21 de abril 2003 - 00:00

Con dólar alto sigue la caída de exportaciones industriales

Con dólar alto sigue la caída de exportaciones industriales
El tipo de cambio alto sigue sin alcanzar para que despeguen las exportaciones. Si bien resulta tentador pensar que ya está comenzando el boom exportador, luego de que en el primer bimestre del año las ventas al resto del mundo crecieron 16%, la mayor parte de ese aumento ocurrió impulsada por los mayores precios que registraron los productos que componen el set de exportaciones, y no porque se hayan vendido más productos, ya que las cantidades exportadas apenas crecieron 4%. Para agregar más datos desalentadores, basta con observar la evolución de las manufacturas de origen industrial (MOI), que en definitiva son los productos que menos dependen de los precios: cayeron 15% sólo en febrero comparadas con igual mes del año pasado y su peso en el total de exportaciones cayó de 31% en 2001 a 30% el año pasado, y sólo 27% en los primeros dos meses de 2003. El restante 73% son exportaciones de bienes de escaso valor agregado.

Materias plásticas y sus manufacturas, textiles y confecciones, manufacturas de cuero, máquinas, aparatos, material eléctrico, material de transporte terrestre, manufacturas de metales, vehículos de navegación aérea, marítima y fluvial, que explican 61% del total de las exportaciones industriales, lideran las caídas dentro de este rubro con porcentajes de bajas que llegan a 85%. Curiosamente, lo que se está dando en la Argentina es que la mayoría de estas empresas, más que buscar mercados adonde colocar sus productos, salieron a cubrir el espacio que dejaron los bienes importados y están colocando sus productos en el mercado interno. No hay boom exportador. Sobre todo si se observan que los productos que más están aumentando sus envíos son primarios (como maíz) y manufacturas agropecuarias (como aceites de soja) apoyadas en mayores precios o demanda mundial excedente. Por eso, desde el gobierno reconocen que el mayor beneficio de la devaluación fue haber impulsado la sustitución de importaciones, aunque no la consolidación de un país exportador.

•Sin cambios

Así, a 16 meses del fin de la convertibilidad y el comienzo de un nuevo modelo sustentado en un dólar caro, puede decirse que el sector exportador se mantiene inmune al valor del tipo de cambio y la situación de las ventas externas, en un análisis agregado, se mantiene en su misma estabilidad que el año pasado. En 2002, las ventas externas cayeron 5%, pero no porque la devaluación haya impulsado tal caída, sino por el comportamiento desfavorable de los precios que explican 80% de esa caída. Ahora, la situación no ha cambiado demasiado: en el primer bimestre del año (todavía el INDEC no ha anunciado los datos de marzo), las exportaciones crecieron 16%, pero 70% de ese aumento se explica por subas de precios y no porque se hayan exportado más productos. Incluso hay otro dato a tener en cuenta: desde Cancillería han reconocido que, a raíz de las numerosas misiones comerciales realizadas a México, Europa, Asia y Africa, este año se logrará incrementar las ventas externas en unos u$s 2.500 millones. Es decir, que la mayor parte del aumento en las exportaciones que se espera este año proviene de la implementación de una política activa sobre el comercio exterior, y no como respuesta a un dólar alto. En realidad, ya de más está decir que nunca se espera que luego de una devaluación las exportaciones reaccionen. Pero pensar que se va a exportar más sólo porque lo favorece el tipo de cambio, y más cuando hay un impuesto como las retenciones que quita parte de esa ventaja, es muy simplista. De hecho, el secretario de la Producción, Dante Sica, reconoce que el tipo de cambio no es todo: «Si todo pasara por el tipo de cambio, todos los años los exportadores pedirían un tipo de cambio más alto, pero si no hay políticas que alienten las productividad a través de la mayor incorporación de tecnología, lo que se gana por tipo de cambio se pierde por un parque tecnológico que va quedando obsoleto», dice.

La Argentina cuenta, además, con datos históricos que muestran que la relación entre el tipo de cambio y exportaciones no es demasiado importante. Según datos del Estudio Ferreres, mientras que entre 1980 y 1989 el tipo de cambio real creció a un promedio de 15% anual, las exportaciones lo hicieron apenas a 2,6% promedio anual. Contrariamente, de 1989 a 2001 el tipo de cambio real cayó a un promedio anual de 8,8%, mientras que las exportaciones crecieron a un promedio de 7,6% anual, el triple de la tasa observada en el período '80-'89.

La falta de crédito es uno de los principales limitantes hoy al despegue exportador.

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