Boca fue muy superior a Bolívar y terminó empatando por la falta de puntería de sus delanteros y el gran trabajo del arquero Zayas.
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Desde la presencia de Sergio Ortemán y la velocidad de Neri Cardozo, manejó el balón durante los 90 minutos como si estuviera jugando en el llano. Se notó la altura en la imprecisión para el remate final, quizá consecuencia de la falta de aire y de la diferencia de velocidad que toma la pelota. La muestra más clara la dio Morel Rodríguez con un tiro libre donde «la pelota no dobló» y se fue como a 15 metros del arco.
Boca tuvo en el primer tiempo media docena de situaciones claras de gol. Hubo dos grandes tapadas de Zayas ante remates de Neri Cardozo y Rodrigo Palacio. Dos tiros libres que pasaron por arriba del travesaño. Un cabezazo de Palermo que también tapó Zayas y, la más clara, un remate de Palermo que pegó en el travesaño.
Bolívar demostró que es un equipo muy débil en defensa y con muchos problemas para manejar la pelota. Casi no presionó en la mitad de la cancha para aprovechar la ventajas de los 3.600 metros sobre el nivel del mar que tiene el estadio Hernando Siles y jugó al ritmo de Julio César Baldivieso, un veterano de 35 años que llevaba un año sin jugar.
Todo esto favoreció a Boca, que a medida que iba ganando la pelota se iba potenciando psicológicamente y se animaba a corridas que habitualmente en la altura no se ven de jugadores que vienen del llano.
La única situación clara de gol que tuvo el Bolívar fue un remate cruzado de Thiago Leitao que Sillero cabeceó a la red estando en posición adelantada.
En el segundo tiempo, otra vez Zayas impidió el triunfo de Boca con dos mano a mano ante Palacio y Bruno Marioni, que reemplazó al anterior.
Boca, con el correr de los minutos, se fue conformando con el empate, y con los ingresos de Ledesma y Guillermo Barros Schelotto se dedicó a manejar la pelota sin arriesgar, ante un rival que nunca inquietó.
El equipo argentino tuvo un buen comienzo en la Copa. Mostró altura, pero futbolística. Manejó la pelota con criterio y mereció ganar frente a un rival muy pobre que no aprovechó sus oportunidades.
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