Argentina no pudo con el "Dream Team"

El seleccionado argentino de básquetbol no pudo ponerle el broche de oro a su gran actuación en la Copa de las Américas (Torneo Preolímpico), en la que consiguió su clasificación directa para los Juegos de Beijing 2008, al perder en la final ante el poderoso representativo de Estados Unidos por 118-81.

De todas maneras, el ala pivote argentino, flamante contratación de Houston Rockets, Luis Scola fue considerado el Jugador Más Valioso (MVP) del torneo que se desarrolló en el estadio Thomas & Mack Center, de Las Vegas, por sobre figuras rutilantes de la NBA y campeones como Kobe Bryant, LeBron James, Jason Kidd y Carmelo Anthony, entre otros.

El conjunto nacional conducido técnicamente por Sergio Hernández fue superado de principio a fin por esta nueva versión del "Dream Team" con mucha amplitud, superior a la del último partido de cuartos de final en el que había perdido por 96-71.

Así lo demuestran los parciales que se registraron, todos en favor del local, por 35-14, 59-34 y 93-61.

Y también queda reflejado las estadísticas finales: el local terminó con 14/20 en libres (70 por ciento), 22/32 en dobles (68,8) y nada menos que 20/41 en triples (48,8).

Además culminó con 38 rebotes, 28 asistencias, 8 robos, 7 bloqueos y 11 pérdidas.

Argentina, por su parte, registró en su última presentación 6/10 en libres (60 por ciento), 29/49 en dobles (49) y 9/27 en triples (33,3).

A eso hay que sumarle 33 rebotes (Kammerichs fue el mejor con 7), 15 pases-gol, 4 robos y, como su rival, tuvo 11 pérdidas del balón.

Estados Unidos salió decidido desde el comienzo a "triturar" a su rival para no dejar dudas de su superioridad.

Y salvo en los cinco minutos iniciales del encuentro, donde el desarrollo fue equilibrado (17-11 arriba el local en ese lapso), el resto fue esperar cuantos puntos alcanzaría el dueño de casa.
Con una desequilibrante conducción de Jason Kidd, sumado a la efectividad que exhibieron Carmelo Anthony y LeBron James (tres triples cada uno en ese parcial) desde más allá de los 6,25 metros, Estados Unidos se fue escapando en el marcador, pese a que no podía penetrar en la "llave" por la buena marca argentina.

Ese 35-14 con el que terminó el primer segmento fue una muestra inequívoca de que el "Dream Team" había salido a jugar a muerte esta final ante su gente, que colmó las graderías del estadio.

El segundo cuarto fue más equilibrado porque Scola comenzó a gravitar ofensivamente bien secundado por el entrerriano Paolo Quinteros y el esfuerzo del correntino Federico Kammerichs.

Sin embargo, el local aprovechó al máximo todas las pelotas que perdió el conjunto albiceleste en el traslado y con un inspirado James (goleador del juego con 31 unidades) y la potencia de Dwight Howard debajo del tablero argentino no dejó que los dirigidos por la "Oveja" Hernández crecieran en demasía.

El tercer segmento no podía empezar peor para los argentinos, ya que James convirtió el primero de sus cuatro triples en ese parcial, con los cuales acertó todo lo que tiró.

A eso hay que sumarle que sus compañeros Anthony y Prince lo imitaron y entonces, pese a los tres triples de Leonardo Gutiérrez, a la Argentina no pudo descontar la amplia ventaja que había sacado el local, que a los 3 minutos era de 20 puntos (65-45).

Y si lo de Scola había sido bueno en el campeonato, en el último parcial terminó de redondear una descollante actuación que le valió el premio al mejor jugador.

Es que el ex Tau Cerámica, de España, no sólo peleó cada pelota como si fuera la última debajo de los tableros aun en desventaja de altura sino que también convirtió 10 puntos y terminó como el mayor encestador del equipo nacional.

Argentina llegó a este Preolímpico con el objetivo de conseguir una de las dos plazas directas para los Juegos de Beijing y ese lugar lo logró después de vencer ayer ante uno de los favoritos, Brasil, no si antes cumplir grandes producciones.

Esta noche quería completar esa hazaña con una victoria frente a los estadounidenses, pero no pudo ser.

Igualmente la actitud de los doce gladiadores que condujo Hernández, le permitieron mostrar toda su grandeza y sus ganas también frente al mejor seleccionado del mundo.