18 de mayo 2007 - 00:00

Boca apenas pudo lograr un empate ante Libertad

Riquelme se escapa de la marca de Cristian Riveros. El enlacede Boca jugó, otra vez, un gran partido.
Riquelme se escapa de la marca de Cristian Riveros. El enlace de Boca jugó, otra vez, un gran partido.
Boca apenas se pudo llevar un empate de su cancha ante Libertad, lo que complica su marcha en la Copa Libertadores, porque lo obliga a ganar en Asunción el jueves próximo para llegar a las semifinales.

El partido se le complicó a Boca desde el principio, porque Libertad hizo un planteo muy inteligente con un solo delantero, pero desprendiendo velozmente a varios mediocampistas. Eso hizo que Boca tuviera que preocuparse mucho en su parte defensiva sin poder proyectar a sus dos laterales con asiduidad.

Boca trató de atacar desde el primer momento con Riquelme como eje, pero con una muy floja actuación de Bertolo y de Cardozo, los dos que lo tenían que acompañar en la gestación del juego, y por ello le llegaron pocos balones a Palermo y a Palacio, quien tuvo que retroceder bien abierto para poder entrar en acción.

Libertad había agrupado dos líneas de cuatro y esperaba a su rival en tres cuartos de cancha, dándole muy pocos espacios para atacar.

En ese contexto, Libertad fue creciendo con el correr de los minutos a partir de la habilidad de Guiñazú y Vladimir Marín y de contraataque llegó en la misma proporción al arco de Caranta que lo que lo hacía Boca al de Bava.

Boca atacaba con mucha lentitud y encima desperdició su mejor oportunidad cuando Bava le atajó un penal a Riquelme por falta de Balbuena al propio armador, en una jugada en la que había offside de Palacio y que el árbitro con buen tino entendió que ante falta simultánea hay que cobrar la más grave.

Fue Libertad el que se puso en ventaja con un tiro libre de Osvaldo Martínez que Caranta fracasó en su intento de manotearlo por arriba del travesaño y después cometió el error de refugiarse atrás con todos sus hombres y dejar venir a Boca, que, con más amor propio que fútbol, se lo llevó por delante. Primero, el juez Ruiz anuló mal un gol de Palermo por un inexistente offside de Clemente Rodríguez, y cuando parecía que el empate no llegaba, un desborde de Riquelme le permitió a Palermo conseguir un resultado más ajustado a lo que pasó en la cancha.

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