Un delantero brillante, gambeteador y goleador con gran técnica y habilidoso con los remates de larga distancia, así describían los diarios europeos a Adrian Mutu. Sin embargo es un ejemplo perfecto de cómo una carrera prometedora en el fútbolpuede desmoronarse debido a malas decisiones fuera del campo.
Tuvo todo para convertirse en una gran estrella del fútbol pero la cocaína y su debut como actor porno lo dejaron afuera
Un talento del fútbol europeo vio su carrera truncada por las drogas, el cine porno y supuestos vínculos con la mafia que eclipsaron sus logros en el campo.
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Mutu jugó en equipos de renombre como el Chelsea, Inter de Milán, Juventus y Fiorentina, pero sus problemas con las drogas y su incursión en el cine para adultos truncaron su carrera. Su historia tiene momentos de gloria que lo llevaron a la cima del deporte y caídas estrepitosas en lo personal que hicieron de su vida un torbellino de problemas que no supo como frenar.
La increíble historia de Adrian Mutu, el futbolista que perdió un contrato millonario por las drogas y el cine para adultos
El delantero nacido en Rumania se destacó desde joven por su talento para definir en las redes de los rivales. Su habilidad y técnica lo llevaron al Dinamo de Bucarest, donde anotó 22 goles en 33 partidos, lo que le valió un pase al Inter de Milán. Después de un paso por Hellas Verona y Parma, el Chelsea desembolsó alrededor de 25 millones de dólares por su fichaje en 2003.
Pero, su prometedora carrera en el Chelsea jamás fue posible ya que dio positivo por cocaína en un control anti doping. Fue multado y suspendido por siete meses, y el club lo despidió, exigiéndole una compensación millonaria. Paralelamente, se filtraron videos suyos con la actriz porno Laura Andresan que derivaron en un divorcio con su esposa quien lo acuso de violencia.
A pesar de estos escándalos, Mutu tuvo un renacimiento en la Fiorentina, donde se convirtió en estrella al ganar algunos títulos y marcar decenas de goles. Sin embargo, otro positivo por doping en 2010, esta vez por sibutramina, lo alejó de las canchas por diez meses. Además, fue noticia por tener vínculos con la mafia rumana que hicieron que los problemas legales continuaron empañando su carrera.
Finalmente, después de deambular por varios clubes menores, se retiró en su país natal y pesar de sus problemas, Mutu encontró una nueva oportunidad como director técnico.
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