Todo el escenario internacional está montado como para que los bonos argentinos tengan una buena performance. Mucho va a ayudar el ingreso de dólares, que va a mantener deprimido el precio de la moneda norteamericana y le permitirá al Banco Central elevar las reservas a u$s 41 mil millones esta semana. Los bonos de los países emergentes avanzaron más que los de la Argentina. Esos países tienen el riesgo-país más bajo de su historia, lo que no sucede con la Argentina porque el INDEC trabó la suba de los títulos locales. A pesar de estos obstáculos, bonos, cupones y acciones locales pueden tener un buen desempeño esta semana porque el mundo está de buen humor.
Se repite la eterna paradoja del modelo productivo: el ingreso de dólares está complicando al gobierno en su afán por mantener el tipo de cambio alto, pero ahora como nunca antes. Esta semana se anunciarán además dos datos íntimamente ligados con esta situación: la emisión de un bono en pesos de la Argentina este jueves y la inflación minorista que, repitiendo el «modus operandi» desde enero en el INDEC, dará entre 0,4% y 0,6% de aumento.
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La ola de divisas que ingresan está en sintonía con lo que pasa en todos los mercados emergentes, especialmente Brasil y Turquía. Pero aquí hay factores autóctonos que insólitamente despiertan alarma oficial y se disponen medidas en función de ello. En el corto plazo puede funcionar, pero el margen de acción para mantener el dólar alto es limitado. Hay una bicicleta funcionando a pleno en el exterior: fondos captan de bancos de inversión dólares a tasa Libo (5,4% anual), se colocan en pesos a un año comprando LEBAC y recibiendo un rendimiento de 10,30%. Para cubrirse, compran dólar a futuro a un año (Non Deliverable Forward) por el que pagan una tasa implícita de 2%. Así obtienen ganancias de más de tres puntos «de aire», sin utilizar recursos propios.
En función de esto, hay que tener en cuenta los siguientes datos:
Mañana se anunciará una inflación minorista que a lo sumo, en el caso de mostrar algún ligero síntoma de transparencia, será de 0,6%. Trascendió de fuentes del INDEC que el dato real, sin la intervención oficial, hubiera sido de 1,7% fruto del alza de los alimentos, verduras y carne especialmente. Todavía no salió el decreto con los cambios en el INDEC, con la victoria del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, sobre Guillermo Moreno (y para arriba Julio De Vido) sobre el manejo del organismo, por lo que tampoco en el corto plazo cambiará la filosofía oficial.
El jueves se efectuará la licitación para emitir el primer bono en pesos por un equivalente a u$s 500 millones. Será a cinco años de plazo aunque podría extenderse a siete. La tasa sería de 12% o menos, en función de la situación de los mercados internacionales.
Pero este último punto está en línea con la avalancha de dólares. El Banco Central se comunicó con la Comisión Nacional de Valores para que demorela autorización para la colocación de Obligaciones Negociables. Es que cada vez que se emite una, inmediatamente ingresan divisas del exterior presionando más al tipo de cambio y por ende al Central en su esfuerzo por mantener la paridad. Para junio, según fuentes de la entidad a cargo de Martín Redrado, se esperan otros u$s 2.000 millones de ingresos de dólares.
A tal punto llega el furor por apostar a un peso más fuerte (dólar en baja) que el denominado «contado con liqui» para sacar fondos al exterior ( equivalente al dólar que se opera eludiendo los controles de cambio y haciendo figurar una compraventa de bonos simultánea) está más barato que el oficial. Esto significa que, a diferencia de otras épocas, no sólo es gratis sacar divisas del país sino que hasta es más barato que recurrir al mercado tradicional.
Pero es para destacar el furor por las Lebac del Banco Central en el exterior que en definitiva están dejando con menos poder de fuego a la entidad para esterilizar los pesos que emiten cuando compran dólares. Este título es demandado por inversores del extranjero. Así, en lugar de utilizarse en parte para retirar pesos de circulación, atraen más el ingreso de dólares y por ende aumentan el circulante de moneda local. Actualmente, la deuda del BCRA rinde cerca de 500 puntos básicos más que los títulos del Tesoro de EE.UU., bastante más que los títulos públicos. Más de 20% de las emisiones efectuadas por el Central en lo que va del año estarían hoy en manos de inversores extranjeros. La norma lo prohíbe pero, como siempre hay rendijas para eludirla. Fondos del exterior operan con bancos locales, que mantienen las Lebac y Nobac en cartera como si se tratara de una inversión propia, cuando en realidad los tienen en «custodia» para ellos. Ni siquiera el dólar es volátil, lo que da seguridad de precio de salida a extranjeros. La fiesta financiera a pleno.
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