18 de febrero 2021 - 00:00

Roberto Sukerman: "Propondremos leyes para compensar la falta de consenso para reformar la Constitución"

Exconcejal y excandidato a intendente de Rosario se sumó a la gestión de Omar Perotti como ministro de Trabajo y ahora, tras la salida de Esteban Borgonovo, pasó a ocupar un área clave con fuerte rol político.

Impulso. Roberto Sukerman llegó desde la cartera de Trabajo al Ministerio de Gobierno para aceitar la relación política entre las distintas áreas de gestión. 

Impulso. Roberto Sukerman llegó desde la cartera de Trabajo al Ministerio de Gobierno para aceitar la relación política entre las distintas áreas de gestión. 

Periodista: ¿Su llegada al Ministerio de Gobierno busca darle un perfil más político a la gestión?

Roberto Sukerman: El objetivo es darle volumen político a partir de la coordinación con otros ministerios. Más allá de lo temático, lo cierto es que el Ministerio de Gobierno tiene una vinculación directa con Legislatura, el Poder Judicial y al so y sociedad en general.

P.: A partir de esta idea, entonces ¿habrá un cambio en la relación con la Legislatura?

R.S.: Sí, hay que avanzar en consensos porque el vínculo con la Legislatura está estancado. Al no tener mayoría en ninguna de las dos cámaras significa que tenemos que generar los canales de diálogo para poder traccionar las leyes que necesitamos para la gestión, leyes que en definitiva necesitan los santafesinos.

P.: ¿Cuáles son los proyectos a los que buscan darle prioridad?

R.S.: La ley de Conectividad, que busca generar una infraestructura de conectividad para toda la provincia, pensado como un derecho humano. Lo vimos el año pasado con la falta de conectividad en las escuelas. No es un problema de localidades perdidas, es un problema también de las ciudades más grandes como Rosario y Santa Fe. La otra es un paquete de leyes en materia de seguridad. Tenemos distintos proyectos que presentamos en Diputados y ni siquiera fueron tratados. Por un lado, en 20 minutos aprobaron dos leyes que estaban direccionadas contra el ministro de Seguridad, pero las leyes que enviamos no fueron tratadas.

P.: ¿La gestión de Omar Perotti propiciará una reforma de la Constitución como lo están haciendo otras provincias?

R.S.: Nosotros estamos planteando un proceso inverso al que se planteó siempre: reforma constitucional como un todo o nada. Y en ese sentido todos, desde Carlos Reutemann hasta Miguel Lifschitz, fracasaron en el intento. Si no podemos avanzar con una reforma, avancemos con leyes, como por ejemplo de autonomía municipal.

P.: Modernizar la gestión sin reformar.

R.S.: Exacto. No puede ser que todas las reformas dependan de si se da o no una reforma constitucional. Se puede llevar adelante un proceso de leyes que mejoren la calidad institucional, la autonomía, que cambien la inmunidad de legisladores, que propicien las declaraciones juradas, la publicidad de funcionarios, etcétera. Es decir, impulsar una serie de reformas y después, si se da el consenso para reforma, bienvenido sea. Hoy ese consenso lo vemos lejano. La reforma se tiene que hacer porque hoy con Mendoza son las constituciones más antiguas del país. Pero lo ideal es enemigo de lo posible.

Es grave problema que tenemos es también la falta de correspondencia con declaraciones públicas de figuras como el exgobernador Miguel Lifschitz, hoy presidente de Diputados con mayoría automática, que no es un adjetivo sino que lo establece la Constitución, que genera una oposición automática porque lo que quería la constitución era que el gobernador tuviera los 28 diputados. Pero con la instauración de la boleta única esto quedó desanclado.

P.: ¿Cuán lejos se está de recuperar los valores económicos previos a pandemia?.

R.S.: El país entró a la pandemia siendo un paciente de riesgo, con deuda externa, inflación, recesión y tasas imparables. Veníamos bajando por un tobogán y con la pandemia nos caímos. Después hubo un Estado que asistió, puso un colchón, puso paliativos con ATP, IFE, créditos a tasa subsidiada, planes sociales, y esa caída se pudo amortiguar y aunque empiezan a mejorar los índices, nos encuentra en un mundo del trabajo que aceleró los tiempos de cambio, que en lugar de darse en cinco años se dieron en cinco meses, y eso es preocupante porque tiende al trabajo precarizado, dificulta la fiscalización del trabajo, el trabajo sindicalizado, etc. Lo que se viene es mucho más complejo.

P.: ¿Y cuál sería el rol del Estado en ese proceso?

R.S.: Regular y controlar.

P.: ¿Cómo viene el operativo de vacunación?

R.S.: Bien, tenemos más capacidad de vacunar que vacunas. Y no es una crítica al Gobierno, porque es lo que pudo hacer. Felicitamos al Gobierno por acordar con Rusia, porque sino no hubiéramos tenido nada. Cuando lleguen más vacunas necesitaremos más vacunadores y vacunatorios para aprovechar la vacuna.

P.: ¿Qué le diría a los rosarinos que hoy siguen padeciendo graves problemas de inseguridad?

R.S.: Que tienen razón en quejarse de las condiciones de seguridad en las que viven. Nosotros planteamos que se tenga en cuenta que venimos denunciando y proponiendo cambios desde hace doce años. Acercamos propuestas desde el primer momento y nunca nos escucharon. El socialismo perdió doce años con políticas erradas y con funcionarios que no estaban a la altura de las circunstancias. No se vio nunca una sola mejora. Es imposible pensar que esto se resuelva de la noche a la mañana

Tenemos que sanear la Policía, invertir en tecnología, etc. Además, este Gobierno tomó la decisión de cortar el vínculo del delito con la política. Hay una decisión política de ir a fondo con las investigaciones.

P.: ¿Podría llegar a integrar una lista de diputados?

R.S.: Hay cosas que no dependen de uno. En política lo que más importa no es lo que uno quiere sino lo que quieren los demás. Siempre voy a estar donde entienda que hay un proyecto político en el que me sienta parte.

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