La Selección nacional de básquetbol (foto) demostró, al caer por un ajustado 90-88 ante España, que el espíritu ganador y la humildad del campeón olímpico están intactos, pese a la falta de trabajo de equipo y los lesionados. La buena noticia para el entrenador Sergio Hernández fue el regreso de Emanuel Ginóbili, quien puso a prueba y exigió al máximo su tobillo izquierdo para disipar dudas sobre su participación en Pekín y dejar en claro que la Argentina no puede hacer concesiones al actual campeón del mundo. El duelo, preparatorio para los Juegos Olímpicos de Pekín, sirvió para «saber cómo se está», dijo el escolta Carlos Delfino, quien también retornó ayer a la Selección albiceleste. «Creo que este partido demuestra que aún hay que trabajar mucho en equipo. Volvió Ginóbili, pero nos siguen faltando Leonardo (Gutiérrez) y Fabricio (Oberto), y con tipos grandes como los que tiene España se sufre mucho», afirmó el santafesino.
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