25 de enero 2007 - 00:00

Boca al fin pudo cortar la mala racha

Miguel Angel Russo
Miguel Angel Russo
Después de 5 derrotas consecutivas (tres en el último campeonato Apertura y dos en los torneos de verano), Boca volvió a ganar. Con un equipo sin los habituales titulares y con el debut consagratorio de Bruno Marioni, manejó el partido ante el San Lorenzo de Ramón Díaz y lo derrotó con total justicia.

Empezó mejor Boca y antes del minuto Orión le tapó un remate peligroso a Franzoia. El buen manejo de Jesús Dátolo y la lucha de Pablo Ledesma y Leandro Díaz en la mitad de la cancha le dieron la primacía en la conquista de la pelota ante un San Lorenzo muy estático. Por eso no extrañó que se pusiera en ventaja. Aunque no fue una combinación de juego, sino un tiro libre ejecutado en forma brillante por Bruno Marioni, que dejó sin chances a Orión.

San Lorenzo no supo reaccionar. Silvera y Jiménez tuvieron que bajar a la mitad de la cancha a buscar la pelota porque no les llegaba, y Boca, mientras tanto, con mucha prolijidad táctica, seguía manejando el partido y desbordando por los costados con la habilidad de Mondaíni y Dátolo. San Lorenzo, con los habituales titulares, nunca manejó la pelota y sólo acercó peligro en alguna jugada individual de Andrés Silvera.

En el segundo tiempo, Jonathan Bottinelli y Franzoia se tomaron mutuamente en el área, y el árbitro Federico Beligoy cobró penal para Boca, que le permitió otra vez a Bruno Marioni ampliar el marcador.

Allí Ramón Díaz hizo ingresar a Rivero y Ulloa por Acevedo y Jiménez buscando más movilidad en el mediocampo y potencia en ataque. Apenas ingresado Rivero, se perdió el descuento. Sin embargo, Boca siguió manejando el partido con la habilidad de Franzoia y Dátolo y la peligrosidad en ataque de Bruno Marioni. Boca cambió su imagen y como dijo antes del partido su técnico Miguel Angel Russo: «Somos un equipo grande, nunca nos den por muertos».

Ahora deberá revalidar este triunfo con los presuntos titulares y ante River en la revancha. Pero el equipo mostró un estilo de juego pulido, con intención de manejar el balón en campo contrario y buscando desbordar por dos los costados. Si uno cambia los nombres de Mondaíni y Dátolo por los de Palacio y Neri Cardozo, el estilo de juego es el mismo. También demostró que para jugar así hace falta un enganche, que organice los ataques y maneje el cambio de ritmo.

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