13 de julio 2007 - 00:00

Grün: autorretratos al modo renacentista

En su nueva muestra «Alter-Ego», Grünrealiza una suerte de disección de artistasque admira, entre ellos Durero, Leonardoy Van Eyck, instalándose a sí mismo comoimagen principal.
En su nueva muestra «Alter-Ego», Grün realiza una suerte de disección de artistas que admira, entre ellos Durero, Leonardo y Van Eyck, instalándose a sí mismo como imagen principal.
Un pintor que actualmente prepara sus pigmentos a la manera de los artistas del pasado, que el paso del tiempo no ha logrado corroer y que aún despiertan nuestra admiración, es toda una rareza. En una época de desencanto donde casi todo es desechable, la exposición de Gabriel Grün «Alter-Ego» invita a preguntarse si es el afán del artista por perdurar en el tiempo y también si la imagen lograda esconde una vanidad a ultranza al mirarse en un espejo que le devuelva aquella ya consagrada por la historia del arte y de la que se apropia casi sin pudor.

Se trata de un conjunto de autorretratos, pintados a la manera de los artistas del Renacimiento, época ya muy lejana pero en la que el hombre tenía algo en común con el de hoy: aprender a pensar en términos acordes a un mundo en permanente transformación. En exposiciones anteriores, Grün ya había demostrado su gran maestría pictórica, un hecho de gran significación considerando que este joven artista se atreve a remar contra la corriente.

Grün realiza una suerte de disección de artistas que admira, entre ellos, Durero, Leonardo, Memling, Van Eyck, Holbein. Se instala como imagen principal, se mimetiza, recurre a artificios varios, deja huellas de su vida cotidiana, de sus amores, deja pistas de elementos que en el futuro quizás formen parte de la leyenda como la que rodeaba a muchas de las obras de ese entonces. En esta muestra se revela como un gran retratista de sí mismo, no aparece distante, invita a bucear en su interior, amo y señor de un pincel riguroso y obsesivo, un intérprete personal de obras míticas, un reto personal. Ro Galería de Arte (Paraná 1158). Clausura a fines de Julio.

  • El Premio Alberto J. Trabucco otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes implica per se un gran honor y reconocimiento para los artistas invitados a participar. Este año está dedicado a las disciplinas Escultura y Dibujo que se exhiben en el Centro Cultural Borges y su curador y presidente del Consejo de Administración de dicho Premio, es el crítico de arte Guillermo Whitelow, que en el texto del catálogo destaca el desafío y la audacia de los escultores actuales para abordar un lenguaje que «debe valorarse como una enriquecedora indagación que se aventura más allá de lo corriente». En cuanto al dibujo, Whitelow dice: «en él se cifra tanto la holgada aventura del trazo aéreo en busca de la imagen...o el apretado detallismo que hurga, obsesionante, en los meollos del ser».

  • El ganador del Premio Adquisición Escultura 2007 recayó en Raúl Fernández Olivi (Santa Rosa, La Pampa, 1954) por «Dos Orillas» y «Tres formas posibles de construir un río», temática que viene desarrollando en acero soldado y pintado, formas pregnantes, una manera de volver su mirada hacia la geografía profunda, a esa meseta basáltica de la Patagonia, que una vez fue río, una poética nacida en esa intemperie.

    A Susana Lescano (Córdoba, 1948) le fue otorgado el Premio Mención por «La Obra Abierta» y «Caminos Interrumpidos» (2006) acero inoxidable y caucho, que quizás se origine en su serie «Gongs» (2001), formas circulares que se interrumpen, se atraviesan, se separan de la esfera principal y a las que el caucho las dota de gran flexibilidad.

    Los otros artistas de vasta trayectoria como Hernán Dompé, Martín Blazsco, Lydia Galego, Ricardo Longhini, Edgardo Madanes, Cristina Piceda, Ana Lizaso, Tulio Romano, confirman a través de esta convocatoria el alto nivel de excelencia que los caracteriza.

    Jorge Meijide fue acreedor al Primer Premio Adquisición de Dibujo por «Sra. Martillo», «Sr. Linterna», «Pasarela» (2007), tinta sobre papel, en los que despliega su ironía sobre un mundo que colapsa. El Premio mención fue para Gabriel Mirocznyk por «Sin saber hacia dónde», «Gran Encuentro» «Es lo que hay», (2007) esgrafiado, tinta china sobre tabla. También irónico, su imagen constituye un bric-a-brac abigarrado de seres humanos articulados y animales que los invaden o empujan.

    Nuestro comentario sobre los escultores es igualmente válido para Diego Perrota, Luis Scafati, Inés Vega, Alberto Klix, Ladislao Kelity, Jorge González Perrin, Martín Escubet, Alicia Carletti artistas que conforman parte del núcleo de dibujantes destacados de nuestro país. Clausura el 22 de julio.

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