Argentina y un viernes negro: el campeón de la Davis quedó al borde del abismo
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Lorenzi tuvo al saque como un aliado fortalecedor que hizo una diferencia sustancial. Pella quebró dos veces en 12 ocasiones, y cada vez se fue enmarañando más en el plan de juego de su rival. Entre las imposibilidades estratégicas y las oportunidades desperdiciadas, el bahiense se fisuró mentalmente. Un momento crucial fue el 3-2 del primer set. El tenista local cometió varios errores y el italiano se llevó el primer quiebre. De inmediato, el número 84° del mundo dispuso de tres chances para recuperar la desventaja, pero falló.
Fue un triple 6-3 impensado para el mejor rankeado de los europeos (es 43°, apenas unos lugares por encima de Fognini), aunque su adaptación al clay es mayor que la de Pella, más cómodo en el cemento.
La ausencia de "Fogna" no le pesó a Lorenzi. Según confesó una vez terminado el encuentro, ya sabía de antemano que su compañero no iba a jugar. Tampoco le afectó el clima, ya sea por el calor como por el público (escaso pero que aumentó con el correr del día hasta la mitad de la capacidad), que alentó a Pella todo el tiempo y le insistió en que "juegue como campeón". Pese a la derrota, los aplausos y el reconocimiento no le faltaron.
Lo mismo para Berlocq, que salió a empardar la primera ronda también con la Ensaladera a cuestas (paradójicamente, no estuvo presente en la cancha en ningún momento). Andrea Seppi debió reemplazar a Fognini así como "Charly" tomó el lugar de Schwartzman por su contractura en la pierna derecha.
Ambos se midieron en Mar del Plata 2014, con un final diferente: Berlocq se impuso en cuatro parciales, después que el nacido en Bolzano "desapareciera" del partido. También fue un segundo punto, bajo un intenso calor y en polvo de ladrillo, una superficie poco gustosa para su juego. Tres años después, la historia resultó muy diferente.
Ni siquiera la presencia de Diego Maradona, que entró en el inicio del partido de Pella, ayudó para darle un mejor marco y aliento. El de Chascomús pareció entrar en el mismo túnel en el que transcurrió el primer duelo, con quiebres tempranos para el equipo que conduce Corrado Barazzutti y pocas chances aprovechadas por los locales.
El número 1 de Argentina logró entablar mejores peloteos, más allá de que no surtieron un beneficio total. El plan era claro: Seppi, con golpes planos y más preparado para canchas duras, no debía sustentar intercambios largos. Pero se hizo una invitación especial para la fiesta de otro y vapuleó al local durante dos parciales.
El 6-1 y 6-2 traduce lo que cada uno tomó para sí, no lo que se buscaron. Pero el cuarto marcó una inflexión en el match. Berlocq empezó a revertir la caída libre y se llevó para sí los errores del italiano. Lo que había quedado lejano de aquel 2014 ya no parecía imposible.
Fue un set parejo del "Gladiador", pero muy malo del 68° tenista del planeta. Invitaba a ilusionarse, porque fue un cambio rutilante, Berlocq buscó espacios, los encontró e hizo daño.
Con ese tono cambiante transcurrió el cuarto y final. Seppi aceleró y se colocó 5-2 con mucha tranquilidad, hasta que el argentino le puso un freno y remontó dos quiebres. El set fue a un tie break, donde "Charly" superó tres match points, pero en el cuarto, el italiano selló el 6-1, 6-2, 1-6 y 7-6 (6).
El sábado Argentina tendrá otro punto de vital importancia y donde no es favorito. Leonardo Mayer y Berlocq será la pareja que presnetará Daniel Orsanic. Por el lado de Italia, volvería a jugar Fognini (enroque con Seppi) junto a Simone Bolleli, una dupla con mucho recorrido.
La misión es ganar para dar el primer paso la inédita remontada de un 0-2. Desde que el equipo albiceleste debutó en la Copa Davis en 1923, nunca pudo lograr esta épica gesta.
Pero después de un 2016 imposible en el que todas las contras fueron superadas y la Ensaladera finalmente llegó al país, cualquier situación parece sorteable. Italia no será un equipo fácil, mucho menos para subestimar, pero tampoco un imposible. En definitiva, Argentina necesitará demostrar que es el campeón del mundo.
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