La economía más grande del mundo tuvo un crecimiento del PBI de 5,2% en 2023, según cifras oficiales. Sin embargo, el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, en una columna de The New York Times desconfió de estas cifras y analizó: "China ha tenido un desempeño inferior en casi todos los indicadores económicos, excepto el PBI oficial".
China en alerta por su crecimiento: cuáles son los fuertes desafíos económicos que enfrenta
Si bien la economía más grande del mundo creció 5,2% en 2023, ahora se encamina a una desaceleración. ¿Cuáles son los motivos, según el premio Nobel de Economía, Paul Krugman.
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En ese sentido, el economista estadounidense resaltó que fuera del PBI, "la economía china parece estar tambaleándose" y argumentó que las estadísticas oficiales dicen que China está experimentando una "deflación al estilo japonés y un alto desempleo juvenil".
Hasta el momento, este fenómeno no implica una crisis en sí misma, sino que la economía de Pekín está ingresando en una etapa de "estancamiento".
¿Por qué está en problemas la economía de China?
Para Krugman, la respuesta se podría encontrar en el "mal liderazgo" del presidente, Xi Jinping. "Está empezando a parecer un mal administrador económico, cuya propensión a intervenciones arbitrarias (algo que tienden a hacer los autócratas) ha sofocado la iniciativa privada", plantea el economista.
Ahora bien, si Xi sería mejor líder, ¿China seguiría con problemas económicos? La respuesta de Krugman es que sí y se debe puntualmente a que "el modelo económico de China se estaba volviendo insostenible".
Tal como lo explica el periodista experto en política de The New York Times, Stewart Paterson, el gasto de los consumidores es muy bajo como porcentaje del PBI.
Se debe a múltiples factores, entre ellos se destaca la "represión financiera", que implica pagar bajos intereses por los ahorros y otorgar préstamos baratos a deudores favorecidos. Según explica Krugman, lo que se hace es mantener "bajos los ingresos de los hogares" y desviarlos hacia inversiones controladas por el gobierno, "una débil red de seguridad social que hace que las familias acumulen ahorros para hacer frente a posibles emergencias".
Además, la caída de consumo hace difícil sostener una capacidad productiva como la de China. Aunque, el gigante asiático puede mantener la capacidad de uso, según el economista Michael Pettis, gracias a las tasas de inversión extremadamente altas, más del 40% del PBI. Y alerta: "El problema es que es difícil invertir tanto dinero sin encontrarse con rendimientos severamente decrecientes".
Las tasas de inversión altas pueden ser sostenibles si, como China a principios de la década de 2000, se tiene una fuerza laboral en rápido crecimiento y un alto crecimiento de la productividad a medida que se alcanza a las economías occidentales. Sin embargo, la población china en edad de trabajar alcanzó su punto máximo alrededor de 2010 y fue disminuyendo desde entonces. Y si bien el gigante asiático demostró una capacidad tecnológica impresionante en algunas áreas, su productividad general también parece estar estancada.
"Esta no es una nación que pueda invertir productivamente el 40 por ciento del PIB. Algo tiene que ceder", resumió Krugman.
¿Cuándo arrancaron los problemas en China?
Según el balance de Krugman, por lo menos hace una década se evidencian falencias en el modelo. Sin embargo, se intentó "enmascarar" el problema del gasto inadecuado de los consumidores promoviendo una gigantesca burbuja inmobiliaria. Incluso, el mercado observó crecimientos increíbles de acuerdo con los estándares internacionales.
China: ¿cómo salir del estancamiento?
Para salir adelante, según analistas externos, China debe:
- Poner fin a la represión financiera;
- Permitir que una mayor parte del ingreso de la economía fluya hacia los hogares;
- Fortalecer la red de seguridad social para que los consumidores no sientan la necesidad de acumular efectivo.
De esta manera, podría reducir su gasto de inversión insostenible. Aunque hay actores poderosos, sobre todo empresas estatales, que se benefician de la represión financiera. Por ese motivo, es que se vuelve más complejo desentramar esa red.
¿El mundo debe preocuparse por la economía de China?
Si se compara la situación económica actual de China, es similar a la de Japón después del estallido de su burbuja de los años 1980. Aunque Krugman destacó que Japón gestionó bien su reducción y evitó el desempleo masivo. "Nunca perdió la cohesión social y política, y el PIB real por adulto en edad de trabajar aumentó en realidad un 50% durante las siguientes tres décadas, no muy lejos del crecimiento de Estados Unidos", remarcó.
Ahora, la preocupación deviene en que China no responda de esa manera. "No nos regodeemos con el tropiezo económico de China, que puede convertirse en un problema de todos", concluyó.
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