Antes de hablar, debe Miceli reportar a sus "superiores"

Felisa Miceli

Felisa Miceli deberá coordinar su defensa con dos representantes directos de Néstor Kirchner. Según definieron en la Casa Rosada, cuando le toque exponer ante los medios su posición (esta semana aparecerá en televisión, luego de las entrevistas en diarios y radios), tendrá que hablar antes con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para definir argumentos. Cuando deba concurrir a alguna dependencia judicial o encontrarse con el fiscal Guillermo Marijuán, tendrá que consultar antes al secretario legal y técnico, Carlos Zannini.

Además deberá presentarse ante los organismos necesarios para explicar su situación, generada a partir del descubrimiento de una bolsa de dinero dentro del armario del baño de su despacho en el Palacio de Hacienda, con 30.000 dólares y 100.0000 pesos.

Néstor Kirchner le dio ayer estas instrucciones a la ministra de Economía, en un breve encuentro que ambos tuvieron en Tucumán, minutos antes que el Presidente hable en el acto por el Día de la Independencia.

En la visión oficial, las denuncias contra la ministra formarían parte de la intención de desacreditar a la candidatura de Cristina Fernández.

Hasta el momento del encuentro de Tucumán, la funcionaria no había tenido gestos por parte del jefe de Estado. Tampoco los tuvo después. Al comenzar el día, al Tango 01 que trasladó al gabinete hacia San Miguel de Tucumán, primero ingresaron los ministros. Luego vieron cómo Kirchner subía a la aeronave y se dirigía al área privada casi sin saludar a los presentes.

Ordenes

Según los pocos testigos que presenciaron el encuentro entre Kirchner y Miceli, el Presidente primero preguntó sobre algunos dichos de la ministra en su raid mediático del fin de semana. Puntualmente, el jefe de Estado interrogó a la funcionaria respecto de su teoría sobre los que quieren «quedarse con el ministerio».

Luego de esto, Kirchner dio las órdenes de dirigirse a Alberto Fernández y Carlos Zannini para cada paso que haga en el futuro, además de obligarla a responder a cada requerimiento de organismos sobre su patrimonio actual y pasado, comenzando por la Oficina Anticorrupción.

Según aclaró Kirchner, de ahora en más todo dependerá de cómo la opinión pública tome la versión que dio Miceli sobre los hechos. La ministra debería preparar también explicaciones ante el Poder Legislativo, si es que prosperan los pedidos para interpelarla que está impulsando la oposición. La idea del gobierno es que para terminar de aclarar la situación, el raid de explicaciones incluya también al Congreso.

Obviamente, si de ocurrir este evento las miradas estarán centradas no sólo en la ministra, sino también en la senadora Cristina Fernández. Precisamente, un pedido de interpelación debe ingresar a través de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara alta, que preside la primera dama. Luego tiene que ser sometido a votación en la Cámara alta.

Nuevamente fue el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien dijo que «la explicación de Miceli fue absolutamente suficiente y habrá que preguntarse por qué están haciendo tanto revuelo con esto». Dijo además que «la ministra no es merecedora de la imagen que se le está planteando. Habrá sido un error, un descuido, como dijo ella, pero lejos está de ser una maniobra oscura».

El hecho por el que se la señalaa Miceli, es que una brigada antiexplosivos de la Policía Federal, el 5 de junio, encontró en el baño del despachode Miceli, una bolsa con dinero por el equivalente de unos 241.000 dólares, según la primera versión periodística, que luego se redujo al equivalente a 64.000 dólares, según la versión oficial y el acta divulgada de Bomberos.

El jefe de Gabinete insistió en que el hecho «no supone otra cosa que una persona que está tratando de cambiar su casa, le pide dinero a su hermano, lo lleva a la oficina y lo deja olvidado un día, que alguien revisa la oficina, lo encuentra y levanta un acta como corresponde y se terminó la discusión».