Juan Carlos Ferrero demostró por qué es el mejor jugador del mundo sobre polvo de ladrillo al imponerse al holandés Martin Verkerk por 6-1, 6-3 y 6-2 y quedarse con el título de la 102ª edición de Roland Garros. Mientras que Paola Suárez y la española Virginia Ruano Pascual no pudieron ganar su tercer título seguido en dobles damas al caer frente a la belga Kim Clijsters y la japonesa Ai Sugiyama por 6-7 (5-7), 6-2 y 9-7. Verkerk, quien el viernes cortó el sueño de Guillermo Coria con una actuación sobresaliente en semifinales, no aprovechó la «localía» (miles de holandeses pintaron de naranja el court central) al ser una sombra con respecto a los partidos anteriores. La potencia y el saque de Verkerk (terminó el torneo con 124 aces) no funcionaron ante un sólido y efectivo Ferrero. El español quebró el servicio del holandés de entrada para marcar el rumbo que tomaría el partido y con dos nuevos breaks quedarse con el set por un contundente 6-1.
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En el segundo set el holandés reaccionó y empezó a hacer valer su servicio, sin embargo, con todas sus variantes y mucha confianza el español volvió a quebrar para luego cerrar con su servicio e imponerse por 6-3. El set siguiente comenzó muy parejo porque Verkerk no se dio por vencido, pero esa paridad duró sólo los tres primeros games. Luego Ferrero comenzó a mostrar su talento y excelentes movimientos de piernas para contrarrestar la fuerza de su rival. Con dos quiebres decidió el juego ante un ya resignado Verkerk, que no pudo con el mejor jugador del mundo en esta superficie.
Suárez y Ruano Pascual -la mejor pareja del mundo en dobles femenino-en su cuarta final seguida no pudieron sumar su tercer título en cadena. La argentina y la española jugaron un gran partido en una cancha muy pesada por la lluvia caída sobre París, sin embargo, por cometer algunos errores en los momentos clave del partido se quedaron sin poder conseguir el tricampeonato.
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