10 de mayo 2019 - 00:01

Schiaretti ya paladea su reelección, en votación clave que moldea al 27-O

El resultado es gravitante para el armado del peronismo de cara a la elección presidencial. Atractivo duelo entre radicales Mestre y Negri tras implosión de Cambiemos. La Capital, bastión codiciado.

toque. Schiaretti apeló a un cierre colorido: llegó en sulky, junto a Manuel Calvo, a Rayo Cortado.
toque. Schiaretti apeló a un cierre colorido: llegó en sulky, junto a Manuel Calvo, a Rayo Cortado.

En una votación de alta nacionalización que moldeará los armados del oficialismo y la oposición para la contienda del 27-O y dibujará un nuevo revés 2019 para Mauricio Macri en un distrito emblemático (que espera matizar con el duelo interno de la implosionada Cambiemos), Juan Schiaretti apuesta a cerrar un domingo contundente en las urnas en Córdoba, con doble cosecha: una reelección que hoy aparece asfaltada y cuya magnitud es a priori la única incógnita, y el potencial plus brillante de la conquista de la capital, la segunda ciudad del país, para tener un intendente peronista y con frente peronista por primera vez desde el retorno de la democracia.

El cacique justicialista estrena Hacemos por Córdoba con una ingeniería anticipatoria que suma al socialismo y al GEN, y se enfila a ser catapultado –como hipótesis de mínima- como el gran elector del PJ no kirchnerista y potenciales socios, para consolidar un rol de ordenador y árbitro en el armado de Alternativa Federal, en medio de la sequía de consensos y la incomodidad que genera Cristina de Kirchner. Como hipótesis de máxima, el final está aún abierto.

Negri
final. Mario Negri y Ramón Mestre encabezaron ayer los cierres de sus respectivas campañas de cara a la elección del domingo.
final. Mario Negri y Ramón Mestre encabezaron ayer los cierres de sus respectivas campañas de cara a la elección del domingo.

Roberto Lavagna, Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto seguirán con atención el domingo el nocturno discurso celebratorio del Gringo en el hotel Quorum. Alguno de ellos, quizás a pocos metros.

Schiaretti -en camino a su primera reelección a gobernador, y a su tercer mandato- enfrentará a una oposición partida al medio entre los radicales Mario Negri (respaldado por la Casa Rosada aunque con un Macri prescindente en lo discursivo, y quien marcha asociado con el PRO, el Frente Cívico y la Coalición Cívica) y Ramón Mestre (por la histórica Lista 3 ucerreísta).

La fragmentación se consumó luego de que la falta de acuerdo hiciera volar por los aires a Cambiemos en marzo, y tiene correlato en las duplicación de candidaturas a intendente de la plaza capitalina, con incómoda compulsa en simultáneo con la provincial y cuyo mando entregará en diciembre Mestre.

A diferencia de 2015, la expresidenta ordenó sobre el filo bajar al candidato a gobernador K, Pablo Carro. En una provincia con un electorado -hasta el momento- de fuerte sesgo antikirchnerista (condición que alimenta los armados de Schiaretti y Macri, y que los asocia en los hechos, en medio además de una cordial relación institucional), el riesgo para la fuerza K era quedar cuarta.

Fue un gesto que no pidió ni necesitaba el gobernador, pero que abona a los esfuerzos de unidad en las provincias impulsado por Cristina de Kirchner. Hace 4 años, Schiaretti fue electo con 39,9% de los votos, a sólo 6 puntos del cambiemista Oscar Aguad (33,74%) y con el kirchnerista Eduardo Acastello fagocitándose 17,1% de los sufragios.

De los tildes para respaldar candidatos que coloquen los más de 2,8 millones de electores en la Boleta Única cordobesa brotarán lecturas, lecciones y moralejas, de las que tomarán nota propios y ajenos en el plano nacional. Máxime, si el gobernador (quien pasó por el quirófano en febrero para colocarse 4 stents) termina empatando o superando el score de José Manuel de la Sota de 2003, cuando se impuso a Aguad por el 51,8% (el radical Eduardo Angeloz lo hizo en 1983 por 55,8%). En 2011 Schiaretti ganó por casi 40% y, en 2007, por 37,2% (con Luis Juez segundo y Negri tercero).

Córdoba

Será la primera votación sin el otro socio fundador de la ex Unión por Córdoba (UpC) y protagonista de una sociedad con Schiaretti de veinte años en el poder. De la Sota falleció en un accidente en una ruta cordobesa en septiembre, cuando estaba enfrascado en tender puentes hacia un armado presidencial de consensos. No estará esta vez en el estrado triunfalista del domingo (como en 2015, por entonces como precandidato presidencial de UNA, junto a su contendiente Massa y a Lavagna), pero su nombre pesará fuerte.

La mirada nacionalizante no es antojadiza: Schiaretti (junto al joven secretario de Comunicación y Conectividad, Manuel Calvo), Negri y Mestre animarán la compulsa general más importante en lo que va del año (tras Neuquén y Río Negro), en el segundo distrito electoral del país y enclave central donde Macri logró su mayor victoria en el balotaje de 2015 ante Daniel Scioli (71,51% vs. 28,4%). Y donde Cambiemos se impuso por 18 puntos a UpC en la parlamentaria nacional de 2017.

En medio de la crisis financiera y económica y de un calenda rio desdoblado que dibujó ya 7 derrotas al hilo para el Presidente (incluidas cinco primarias), la Rosada enfrenta otra dura parada en las urnas. Pero esperan lograr al menos una cuota de alivio en el duelo entre Negri –el elegido por la Mesa Nacional de Cambiemos, y quien recibió el respaldo in situ de los macristas María EugeniaVidal y Horacio Rodríguez Larreta, de Elisa Carrió (CC) y del radical jujeño Gerardo Morales - y Mestre, que resistió el “dedo” nacional y marcha con la histórica Lista 3 radical.

En el marco de la discusión sobre la real fortaleza y conveniencia de la candidatura de Macri y los vientos de un potencial Plan V que no amainan y no dejan de exponer la figura de Vidal, para el Presidente un potencial triunfo de Negri (en dupla con el macrista Héctor Baldassi) ante Mestre representaría una oxigenación antes de la Convención Nacional del radicalismo de fin de mes.

El diputado nacional encarna el modelo de sociedad y cohabitación UCR-PRO, sin desconocer los planteos –más moderados- que emanan desde el centenario partido. El intendente y presidente de la UCR cordobesa, en cambio, en los hechos termina representando al sector de los reclamos más exacerbados de radicales disconformes, en un arco que va desde la exigencia de un mayor rol en el armado presidencial, hasta el ingreso de socios foráneos a Cambiemos -primarias mediante- o hasta la escisión directa de la coalición.

A la sombra de la pelea por la gobernación hay otra compulsa clave y se librará en la capital, con casi 40% del padrón. Allí el PJ apuesta a una histórica victoria –necesaria además para un potencial triunfo provincial aplastante- que le arrebate el comando a la UCR en la segunda ciudad del país.

Ese optimismo se da de la mano de la implosión de Cambiemos -que derivó en la fragmentación de la paleta opositora- y de la novedad de la votación en simultáneo provincia/ciudad, que fogonearía un fuerte efecto arrastre desde arriba de Schiaretti, bajo la opción de tildar lista completa y en tracción para su candidato, el diputado nacional y vicegobernador (de licencia) Martín Llaryora (en dupla con el delasotista Daniel Passerini).

Con el viento a favor que –dicen- les generó los últimos desembarcos nacionales, Negri lleva como candidato al líder del Frente Cívico, Luis Juez, quien ya la gobernó entre 2003 y 2007 tras ganar con el 56,3%. Mestre, por su parte, marcha con el extitular de Arsat, el radical Rodrigo de Loredo, yerno del ministro de Defensa Aguad.

Con Schiaretti encaminado a reelegir, buena parte de los esfuerzos de Negri y Mestre apuntaron a seducir a los últimos indecisos capitalinos. Si ganara Llaryora (en 2015 la fuerza quedó tercera) volverán a alinearse las administraciones provincial y capitalina, lo que no ocurre desde 2003. Ayer el Tribunal Superior de Justicia, por de pronto, confirmó la candidatura del peronista exintendente de San Francisco, cuestionada por la oposición en torno a los años de residencia.

Cambiemos viene de sufrir en las PASO capitalinas de Santa Fe, que gobierna la coalición pero donde el precandidato más votado fue Emilio Jatón (Frente Progresista Cívico y Social). Y en las de Paraná, tierra del radical Sergio Varisco, donde quien más sufragios cosechó fue el peronista Adán Bahl.

En los comicios de Córdoba también se renovarán los 70 diputados de la Legislatura, con dos ofertas oficialistas de peso: la esposa de Schiaretti, la diputada nacional y jefa del PJ capitalino Alejandra Vigo (a legisladora departamental), y una de las hijas de De la Sota, la concejal Natalia De la Sota (a legisladora por distrito único). También se pondrán en juego 243 intendentes.

En la noche del domingo, el nuevo mapa político cordobés para los próximos cuatro años quedará sentenciado. También el listado de ganadores y, lo más incómodo, de perdedores en materia de estrategias electorales.

*Enviada especial a Córdoba.

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