Las negociaciones con el ministro de Gobierno local, Eduardo Cabadini, arrancaron en la tarde del lunes y se prolongaron durante toda la noche de ayer. En ese marco, los activistas se instalaron en el despacho, con un acampe en la plaza central de la capital provincial como telón de fondo.
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En una última negociación, que se extendió ayer entre las 14 y las 19, los manifestantes -liderados por el secretario general de ATE, Nando Acosta- aceptaron levantar la extorsiva medida de fuerza para continuar las conversaciones hoy a las 7.30 en el Ministerio de Economía. En paralelo, en las afueras de la Casa de Gobierno arrojaban bombas de estruendo por las ventanas de la Mesa de Entrada y Tesorería, por lo que los empleados debieron ser desalojados.
El mandatario justicialista lleva adelante una iniciativa que contempla el pase a planta transitoria del Estado de un grupo de beneficiarios de planes sociales. En un principio, un primer lote de cerca de 550 personas lo haría este año.
Ayer, allegados al gobierno jujeño leyeron este escenario como una «interna» entre activistas para ver quién arranca mayores concesiones al Ejecutivo, donde el tironeo está dado entre los caciques de ATE (en el marco de la CTA, y con buena llegada a Néstor Kirchner) y la Corriente Clasista y Combativa, que lleva adelante cortes de ruta en la provincia.
Horas antes de que los manifestantes desalojaran el despacho, diputados justicialistas le habían pedido a Fellner que arbitrara las medidas para que la Justicia ordene el desalojo del lugar.
En rigor, recientemente las partes habían acordado un mecanismo de ingreso paulatino a planta permanente. «Pero ahora quieren todo ya», se quejó una fuente local.
En paralelo, en Chaco, adeptos al líder de los jubilados, Raúl Castells, mantenían anoche tomada la Gerencia de Empleo nacional, sede Resistencia.
La medida de fuerza se inició ayer a la mañana, en reclamo -aseguran- de la concesión de mil planes sociales.
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