El británico Tyson Fury retuvo esta tarde su cinturón de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) con un espectacular nocaut sobre su compatriota Dillian Whyte ante 94.000 espectadores en Wembley, un aforo récord ante el que ratificó su retiro del boxeo para darle un matiz aún más histórico a la velada.
Una noche inovidable para Fury, con un título récord y el fin de su carrera
El inglés venció a su compatriota Whyte y retuvo el cetro de los pesos pesados de la WBC ante más de 94.000 personas. Tras el combate, dijo que sería la última pelea de su carrera.
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Fury electrizó a la multitud en el mítico estadio de Londres a seis de cumplirse el sexto round, la mitad de la pelea, cuando conectó un fulminante uppercut de derecha que desmoronó a su rival.
"Creo que fue el mejor golpe que he podido dar en toda mi carrera profesional", aseguró durante los festejos en el ring quien alcanzó las 32 victorias (23 antes del límite) en 33 presentaciones rentadas (la restante fue empate).
Whyte, víctima de su tercera derrota en 31 peleas, intentó incorporarse desde la lona pero no pudo evitar el tambaleo, por lo que el árbitro Mark Lyson decretó con buen criterio el final de la pelea.
Fury, de 33 años, reafirmó lo declarado en la previa acerca de su retiro con este combate en Wembley: "Se lo prometí a mi esposa, que iba a terminar en casa. Se lo debía también a los fanáticos. Esto fue todo para mí, creo que fue mi última pelea", declaró en el éxtasis de los festejos sobre el ring.
El promotor Frank Warren, que estaba a su lado, no se animó a contradecirlo: "Si dice que fue la última, fue la última. Ha dado todo en el ring, no tiene nada que probar, se puede ir ahora, es un boxeador fantástico y una persona increíble".
"Gipsy King" realizó en la noche londinense su octava defensa de la corona de los pesados del Consejo, que ganó en 2015 por decisión unánime ante Wladimir Klitschko y que retuvo en una recordada trilogía ante Deontay Wilder (un empate y dos victorias).
En el ambiente del boxeo se duda sobre la afirmación de Fury acerca de su retiro ante la tentación del negocio que significaría una pelea unificatoria ante el ganador de la posible revancha entre el ucraniano Oleksandr Usyk, actual poseedor de los cinturones AMB, FIB y OMB, y Anthony Joshua.
Sin hacer especulaciones, Fury se dirigió a la multitud enardecida con palabras de agradecimiento por el sensacional ambiente creado: "No puedo creer lo que hemos logrado esta noche, rompimos una marca de asistencia. Desde el fondo de mi corazón, muchas gracias. Esta victoria es para cada uno de ustedes, para mi país, para mi Inglaterra", bramó el peleador oriundo de Manchester.
A lo largo de los seis rounds, Fury (2,06 metros y 120,11kg) estableció superioridad con un mejor manejo de la distancia. Trabajó a su rival con el jab de izquierda y buscó los momentos para la punzante derecha, que conectó de forma letal con un sorpresivo ascendente.
Whyte (1,93m. y 114,8lg) nunca pudo llegar al rostro del campeón, lo buscó con golpes a la zona blanda y sucumbió en un descuido que posibilitó el impacto del nocaut.
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