CEPAL destacó el crecimiento de la Argentina en 2003

Argentina, con una expansión del PIB del 7,3 por ciento, lideró este año el crecimiento de Latinoamérica tras la fuerte caída del 10,8 por ciento que afectó a su economía en 2002, informó hoy en Santiago la CEPAL.

La inversión fue este año el componente más dinámico de la demanda interna en Argentina y el desempleo bajó, aunque la situación social se mantuvo como foco de preocupación, subraya la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su informe preliminar sobre la economía regional en 2003.

La tasa de desempleo urbano se redujo desde el 19,7 por ciento en 2002 al 15,6 por ciento este año, mientras la variación de los precios al consumidor bajó desde el 41 al 3,6 por ciento, indica el informe.

También destaca una subida del 8,6 por ciento en los términos de intercambio (-1,0 por ciento en 2002) y un sólido superávit de la balanza comercial, con exportaciones por 32.770 millones de dólares (14 por ciento más que en 2002) e importaciones por 17.305 millones (50 por ciento más que en 2002).

La cuenta corriente de la balanza de pagos cerrará 2003 con un saldo positivo de 8.994 millones de dólares, pero el resultado global de ésta será un déficit de 7.222 millones, a causa de un saldo negativo de 16.216 millones de dólares en la cuenta de capital.

Las exportaciones argentinas crecieron impulsadas por el aumento de precios internacionales, en tanto la salida de capitales privados tuvo también una menor magnitud que en 2002 y el Banco Central logró acumular reservas, precisa el informe.

También destaca como hitos del año que termina un aumento de la recaudación fiscal, lo que permitió elevar el superávit público primario, y los acuerdos alcanzados por el Gobierno con el FMI, que llevaron a la normalización de sus vínculos con los organismos multilaterales.

El gobierno atendió el servicio de la deuda pública emitida desde 2002, faltado reestructurar el resto de la deuda "titularizada", señala la CEPAL.

También destaca la intención de las autoridades de consolidar el Mercosur, "tanto 'per se' como cuanto instrumento de negociación con el ALCA, la Unión Europea y la Comunidad Andina".

"Como perspectiva general y en ausencia de perturbaciones inesperadas no se avizoran cambios significativos en las características del desempeño económico (de Argentina) en el futuro próximo", subraya el texto.

Sin embargo, también hace hincapié en la relación con el FMI, "que mostró altibajos", primero por la ausencia de una acuerdo, lo que generó una tensa situación en la que los organismos multilaterales no refinanciaron vencimientos de préstamos, que el país dejó impagos.

En enero se alcanzó un acuerdo que implicó la renovación de créditos y que a su término, en agosto, permitió la negociación con el FMI de un programa trianual.

La deuda externa total de Argentina, incluidas las moras, asciende a finales de 2003 a unos 185.000 millones de dólares, equivalentes al 140 por ciento del valor del producto anual, de los que 31.000 millones corresponden a créditos de organismos multilaterales.

Otros 28.000 millones corresponden a préstamos de entidades locales a raíz del canje de bonos aplicado en 2001, y 10.000 millones a deudas de provincias garantizada por el gobierno nacional.

La deuda emitida desde comienzos de 2002, por compensaciones a ahorradores y bancos originadas en las sucesivas medidas relacionadas con la pesificación de depósitos y créditos, ronda los 20.000 millones de dólares.

La CEPAL resalta también que la actividad de los sectores productivos se recuperó "más intensamente que el PIB total, con un crecimiento interanual de la producción industrial del 28 por ciento y una cosecha de granos en la temporada 2002-2003 de 70 millones de toneladas, que superan el máximo histórico.

El descenso del desempleo se originó en un aumento del coeficiente de empleo, que superó el crecimiento de la participación laboral, lo que fue favorecido por el programa de ayuda a jefes/jefas de hogar.

También se registró un apreciable aumento del empleo en la industria (6 por ciento interanual al tercer trimestre) y en el comercio, aunque cayó en el sector financiero, mientras el grado de informalidad laboral "siguió siendo muy alto".