San Lorenzo goleó y sigue prendido
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Era una gran promesa del fútbol, pero decidió cortar su carrera a los 22 para "seguir a Cristo"

Tres minutos más tarde, San Lorenzo tuvo la primera complicación de la noche cuando su director técnico, Ramón Díaz, dispuso el ingreso de Bernardo Romeo para reemplazar a Gastón Fernández, que se fue lesionado.
A los 23, el goleador Andrés Silvera aprovechò un preciso centro desde la derecha de Jorge Ortíz, y con una precisa palomita abrió el marcador.
Cinco minutos después, el artillero colombiano Martín Arzuaga le ganó la posición a Hirsig, a la salida de un córner desde la izquierda, pero Orión alcanzó a taparle su remate.
A los 36, Gonzalo Belloso cabeceó apenas desviado un buen envío desde la derecha de Leonardo Borzani.
Dos minutos más tarde, Gabriel Favale sancionó penal a favor de Rosario Central por una presunta falta de Hirsig a Costa dentro del área.
Sin embargo, Arzuaga, que se hizo cargo de la pena máxima, le pegó demasiado abajo al balón y la pelota se fue dos metros por arriba del travesaño.
En el inicio del complemento, a los 4, el panorama se le complicó aún más al local cuando Borzani vio la segunda tarjeta amarilla de la noche y se fue expulsado por derribar con dureza a Juan Manuel Torres cerca del área grande de San Lorenzo.
A los 11, Damían Díaz -el mejor valor del combinado "canalla"- probó desde 30 metros y su remate pasó muy cerca del palo izquierdo del arco defendido por Orión.
A partir de ahí, el local se jugó sus últimas fichas y se fue en busca del empate con más amor propio que fútbol, aunque equivocó el camino repitiéndose en centros al área grande.
Cuando parecía que el empate de Central era una hazaña posible, Sebastián Méndez sacó provechó de un buen tiro libre de Osmar Ferreyra desde la derecha y, a apenas rozando la pelota con su parietal izquierdo, estiró la diferencia a favor del conjunto azulgrana.
De todos modos, Central no se dio por vencido y a los 40, José Vizcarra aprovechó un centro de Costa, tras otra buena guapeada del volante por la la derecha, y le puso dramatismo al resultado con un tiro rasante que ingresó cerca del palo derecho.
Sin embargo, cuando Central volvía a soñar con el empate, a los 43, Hirsig selló el resultado con un derechazo desde un ángulo muy cerrado, que se coló entre el cuerpo de Cristian Alvarez y su palo izquierdo.
El pitazo final encontró a los hinchas visitantes ilusionados con la chance de volver a prenderse en la lucha por el campeonato, mientras los locales lamentaban la "Maldición del Clásico Ganado", la que dice que el "canalla" no triunfa en el partido posterior a ganarle a Newell s, desde hace 25 años.
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