Córdoba denuncia discriminación por demora en habilitar aeropuerto

Con foco en el Ambrosio Taravella, el más importante del interior, la fuerza de Juan Schiaretti profundizó el perfil confrontativo con la Rosada, en un inicio de campaña donde el round es con JxC.

Martín Llaryora y Alexis Guerrera.

En un reinicio de campaña electoral con decibeles de alto vuelo, la demora del Gobierno nacional en habilitar la reapertura plena del aeropuerto internacional Ambrosio Taravella de Córdoba-el más importante del interior- disparó duros cuestionamientos del oficialismo liderado por Juan Schiaretti y de Juntos por Córdoba, que coincidieron en denunciar una supuesta “discriminación” contra la provincia por parte de la administración de Alberto Fernández.

“Es una locura total y es increíble ya la discriminación que estamos teniendo con el tema transporte; esto debilita la enorme potencialidad que tiene Córdoba en turismo de convenciones, comercio, industria y otros sectores”, bramó el intendente Martín Llaryora, además de recordar que habían “logrado que el hub de Córdoba sea uno de los más importantes, con conexión a muchísimas capitales del mundo”.

Las quejas brotaron también desde JxC, con foco en La Cámpora. “Abrieron Mendoza, después Tierra del Fuego… ¿Y nosotros?; la única razón para que no se restablezcan los vuelos internacionales es la discriminación política. ¿Hasta cuándo La Cámpora va a seguir agraviando a los cordobeses?”, reaccionó el exministro de Turismo de Mauricio Macri y candidato diputado nacional Gustavo Santos (PRO).

Desde la vereda nacional, sin embargo, el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, recalcó que “el tema aéreo no es un tema político”. “Para nosotros Córdoba es un punto estratégico y neurálgico, y vamos a intentar que en el menor tiempo posible reflote; lo necesita Argentina, no sólo Córdoba”, argumentó, ante Cadena 3.

La reacción cordobesa se disparó tras la flamante decisión del Poder Ejecutivo nacional -publicada ayer en el Boletín Oficial- de autorizar a partir del 20 de octubre la apertura del Aeropuerto Internacional de Ushuaia “Malvinas Argentinas” y del puerto local como “corredores seguros” para el ingreso de viajeros al país. Ello, en el marco de la senda de reapertura de fronteras, que desde hoy anotará un nuevo capítulo con la autorización para el ingreso de extranjeros de países limítrofes o residentes en países limítrofes por los corredores ya aprobados.

Ushuaia se sumó así al lote de aeropuertos habilitados, integrado por Aeroparque, Ezeiza, San Fernando, el mendocino Gobernador Francisco Gabrielli y, desde hoy, el de Iguazú. Pero al menos hasta ayer no había precisiones aún por parte de Nación respecto de cuándo será la reapertura del de Córdoba -hoy sólo tiene unos pocos vuelos de cabotaje-, tras el protocolo sanitario de “corredor seguro” presentado por Schiaretti.

“Mendoza es un gobierno opositor, y sin embargo el haber presentado todo en tiempo y forma hizo que ya esté en funcionamiento”, dijeron ayer desde despachos nacionales a este diario, en referencia al radical Rodolfo Suarez y frente a las críticas brotadas desde Córdoba.

En rigor, los cuestionamientos contra la Casa Rosada se engrosaron ayer con otro enérgico planteo: el del propio Schiaretti, quien desde Arroyito -y más allá de los anuncios nacionales de esta semana de flexibilización de las restricciones- volvió a reclamar “la eliminación total e inmediata del cepo a la carne”. “La inflación tiene muchas causas, pero es seguro que una de ellas es darle a la maquinita para imprimir billetes permanentemente”, remarcó.

Y Llaryora sumó un tercer punto: se quejó por el nivel de subsidios al transporte para el interior del país contemplado en el proyecto de presupuesto nacional 2022 elaborado por Martín Guzmán.

“Con asombro vemos que no prevé más fondos para el interior, situación que ensancha la brecha con lo que recibe el AMBA; necesitamos que Nación nos escuche y que distribuya de manera más equitativa los recursos del transporte”, recalcó.

En los últimos días Hacemos por Córdoba profundizó el perfil confrontativo con Balcarce 50, a tono con el mapa delineado en las PASO del 12-S: un Juntos por el Cambio ganador, y un oficialismo provincial que, tras vencer en su propia pulseada por el voto peronista al Frente de Todos (que quedó tercero), enfrenta el desafío de incrementar la cosecha de sufragios en una provincia claramente adversa al kirchnerismo.