Críticas desde Wall Street a la oferta argentina
Analistas económicos consideraron que la propuesta no va a tener buena aceptación. "Falta saber si el FMI será parte de la solución o parte del problema", señalaron.
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Arturo Porzecanski
Horas después de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, diera a conocer la oferta de Argentina para tenedores de bonos soberanos con legislación extranjera, Ámbito consultó a analistas de mercados emergentes con una larga trayectoria en Wall Street, para ver conocer cuál puede ser la recepción en la plaza neoyorquina. En principio se vio un consenso respecto de que la oferta deberá ser refinada para que las negociaciones con acreedores lleguen a buen puerto. Y también hubo críticas al contexto en el cual se hace la presentación.
“Falta un socio clave en la negociación: el Fondo Monetario Internacional. En general, todos los países negocian primero con el FMI y los gobiernos extranjeros y después se sientan a con los bancos y los bonistas”, resumió Arturo Porzecanski, quien es uno de los pioneros en el análisis de bonos emergentes y que actualmente se desempeña como docente en la American University.
Al respecto, el economista uruguayo agregó que de los servicios de la deuda Argentina para los próximos cuatro años, más del 40% de lo que hay que pagar en moneda extranjera está dirigido al FMI. Y, en particular, en 2022-2023, los pagos al Fondo son más del 60%. “Nadie quiere poner sus fichas sobre la mesa hasta no saber si el FMI va a ser parte de la solución y no parte del problema. Es como ir al banco y decir ‘yo necesito que ustedes me presten 10 millones de pesos para montar esta empresa y tengo la intención de conseguir 20 millones de pesos más’. El banco seguramente me responderá ‘muy bien, cuando usted haya conseguido los 20 millones volvemos a hablar’”, sintetizó.
Porzecanski prosiguió: “Hay una gran discrepancia, entre los bonistas por un lado y el Gobierno y Fondo del otro, respecto de las necesidades brutas de financiamiento. En el documento presentado por Guzmán ayer se señala que las necesidades de Argentina pasan del 19% del año pasado al 22% en 2020, 17% en 2021, lo mismo en 2022 y 18% en 2023. Y hay un trabajo del FMI que señala que Argentina solo puede cargar con un 5%. Lo curioso es que el mismo Fondo, en julio del año pasado, proyectaba que Argentina podía cargar con hasta un 12,5% promedio entre 2020 y 2024”. Frente a este panorama consignó: “La única bendición que ha dado el FMI es decir que Argentina no puede pagar”.
Por su parte, el economista mexicano Walter Molano, economista jefe de BCP Securities, refirió: “Esta propuesta no es aceptable y será rechazada”. Ante la consulta de este medio, respecto de si cree que se cierran las posibilidades para un acuerdo, Molano contestó: “Ojalá que sea solo un punto de partida, pero me parece que va generar mala fe”.
En tanto, el argentino Diego Ferro, que desde hace años trabaja en Wall Street y actualmente es presidente de M2M Capital, explicó: “Este tema me parece poco serio: primero hay que tener un plan que estás convencido que podés cumplir y de ese plan surge lo que podés llegar a pagar. Y cualquier plan, en este momento, hasta saber el impacto económico del coronavirus, es imposible de realizar”.
No obstante, Ferro no consideró que el problema esté en la oferta que Argentina hizo sino en su capacidad de cumplirla: “La propuesta que se presentó parece muchísimo más generoso de parte de Argentina de lo que las condiciones del país ameritan, por lo que es probable que sea aceptada. Pero una cosa así habría que haberla hecho con el grado de profundidad y seriedad necesarias para asegurarse que sea la última reestructuración”.
Por último, el analista argentino radicado en New York centró su análisis en los tiempos que manejó el Gobierno nacional: “Argentina no está recibiendo fondos de afuera y por más que salga bien esto tampoco va recibir fondos de afuera. Por tanto, ¿cuál era el apuro para cerrar esto antes de terminar la cuarentena? Lo ideal sería poder entrar a una negociación en la que se pueda realmente ver qué necesita Argentina a mediano y largo plazo en términos de fondeo para poder salir de esto”.
Desde otra perspectiva y a modo de síntesis, Arturo Porzecanski sentenció: “Todo el mundo se da cuenta que hay un problema de corto plazo. Y todos están dispuestos a colaborar en el corto plazo, pero cuando estás hablando de que te paguen un interés bajísimo por muchísimo tiempo no es que estás tratando de resolver un problema de corto plazo. Y eso choca a los ahorristas. Nadie quiere quedarse con un título que va a valer poco porque es ilíquido y porque es, además, una papa caliente”.
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