aunque con internas visibles; y en los espacios vecinalistas y radicales conviven sectores reticentes con otros más proclives a negociar.
Mientras tanto, los números de la Provincia presionan. El Presupuesto 2026 ya fue aprobado con gastos por $43 billones y una necesidad mínima de financiamiento de $1,5 billones, pero sin la ley que habilite la emisión de nueva deuda. En marzo y septiembre, Buenos Aires debe afrontar pagos por US$ 830 millones a acreedores. Y en el Ejecutivo admiten que, sin financiamiento, habrá recortes en áreas sensibles. “Si no hay endeudamiento, no se paga el aguinaldo”, alertó una fuente oficial.
Lo que se juega esta semana
Con el reloj legislativo corriendo, Diputados y Senado realizarán la sesión preparatoria en la que se definirán las nuevas autoridades. Recién después de ese ordenamiento institucional el oficialismo podrá insistir el miércoles con el tratamiento del endeudamiento, en una sesión espejo entre ambas cámaras.
Si el proyecto vuelve a fracasar, el gobierno deberá intentarlo con la nueva conformación legislativa: tendrá un escenario más favorable en el Senado, pero seguirá enfrentando una paridad ajustada -e incluso adversa- en Diputados.
Mientras tanto, desde el oficialismo surgen advertencias y reproches. El diputado kicillofista Gustavo Pulti calificó la demora como una “novela rara” y recordó que desde la gestión de Alejandro Armendáriz, hace cuatro décadas, todos los gobiernos bonaerenses obtuvieron aval legislativo para financiarse. “Sería muy bueno dejar de dar vueltas”, expresó.
Con municipios pendientes de fondos, la Legislatura paralizada por disputas internas y un Gobierno provincial que advierte sobre un ajuste inevitable si no se aprueba la deuda, Kicillof enfrenta desde este lunes una semana determinante.
El miércoles, con todas las partes bajo presión, la Legislatura deberá resolver si habilita la principal herramienta financiera del gobierno en un cierre de año marcado por disputas políticas y un marco económico cada vez más exigente.




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