El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, presentará este lunes el proyecto de Presupuesto 2026, la Ley Impositiva y la solicitud de endeudamiento en un acto en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno, en La Plata, acompañado por intendentes, legisladores y dirigentes gremiales.
Con tensiones en el peronismo, Kicillof lanza el Presupuesto 2026 con respaldo de intendentes y gremios
El gobernador bonaerense contará los detalles de la Ley de Leyes, Impositiva y endeudamiento en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno, acompañado por intendentes, legisladores y dirigentes gremiales.
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El gobernador Axel Kicillof, junto al ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López.
La exposición, prevista para las 15, rompe con la tradición de que el proyecto ingrese directamente en la Legislatura provincial y busca dar una señal política sobre la relevancia que el Ejecutivo le asigna a la aprobación de las herramientas económicas para el próximo año.
La convocatoria a jefes comunales y representantes legislativos apunta a mostrar respaldo y, al mismo tiempo, ejercer presión en un contexto de tensiones internas dentro del peronismo y negociaciones abiertas con la oposición.
El contexto: un desafío amplificado
Kicillof llega esta vez a la presentación de la denominada “Ley de Leyes” con un desafío político y económico significativamente mayor que en años anteriores. Necesita que la Legislatura apruebe la ley de gastos y recursos junto con la Impositiva -clave para autorizar incrementos en algunos tributos- y la posibilidad de tomar deuda para afrontar vencimientos.
El mandatario quiere evitar repetir el fracaso de 2024, cuando la falta de respaldo interno y externo dejó sin sanción las principales herramientas económicas, lo que obligó a prorrogar el Presupuesto y la Ley Fiscal vigentes.
El debate se da en un escenario de caída de la recaudación provincial de más de 5 puntos en términos reales, sumado al recorte de transferencias y la paralización de la obra pública nacional por parte del gobierno de Javier Milei. Ello obliga a la Provincia a sostener mayores gastos con recursos propios cada vez más limitados, lo que convierte la aprobación de la Impositiva y el endeudamiento (para cubrir déficits operativos y vencimientos) en medidas cruciales para garantizar el funcionamiento básico, el pago de salarios, y el sostenimiento de la gestión en 2026.
Tras la reunión del viernes con más de 40 intendentes de su espacio, un ministro resumió ante Ámbito: “Esperamos que los demás sectores del peronismo -el kirchnerismo y el massismo- acompañen. Estas normas son esenciales para el funcionamiento de la provincia. Ahí se verá quién es oficialismo y quién oposición”, reflexionó.
En ese marco, Kicillof decidió convertir la presentación en un hecho político porque hay quienes temen que el tratamiento vuelva a trabarse este año. Ante jefes comunales, diputados, senadores y líderes sindicales, el gobernador pondrá el foco en la necesidad de contar con herramientas “frente a la situación de emergencia económica generada por las políticas del Gobierno nacional”.
Luego, las iniciativas ingresarán formalmente por la mesa de entradas de la Cámara de Diputados. Desde el martes a las 14:30 el ministro de Economía, Pablo López, y el titular de ARBA, Cristian Girard, comenzarán las exposiciones técnicas ante las comisiones.
Tensiones internas en el oficialismo
La situación interna del peronismo bonaerense atraviesa su momento más tenso. La derrota electoral del domingo 26 ante La Libertad Avanza reavivó una disputa que se trasladó al gabinete, la Legislatura y la definición de estas leyes clave. La expresidenta Cristina Kirchner expuso públicamente sus diferencias con el gobernador, pero Kicillof intenta mantener la unidad de Fuerza Patria. “No voy a ser el responsable de una ruptura”, repite en privado. Sin embargo, en su entorno reconocen que la convivencia interna es cada vez más frágil.
La crisis escaló a tal nivel que, incluso, en las últimas semanas se especuló fuertemente con la salida de funcionarios del equipo bonaerense, donde conviven funcionarios que responden directamente a la expresidenta -como Juan Martín Mena (Justicia), Nicolás Kreplak (Salud), Daniela Vilar (Ambiente), Homero Giles (IOMA) y Florencia Saintout (Instituto Cultural)-, pero por ahora nadie prevé movimientos. Cualquier desplazamiento de estos nombres sería leído como una ruptura definitiva del frente.
La Legislatura, nuevo foco de disputa
El Ejecutivo busca que el paquete económico se trate y apruebe antes del recambio legislativo del 10 de diciembre. En La Plata consideran que el escenario actual, aunque complejo, es más previsible que el que se abrirá con la nueva composición parlamentaria, donde se anticipa una negociación más dura para alcanzar los dos tercios necesarios para autorizar deuda.
Desde el último mes del año, los 39 diputados de Fuerza Patria se repartirán entre 18 kirchneristas, 10 massistas y 11 del núcleo propio del gobernador. En el Senado, en tanto, de los 24 legisladores justicialistas, 13 responden a CFK, seis al Movimiento Derecho al Futuro y tres al Frente Renovador. Esa fragmentación obligará a Kicillof a negociar en paralelo con los sectores del peronismo y con la oposición.
En la Gobernación insisten en que, en esta negociación, no repetirán el rol de “amortiguadores” de la crisis legislativa. “Esta vez no nos vamos a tirar encima de la granada. Si no quieren aprobar el paquete de leyes, que se lo digan a la sociedad y a los intendentes, que reclaman fondos para sus distritos”, advierten cerca del gobernador.
“El año pasado nos hicimos los distraídos y culpamos a la oposición cuando las leyes no salían, aunque sabíamos que algunos compañeros las frenaban. Ahora, si pasa lo mismo, se sabrá quién es quién”, prometen.
El objetivo es claro: si no se aprueba el paquete, se buscará que la responsabilidad recaiga sobre los sectores que pongan trabas, tanto de la oposición como de los propios. El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, fue directo en ese sentido: “Los legisladores deben entender que no se puede seguir gobernando sin Presupuesto. Confiamos en que esta vez estén a la altura de las circunstancias”, expuso recientemente en una conferencia de prensa.
Desde el kirchnerismo y el massismo, en cambio, replican que el problema no es la interna sino la falta de acuerdo con la oposición, y reclaman espacios en organismos clave como el Banco Provincia, la Suprema Corte , el Tribunal Fiscal de Apelaciones y el Consejo General de Cultura y Educación, además de un fondo de libre disponibilidad para intendentes.
Kicillof necesita la aprobación de las leyes económicas para sostener la gestión y garantizar el pago de salarios y aguinaldos. Sabe que no podrá imponer su voluntad sin antes construir acuerdos. La incógnita, a esta altura, pasa por cuánto está dispuesto a ceder el gobernador para lograr la aprobación del paquete fiscal y hasta dónde el kirchnerismo permitirá que avance sin dejarlo sin herramientas para gobernar en un escenario económico cada vez más adverso.








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