Aerolíneas: llega directivo de Marsans para definir traspaso
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En vuelos internacionales, la empresa de bandera tenía 43 frecuencias semanales en abril y en setiembre, sólo 7. Los destinos que directamente dejaron de volarse fueron Asunción, Rio de Janeiro, San Pablo y Porto Alegre, a nivel regional, mientras que en internacionales, se suspendieron las rutas a Auckland, Roma, Nueva York, Los Angeles, Madrid, Miami y Sidney.
En el mercado de cabotaje, en tanto, se pasó de volar 590 frecuencias semanales en abril, a 261 en setiembre. Esto incluye vuelos de Aerolíneas y de Austral, y también de Aerovip, una empresa que le vendía vuelos a Aerolíneas y que fue adquirida recientemente por Eduardo Eurnekian para LAPA. En cabotaje, los destinos que dejaron de volarse son Calafate, Santiago del Estero, Santa Fe, Viedma y Villa Mercedes, mientras que en los restantes, disminuyeron las frecuencias.
Según dijo Scaramella, los objetivos principales de Air Comet-Marsans son «no tocar a ninguna persona de Aerolíneas y de Austral, establecer un diseño de restablecimiento de rutas y frecuencias para optimizar la operatoria, reestructurar la función de los empleados y hacer una campaña agresiva por todos los medios para que la empresa vuelva a ser inmediatamente la que fue hace quince años». La campaña tendría la consigna: «Vuelva a volar por Aerolíneas».
Por su parte, los gremios aeronáuticos manifestaron su intención de reunirse con las autoridades de Air Comet-Mar-sans, para interiorizarse sobre el plan de expansión comercial, y sin rechazar al nuevo dueño de la empresa, siguieron manifestando reservas.
Asamblea
El representante del gremio de los técnicos aeronáuticos, Juan Papalardo, indicó que «se desconoce cuál es el plan que va a llevar adelante Marsans para preservar la fuente de trabajo». En tanto, el representante del gremio de los administrativos, Ariel Basteiro, anunció que en noviembre, en una asamblea multitudinaria, «vamos a levantar los campamentos de Aeroparque y Ezeiza porque esos asentamientos fueron la cara visible y la expresión del conflicto de Aerolíneas».
El titular de la asociación de pilotos, Jorge Doyle, dijo que «la primera preocupación de los trabajadores pasa porque Marsans favorezca a Aerolíneas y no al revés», y reclamó un papel más activo del gobierno «para monitorear este proceso».
La posición de más enfrentamiento es la de la diputada Alicia Castro, titular del gremio de aeronavegantes, quien anunció que analiza la oportunidad de hacer un juicio por incumplimiento de los deberes de funcionario público al ministro Bastos y al presidente De la Rúa. En opinión de la legisla-dora, la operación viola la disposición del Código Aeronáutico según la cual la propiedad mayoritaria de las líneas aéreas argentinas debe pertenecer a argentinos.
No obstante, esa norma fue modificada por decreto en 1994, lo que permitió que Iberia y después la SEPI tuvieran la mayoría de la empresa de bandera. Según ese decreto que no fue derogado, una empresa aérea local puede quedar en manos de una sociedad anónima constituida en la Argentina aun cuando sus accionistas sean extranjeros. Bajo esa norma ideada por Domingo Cavallo en su anterior gestión, Iberia constituyó Interinvest SA, y ahora lo que la SEPI vendió a Air Comet es esa sociedad.
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