Tigre logró una agónica victoria sobre Argentinos, que se quedó sin técnico
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Para el "Bicho", que debe un encuentro ante Huracán, fue la sexta derrota en los últimos siete partidos.
Es imposible no contextualizar el desarrollo del partido por la infantil y temprana expulsión de Batalla, que salió disparado a reclamarle una infracción al juez de línea Beares, fue amonestado y apoyó cabeza con cabeza a Merlos, que le mostró la roja.
Eso modificó la estructura de ambos equipos, porque Tigre tuvo que plantarse de contragolpe y Argentinos llevar las riendas protagónicas del partido, cuando quizás planeaba jugar con la desesperación de un rival apremiado con el descenso.
Pese a eso, el "Bicho" abrió el marcador de contra, tras un córner de Tigre, en el que Ilarregui armó un jugadón y sacó un derechazo tremendo sin ángulo, que se le metió al ingresado arquero Marinelli.
Tigre, que había tenido la chance de abrir el marcador en los pies de Fede González con un remate con rebote que pasó cerca del palo, tuvo después el empate con Galmarini, que fue bien apretado por Cháves.
Desde la conducción de Diego Morales y Pérez García, el "Matador" salió con ímpetu al complemento, se salvó en un par de contragolpes que no aprovechó el "Bicho", y lo dio vuelta para hacer pagar esos errores a su rival.
Menossi se puso el traje de Riquelme para colgar un tiro libre en el ángulo derecho del arco de Argentinos y dejar parado a Cháves, haciendo estallar a la buena cantidad de público que desafió a la lluvia y al horario de este encuentro (empezó a las 17:00).
Pero el DT Echeverría tenía una carta en el banco de suplentes todavía: se la jugó con Luna por Galmarini porque pese a la desventaja numérica superaba a Argentinos.
Y así, sobre la hora y con la lluvia como marco épico, Luna se tiró de palomita dentro del área para ganarle a su marca y poner el 2-1, que dio vuelta la historia.
Tigre se quedó con un triunfazo por haber tenido el carácter y asumido la responsabilidad ante un rival apático, que no aprovechó su momento, para creer en que la salvación es posible.
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