Miles son las anécdotas de exfutbolistas que se dedican a un rubro muy distinto después de colgar los botines. Esta es la historia de Joaquín Irigoytía, el arquero juvenil que salió campeón con la Selección Argentina en Qatar, y que por sus grandes actuaciones fue catalogado en la década de los 90 como el "Nuevo Fillol".
Fue campeón mundial en Qatar y ahora se dedica a la abogacía
De ser comparado con Carrizo y Fillol a dedicarse a las leyes; conocé la historia de este arquero que fue campeón con la Selección Argentina.
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El exfútbolista conformó el plantel de la Selección Argentina sub 20 en Qatar 1995.
En la actualidad, a sus 48 años, "El Vasco" no puede encontrarse más alejado de una cancha de fútbol. El exaquero, que hizo inferiores en un club grande, se encuentra viviendo en Pueblo General Belgrano, a escasos kilómetros de Gualeguaychú, dónde se dedica a la vida en familia y a su estudio jurídico. ¿Qué fue lo que pasó para que Irigoytía pase de ser la gran promesa en el arco de Argentina a no lograr brillar en los equipos que jugó?
Cómo fue la carrera futbolística de Joaquín Irigoytía
Irigoytía llegó a River por recomendación de una leyenda del arco "Millonario", Amadeo Carrizo. El mítico arquero le aclaró al entrenador de la prueba de jugadores que ponga especial atención al joven arquero: "Miralo que este es mi pollo". Una vez en inferiores, su talento lo llevó a destacarse en las categorías juveniles de River, incluso saliendo campeón con la 5ta en 1993, donde compartió plantel con Hernán Crespo y Gustavo Lombardi. Tiempo después, gracias a sus grandes actuaciones, llegó al arco juvenil de la Selección Argentina.
En el mismo año en el que debutó en la primera de River, fue el reconocido entrenador, José Pekerman, que lo llamó al Vasco para ser el arquero titular de la Selección Argentina sub 20 en el Mundial de Qatar 1995. Aquel plantel con jóvenes promesas como Juan Pablo Sorín, Gustavo Lombardi, Diego Crosa, Walter Coyette, Ariel Ibagaza, entre otros, logró quedarse con el título derrotando a rivales complicados (Países Bajos en grupos, España en semis y Brasil en la final). Joaquín Irigoytía fue sin dudas una de las grandes apariciones del torneo, mostrando su seguridad bajo los tres palos; incluso ganó el premio como el mejor arquero de la Copa.
Luego de un inicio muy prometedor, volvió de la competencia para jugar en River hasta el año 1998. Si bien era sabido que condiciones le sobraban, a Irigoytía le fue difícil tener continuidad por esos años al competir con grandes arqueros como Germán "Mono" Burgos y Roberto Bonano. Fue así que en dicho año, por pedido expreso del Vasco, algo que según él despertó el enojo de los directivos de River, pasó al fútbol español para jugar en forma de cedido en el Hércules.
Sin embargo, el club español se encontraba con muchos problemas deportivos, financieros y dirigenciales; asimismo, el ex arquero pudo disputar solo dos partidos en España. Según contó Irigoytía en una entrevista para La Nación, se le hizo muy difícil quedarse allí: "Como me llevaba una facción que tenía la mayoría de las acciones y que no quería la afición, me empezaron a hostigar desde antes de que el avión aterrizara... el plan era adaptarme en un club chico de España para luego recalar en uno grande, pero mi decepción al llegar allá fue tal, que a la semana ya me quería volver a Argentina. Pensé que era otra cosa".
Luego de su pobre paso por Europa, volvió a River, pero el club Millonario lo vendió el último día del mercado de pases de 1999 a Colón de Santa Fe. El traspaso se dio de una manera muy extraña, que según Irigoytía fue una especia de venganza por haber pedido en su momento ser cedido a España para tener más continuidad. "Los directivos de ese momento no me perdonaron mi deseo de sumar minutos y agregar experiencia a mi juego, y cuando volví de mi préstamo, el que vale recordar tenía una opción verdaderamente impagable, me dijeron que ya no iban a contar más conmigo, y me vendieron el 50% del pase a mí y el otro 50% se lo vendieron a Colón de Santa Fe, un día antes de cerrar el libro de pases, claramente para perjudicarme", comentó Irigoytía en Infobae.
Los manejos dirigenciales y las cosas extrafutbolísticas fueron de a poco desgastando al joven arquero. "Cuando me hice profesional comencé a ver cosas que no me gustaron. Fundamentalmente, de parte de directivos e intermediarios o representantes. Esas cosas que no me gustaban las tuve que soportar durante toda mi carrera, o mejor dicho, mi carrera duró hasta que no lo soporté más", aclaró el exarquero para La Nación.
De todas formas, desde 1999 hasta 2006 el Vasco tuvo paso por algunos equipos, pero en ninguno pudo ser el mismo de antes; incluso eran ciclos muy cortos en cuestión de tiempo. En Colón de Santa Fe atajó algunos partidos y rotaba el puesto con Leo Díaz hasta el 2002. Ya en 2003 jugó para Cerro Porteño (Paraguay) y CF de Obras (México). Por esos años, el arquero observó que quizás lo suyo no era el fútbol y decidió empezar la carrera de abogacía mientras atajaba para Almagro y Lanús (2004-2005).
Según contó Irigoytía, el hecho de que un jugador estudie no es algo que esta bien visto dentro del mundo del fútbol, y si bien sus técnicos nunca se lo hicieron saber expresamente, sabía que era algo que molestaba tanto dirigentes como entrenadores.
Luego de un corto paso en Lanús, el ex arquero decidió colgar los guantes de una manera no tan soñada, hasta que un día llamaron a su casa desde Aldosivi, equipo que tenía la misión de no descender de categoría. Joaquín aceptó la propuesta para sacare las ganas de jugar, pero con la condición de que el contrato sea solo por un año, para así después continuar con sus estudios.
Su participación en el arco del "Tiburón" fue muy sorprendente y de hecho fue clave en los últimos partidos para evitar que el equipo descendiera. Una vez finalizado el año, el club de Mar del Plata le propuso al exarquero de continuar en el equipo, pero Irigoytía decidió ponerle fin a su carrera a los 32 años.
Qué fue de la vida de Joaquín Irigoytía tras su retiro del fútbol
Una vez colgado los guantes, decidió no tener nada que ver con el mundo del fútbol. Después de su paso por Aldosivi, el exarquero decidió terminar con sus estudios, se recibió y hasta la actualidad ejerce como abogado. Asimismo, Vasco es un hombre de familia y padre de tres mujeres: Belén, Clara y Victoria.
El Vasco empezó a estudiar abogacía porque era la profesión de su padre. Aparte, según su mirada, la carrera como abogado hizo que pueda tener conocimiento de muchas otras cosas. Irigoytía tiene su estudio jurídico en Gualeguaychú, pero también tiene licencia para ejercer en Buenos Aires. Además, Joaquín cuenta con una especialización en derecho ambiental, pero suele atender casos que están más vinculado con lo civil, comercial, laboral y penal.
Con lo que respecta al deporte, pese a haber visitado el Monumental hace no mucho, el entrerriano no mira fútbol argentino. De vez en cuando observa algún que otro partido de la Premier League (liga inglesa) porque considera que es ahí donde juegan los mejores jugadores del mundo y donde "el deporte se juega como corresponde".
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