5 de noviembre 2025 - 13:36

Crisis en la industria del electrodoméstico: más de 600 empleados afectados por la baja en ventas y el avance de las importaciones

La situación genera grandes preocupaciones en el sector. Señalan que es consecuencia de el estancamiento económico.

Las fábricas de electrodomésticos se ven perjudicadas por al sitiación económica. 
Las fábricas de electrodomésticos se ven perjudicadas por al sitiación económica. 
Ejes

La desaceleración del consumo interno y la creciente competencia de productos importados golpearon con fuerza al sector de los electrodomésticos durante los últimos meses. Dos de las principales compañías del país, Electrolux y Mabe, aplicaron medidas de emergencia que alteran su funcionamiento y ponen en riesgo la estabilidad de más de 600 trabajadores, cuando restan pocas semanas para finalizar el año.

En la ciudad de Rosario, la multinacional Electrolux acordó con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) la extensión del esquema de suspensiones rotativas para unos 400 operarios, ante la caída sostenida en las ventas y niveles de producción.

El plan, prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2025, permite a los empleados conservar sus puestos, aunque con una reducción temporal en los haberes.

Desde el sindicato destacaron que la medida busca evitar despidos masivos y dar tiempo a la compañía para reorganizar su estructura productiva en un contexto marcado por la recesión y la apertura del mercado.

Fuentes internas señalaron que la planta opera actualmente con actividad mínima, lo que genera incertidumbre laboral en cientos de familias del cordón industrial santafesino.

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El caso de Córdoba

En Córdoba, la firma Mabe inició un proceso de reestructuración interna que afecta a más de 200 empleados, los cuales fueron despedidos. En un comunicado emitido el 31 de octubre, la empresa informó que la medida tiene como objetivo “optimizar la eficiencia, adaptarse a las condiciones del mercado y mantener la producción en un escenario económico desafiante”.

La reorganización contempla la consolidación de operaciones en dos puntos principales: la planta de Luque, dedicada a la fabricación de lavarropas, secarropas y cocinas, y el centro de Río Segundo, que pasará a enfocarse en servicios, almacenamiento y control de calidad.

La planta de San Luis, especializada en heladeras, continúa operativa pero con una reducción del 40% de su capacidad. En total, allí trabajan unas 300 personas.

El comunicado de la empresa subrayó que “la medida busca preservar las cadenas de valor locales, garantizar la continuidad de la producción y reforzar la competitividad frente al ingreso de productos importados”.

Ajustes, inversiones y traslados

El gerente de Relaciones Institucionales de Mabe, Alejandro Iglesias, explicó que las dos plantas de la compañía “operaban al 50% de su capacidad, por lo que resultó más conveniente concentrar toda la producción en una sola sede”. También detalló que el predio de Río Segundo será reconvertido en un centro de distribución de gran escala.

De los 250 trabajadores de esa planta, más de 30 aceptaron retiros voluntarios con una oferta superior a la indemnización legal. A los demás se les ofreció trasladarse a la fábrica de Luque, ubicada a unos 60 kilómetros, con el costo del transporte a cargo de la empresa.

A quienes decidan no trasladarse, se les ofreció un acuerdo con el 110% de la indemnización”, indicó Iglesias.

El ejecutivo agregó que, junto con las inversiones recientes por u$s 25 millones en la planta de Luque, la empresa busca reducir costos y acercar sus valores a los precios de los productos importados, en espera de que las reformas laboral e impositiva prometidas por el Gobierno mejoren la competitividad del sector.

La economía estancada y la consecuencia en las fábricas

La situación de Electrolux y Mabe refleja la crisis generalizada que atraviesa toda la industria del electrodoméstico. La mayoría de las fábricas nacionales opera actualmente al 50% o 60% de su capacidad, golpeadas por la baja en las ventas y los precios más bajos de los productos importados.

Si bien algunas compañías comenzaron a complementar su producción con artículos traídos del exterior para mantener su participación en el mercado, el objetivo sigue siendo sostener la fabricación local y proteger el empleo.

Entre las empresas que continúan produciendo en el país se destacan Longvie, fabricante de cocinas, calefones, termotanques y lavarropas; Visuar, responsable de los lavarropas Samsung; Autosal, que produce y comercializa las marcas Kohinoor y Columbia; Briket, con base en Rosario y dedicada a equipos de refrigeración; y Bambi, especializada en heladeras y freezers.

Pese al panorama adverso, las compañías aseguran que su prioridad es mantener la actividad industrial en la Argentina, apostando a resistir el difícil contexto económico sin recurrir a despidos masivos.

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