3 de diciembre 2003 - 00:00

Muerte de concejal fue por golpes

Sin embargo, esa teoría caía anoche en saco roto con el resultado de la autopsia, que reveló que el cuerpo del concejal no registraba impacto de bala y que la muerte se produjo como consecuencia de los golpes en las costillas, pecho y rostro que recibió al volcar la camioneta en la que viajaba acompañado por su secretaria.Ochoa, un gremialista telefónico de 43 años y de extracción justicialista, había tomado posición en el conflicto institucional de la capital provincial que por estos días tiene dos intendentes, encolumnándose detrás del jefe comunal Daniel Pérsico, también opositor a Alberto Rodríguez Saá. Justamente ese sector fue el que dio cuenta de que Ochoa tenía un balazo en la cabeza, aunque las pericias preliminares arrojaban que el dirigente gremial habría muerto a raíz de las heridas que recibió al ser despedido de su camioneta 4x4, cuando regresaba de la ciudad de Villa Dolores (Córdoba) por la Ruta Nacional Nº 20 a aproximadamente 190 kilómetros de la capital sanluiseña. Andrea Cardiagone -que acompañaba a Ochoa en el vehículo- se desempeñaba como secretaria privada del edil, e inicialmente fue atendida en Quines, la localidad más cercana al lugar del accidente. La mujer habría comentado al personal médico de esa localidad que el vuelco se produjo cuando Ochoa intentó esquivar una burro que se cruzó en la ruta. Tras ser asistida, Cardiagone se retiró sin autorización de los médicos y un vehículo la trasladó hasta la capital provincial en cuyo ingreso fue localizada por la Policía y puesta a disposición de la Justicia. Se encuentra demorada en una comisaría hasta que el juez Guillermo Gatica la convoque a declarar para conocer su testimonio, que se considera clave.
«Es difícil sostener si fue un accidente o un homicidio», dijo
Pérsico en declaraciones radiales, mientras su secretaria de Gobierno, Miryam Agúndez, directamente le dio otra connotación para definirlo como un crimen político.
«Posee las características de una herida de bala con orificio de salida», diagnosticó
Agúndez, quien lleva adelante la estrategia política de la oposición al gobierno provincial.
El ministro de Relaciones Institucionales,
Miguel Angel Martínez Petricca, lamentó la muerte del dirigente y señaló que «se trata de un hecho trágico que no deja de ser parecido a otros que se viven en las rutas, y que retumba en la sociedad por tratarse de un hombre público». El funcionario instó, además, a la oposición a actuar con responsabilidad porque «a otros casos se les dio una connotación política y la realidad después demostró que no tenían ninguna vinculación política».
Lo cierto es que la muerte del dirigente quedó ayer en el centro de la escena, mientras la disputa entre el gobierno de
Rodríguez Saá y la oposición por el control de la capital provincial se recalentaba por las dudas que, pese al resultado de la autopsia, sostenían los seguidores de Ochoa.

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