Sin competencia de peso, Van Niekerk ganó el oro que fue a buscar
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Sin el botswanes Isaac Makwala, el rival que más podía cuestionar el reinado de Van Niekerk, la vuelta a la pista fue demasiado fácil para el plusmarquista mundial de la distancia, que tuvo menos oposición de la que se esperaba de Gardiner.
El bahameño había sido el único atleta que había bajado de los 44 segundos en su camino hacia la final. Pero llegado el momento decisivo, se quedó lejos de amedrentar al campeón mundial y olímpico, que dominó la prueba desde el inicio.
Makwala, por su parte, no pudo participar de la final por un virus estomacal que, junto a otros 30 atletas, contrajo al ingerir una comida en mal estado en su hotel. Su ausencia fue un balde de agua fría para una de las finales que prometía emoción.
Uno de los máximos candidatos a quedarse con los 200m, el hombre que batió el añejo récord de Michael Johnson en los Juegos de Río con una exhibición imponente para dejarlo en 43.03, ya había tomado la compensación a todos sus rivales y se encaminaba hacia un nuevo triunfo.
Consciente de que la final de los 200 metros lo espera el jueves, el velocista sudafricano reservó todas las fuerzas que pudo para la prueba que puede destacarlo en la carrera por ocupar el trono del Bolt.
Con mucha menos emoción de la esperada, el fenómeno sudafricano dio el primer paso para lograr su ansiado doblete, algo que nadie consigue desde que el legendario Johnson lo hiciera en el Mundial de Gotemburgo 1995 y lo repitiera en los Juegos de Atlanta 1996.
El incuestionable dominio en los 200 metros del "Rayo" Bolt en la última década también abortó cualquier intento de repetir el histórico doblete del estadounidense.
Ya sin el jamaiquino en su prueba preferida, Van Niekerk tiene pista libre para igualar la gesta de Johnson.
Un caso que transita por la vereda opuesta, en el salto con garrocha, es Lavillenie, el hombre que se colgó el oro en los Juegos de Londres, pero que no pudo repetir puesto en el mismo escenario en la justa mundial, su gran cuenta pendiente.
Esta vez, en una final sumamente emocionante pero con muchas fallas, la capital británica no impulsó lo suficientemente alto al francés que, complicado por las lesiones en los últimos meses, tuvo que conformarse con su cuarto bronce planetario -ya tenía los de 2009, 2011 y 2015; en 2013 fue plata- tras superar los 5,89 metros en su segundo intento.
Aplazó así nuevamente su ansiada conquista del oro mundial, que se quedó Kendricks después de elevarse por encima de los 5,95 en su tercera instancia. La plata fue para el polaco Piotr Lisek, también con 5,89, pero en su primer salto.
Los laureles que Lavillenie quería se los llevó su compatriota Bosse al sorprender a todo el mundo imponiéndose en los 800 metros con 1.44.67 minutos y una actuación impresionante.
Tras él, cruzaron la meta el polaco Adam Kszczot (1.44.95) y el keniano Kipyegon Bett (1.45.21).
En otra de las finales del día, la checa Barbora Spotakova ganó su segundo título mundial de jabalina una década después de su primera coronación y a cinco años de su segunda medalla olímpica, también en el Estadio Olímpico de Londres.
La atleta, de 36 años, ganó con un registro de 66,76 metros y derrotó a las chinas Li Lingwei (66,25) y Lyu Huihui (65,26), plata y bronce respectivamente.
Por su parte, Conseslus Kipruto (8.14.12 minutos) mantuvo el reinado de Kenia de los 3.000m con obstáculos, el mismo que pretendía interrumpir el estadounidense Evan Jager, bronce en 8.15.53, y que tampoco pudo impedir el marroquí Soufiane Elbakkali, plata con 8.14.49.
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