“Las ganas de rodar en la Argentina siempre están pero no se está filmando. Las causas van de lo económico a lo financiero y lo sindical...”, dice Juan José Campanella, director de “Los enviados”, encabezada por Miguel Angel Silvestre, que estrena su segunda temporada el jueves por Paramount +.
Campanella: “Sufro hasta en lo personal la caída del cine en sala”
El director argentino, ganador del Oscar, estrena el jueves la segunda temporada de “Los enviados”, en Paramount +. La continuación de la serie de misterio fue rodada esta vez en España. La primera fue en México.
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Juan José Campanella. Un momento del rodaje de la segunda temporada de la serie “Los enviados”.
Rodada en España, el argumento gira en torno a dos sacerdotes que deben determinar la veracidad de un milagro en un convento en el que viven tres monjas ciegas. Pero, a poco de llegar, se produce una extraña muerte en el pueblo. Así se ven envueltos en una doble investigación: una de carácter místico y otra más terrenal y concreta. Dialogamos con el director de “El hijo de la novia” y “Metegol”.
Periodista: Con este thriller místico y religioso abordan una temática presente en varias series como “El reino” o “El Código Da Vinci”. ¿Qué es lo atractivo para el público?
Juan José Campanella: La serie tiene una premisa con dos sacerdotes que investigan un supuesto milagro, pero pasan cosas. La primera temporada fue en México entonces nos nutrimos de la cultura mexicana que involucra el más allá. Esta temporada fue hecha en España entonces preferimos ir por algo más terrenal como el fanatismo religioso que tiene que ver con la Santa Inquisición. Hay un supuesto milagro pero no desemboca en algo más fantasioso. Hay una especie de homenaje a Agatha Christie con muchos sospechosos para develar quién cometió el crimen.
P.: Por lo que cuenta primero se determina el país donde filmar y en función de eso se escribe el guión.
J.C.: La idea original era que el idioma fuera castellano y cada temporada en un pueblo de un país distinto. Nos nutrimos de la cultura del país en cuestión y pensamos no sólo en la verosimilitud de la historia sino en la idiosincrasia.
P.: Rodó para Paramount en España junto con su productora 100 bares, ¿qué pasa con el rodaje en la Argentina que frena a las plataformas y productoras a filmar en el país?
J.C.: Espero que la próxima temporada pueda ser acá. Hay muchos temas que hacen a una serie global pensada para América Latina, los públicos, las posibilidades de filmar, el deseo de poder hacerlo en el país siempre está.
P.: En ese sentido desde sindicatos buscan que las plataformas tengan, por ley, un porcentaje de producción local. ¿Qué opina?
J.C.: Me parece difícil regular algo en lo que no tiene injerencia el Estado, no sé desde qué lugar se pueda pensar.
P.: ¿Sigue sosteniendo que no hará cine si las películas tienen poca vida en las salas?
J.C.: Hacer cine es lo mío, es lo que me apasiona, pero tengo una crisis hasta personal, la gente ha dejado de ir al cine. Se les da dos o tres semanas a las películas y luego van directo a las plataformas. Veo pocas películas en TV, vi “Argentina 1985” y “Sin novedad al frente”, me parece una pena que no se advierta que se ha anulado una fuente de ingresos muy importante que es el cine. También lo atribuyo a la no formación de estrellas convocantes, eso genera un problema. Quizá haya un cambio de estructura y las plataformas se den cuenta de que no les conviene anular tan rápido la sala grande, acaso le encuentren un negocio. Pero en este momento no tengo la motivación para hacer una película.
P.: Con el teatro en cambio se potenció el público, ¿qué puede decir de su sala Politeama y su obra Parque Lezama?
J.C.: Terminó después de 1200 funciones y 10 años. Esperamos poder seguir. El teatro es irremplazable, no se puede ver en tu casa, es como el turismo: podés ver una película de París pero no es París. El teatro tiene esa magia increíble de la carcajada de 700 personas, algo que también era propio del cine y ha desaparecido. Otra de las bajas del cine es la comedia, no se hace más. “Parque Lezama” levanta el telón y a los dos minutos estás en Parque Lezama, en TV son dos actores y un cartón pintado, la gente lo siente y por eso el teatro está en auge. Tampoco es como en los ´70 cuando había 40 éxitos con funciones dobles de martes a domingos pero ha vuelto al nivel prepandemia e inclusive lo superó. No hay tecnología que lo reemplace ni manera de transmitirlo
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