26 de junio 2007 - 00:00

Con la lupa sobre la corrupción

La embestida incluye reformas en el Tribunal de Cuentas, la Fiscalía de Estado y el Consejo de la Magistratura, sobre la base -en parte- de la primera minoría que ostentará en la Legislatura.
No es todo: según Ríos, «la primera dificultad» que tendrá que enfrentar como gobernadora es que «a través de los años se ha creado una estructura política que es casi una administración paralela a la central». Declaración que parece augurar profundas remezones en la administración local.
En este sentido, ayer aseguró que la idea es «lograr un Tribunal de Cuentas, que se comprometa con un proceso de transición ordenado para dar previsibilidad».
En sintonía, agregó respecto de la Fiscalía de Estado que el funcionario Virgilio Martínez de Sucre «representa a la provincia en las causas judiciales, lo que le quita mucho tiempo en la cuestión prioritaria, que es el control de legalidad de los actos de gobierno».
«Dentro de las reformas legislativas, la del Consejo de la Magistratura está dentro de las establecidas: si el cambio en la conducción política se da de la manera en que nosotros lo pensamos, el Poder Judicial se amoldará a estos cambios, en cuanto a la investigación de los hechos de corrupción en la administración como cuestión prioritaria», disparó además, aunque aclaró que las reformas serán «consensuadas», según declaraciones difundidas por sur54.com.
Por lo pronto, Ríos ya pidió personalmente a Cóccaro «el corte de cuentas y el estado de deuda de la provincia» (el gobernador ya oficializó que toda la información requerida le será cedida sin trabas), mientras que adelantó además que investigará los presuntos hechos de corrupción mediante la creación de una «secretaría de control selectivo para la observación de casos puntuales» (ver aparte).
La legisladora nacional remarcó además que Tierra del Fuego tiene una de las constituciones más modernas del país, pero que de todos modos «hay un problema institucional profundísimo», porque su contenido «por falta de reglamentación, se malversó o se negó».
Este escenario se da en el marco de una transición de gobierno hasta el próximo 10 de enero que amenaza con desatar fuerte polémica. Sin embargo, en las últimas horas la arista consideró que el paréntesis «será bueno, pese a que se esgrimen algunos fantasmas», e insistió en que no habrá una entrega anticipada del poder, como se especuló inicialmente.
Cóccaro, que encabezó la dupla del Frente para la Victoria derrotada por el ARI en el ballottage del pasado domingo, fue una de las figuras denunciadas judicialmente por supuestas irregularidades en el manejo de fondos públicos, en el marco de una escandalosa campaña electoral que también ensució al postulante del entendimiento Movimiento Popular Fueguino-UCR, Jorge Garramuño.
La búsqueda de la transparencia en los actos de gobierno fue uno de los leitmotiv de la campaña provincial del ARI, e incluso de la gestión de Ríos en la Cámara de Diputados nacional, que concluirá en diciembre.
En el recinto, la fueguina «por opción» se caracterizó por ser una prolija investigadora -bajo el influjo de Elisa Carrió- de las compañías y empresarios vinculados a las obras públicas que crecieron cerca de Kirchner, tanto en sus épocas de gobernador como en su gestión presidencial.
El dato no es menor, ya que es la primera vez que una dirigente del ARI, partido especializado en investigaciones de este estilo, tendrá que vérselas con los mismos grupos que critica abiertamente, muchos de los cuales tienen obras en su provincia.
Sin embargo, el paso por las urnas parece haber generado un reposicionamiento de Ríos. La fuerte revisión que amenaza con desatar puertas adentro de la isla contrastó, al menos ayer, con un discurso más moderado a nivel nacional, lejos de la virulencia verbal que acostumbra exudar Carrió, la líder espiritual del ARI, quien advirtió en las últimas horas que el triunfo de Ríos marca el fin «de la hegemonía kirchnerista».
«Esta provincia quiere mucho al presidente Kirchner y también quiere mucho a esta fuerza que ganó las elecciones, y eso es lo que tiene que valer», afirmó, en cambio, Ríos.
Esta farmacéutica de 43 años desembarcará hoy en Buenos Aires para pedir una audiencia con Kirchner, con la intención de analizar la relación institucional que mantendrán ambos Estados de ahora en más. También tendría un encuentro con Carrió, luego de su histórico triunfo en Tierra del Fuego.

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