Un cáncer, una mala cirugía y un golpe en la cabeza pudieron alejarlo del deporte pero nunca se dio por vencido: la historia de Kieran Beham

A pesar de múltiples obstáculos y lesiones, un gimnasta irlandés alcanzó la gloria en Europa y en los Juegos Olímpicos tras años de lucha.

Un cáncer, una mala cirugía y un golpe en la cabeza intentaron alejarlo del deporte pero nunca se dio por vencido: la historia de Kieran Beham

Es muy fácil hablar sobre la salud de los demás y a veces hasta la ciencia se equivoca porque no se puede evaluar la fuerza de voluntad de los pacientes. Un claro ejemplo de progreso es Kieran Beham, el joven atleta irlandés que sopo ganarle a las lesiones y al prejuicio haciendo que Europa se ponga a sus pies

Desde muy pequeño, millones de sueños impulsaban a Kieran hacia la cima del deporte. Sin embargo, su camino estuvo lleno de obstáculos inimaginables, que lo llevaron a enfrentar desafíos que pocos podrían superar. Pero en lugar de rendirse, Behan decidió luchar hasta el final.

Kieran Beham,, el atleta que superó enfermedades, lesiones y el prejuicio de muchos y puso a todo Europa de pie con cada medalla que ganó

La increíble historia de Kieran Beham, el gimnasta que fue condenado a vivir en silla de ruedas pero se convirtió en deportista olímpico

Kieran enfrentó su primer gran desafío a los 10 años cuando un tumor en su pierna amenazó con truncar su futuro deportivo. La operación a la que debió someterse le dejó la pierna inutilizable, destrozando sus sueños de infancia. Pero aquel niño mostró su carácter y no se dejó vencer; trabajando un año en su recuperación. Ese esfuerzo hizo que volviera a perseguir su objetivo, pero la vida tenía más pruebas para él. Un grave traumatismo craneal le hizo perder el equilibrio y lo sumergió en un largo proceso de fisioterapia. A pesar de las adversidades, Kieran se levantó una y otra vez, porque el sueño de ser el mejor atleta todavía seguía intacto en su corazón.

Finalmente, en 2011, su sueño se hizo realidad conquistando tres medallas en la World Challenge Cup. Un año después, se convirtió en el segundo gimnasta irlandés en participar en unos Juegos Olímpicos. Aunque las lesiones continuaron, Behan demostró que los obstáculos no eran más que escalones hacia la grandeza. Su historia es un testimonio de que, con determinación, cualquier barrera puede ser superada.