6 de febrero 2019 - 14:39

Aranguren dijo que la energía "no es un derecho humano" y Solá lo desafió a debatir

El diputado cruzó al exministro de Energía y lo invitó a discutir la cuestión tarifaria de los servicios públicos.

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Tras las declaraciones que emitiera Aranguren sobre que no se puede considerar a la energía como un derecho humano, el diputado nacional mantiene su posición en torno a que el servicio debe ser garantizado con tarifas justas a todos los ciudadanos.

"Aranguren, como el Presidente se hace el distraído con estos temas te invito a que debatamos nosotros acerca de si la energía es una mercancía o un derecho humano. Poné día, hora y canal. O por Twitter. Como vos quieras. Podés traerlo a Iguacel también", manifestó.

Solá recordó que su propuesta presentada el pasado lunes se fundamenta en la inclusión por tratarse de un derecho humano, de tal modo que además de la tarifa plana no se prevé el cobro a los electrodependientes. Así, la tarifa social busca atender el consumo de cooperativas, clubes de barrios y sectores sociales con ingresos familiares bajos.

El legislador comentó que en octubre de 2015, Aranguren expuso que las familias necesitadas serían favorecidas con la gratuidad del servicio (con demanda de 150 kilovatios por hora al mes), por lo que cuestionó su reciente declaración.

Aranguren, como el Presidente se hace el distraído con estos temas te invito a que debatamos nosotros acerca de si la energía es una mercancía o un derecho humano" (Felipe Solá).

Solá insistió en que el acceso a la energía eléctrica, el gas y el agua son derechos humanos fundamentales para el desarrollo de las comunidades. “No son una mercancía, un producto. Un modelo energético es el correcto si es capaz de suministrar energía en cantidad y calidad a un precio justo, atendiendo a su vez el crecimiento de la demanda”, afirmó.

“El gobierno inventó la emergencia energética, partió de la base de que el problema estaba en la oferta y el despilfarro”, argumentó Solá, quien añadió que no han ejercido control sobre las empresas eléctricas, por lo que apuesta por un nuevo ENRE con la participación de los organismos de la sociedad, incluidos usuarios, universidades y sindicatos.

Más aún, refirió ante los tarifazos que “no es justo lo que se le cobra a millones de usuarios, se castiga más los consumos bajos, pero sigue creciendo el ingreso de los distribuidores”.

“La energía eléctrica de los argentinos está en manos de desconocidos, amigos del presidente. El gobierno es el socio principal de la estafa, de esquilmar a la gente”, indicó Solá, para quien la presidencia del ENRE debe ser rotativa y renovarse cada seis meses.

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