Tras las elecciones de medio término, en las que ganó a nivel nacional La Libertad Avanza (LLA), el factor político que podía sumar incertidumbre quedó despejado. Sin embargo, las principales variables que mueven la economía –como el dólar, la inflación y las tasas de interés – tienen otros factores a considerar este mes, como una menor liquidación del agro, por lo que cae la oferta de dólares, y una leve presión en los precios producto de la cercanía al fin de año. Paralelamente, tras una enorme volatilidad por la falta de liquidez, las tasas comenzarían a normalizarse.
Dólar, inflación y tasas: el mercado redefine expectativas tras el 26-O y proyecta lo que viene en noviembre
Tras el triunfo electoral de LLA, se despejó el riesgo político, pero el mercado aún enfrenta menor liquidación de dólares del agro, presión inflacionaria estacional y tasas en proceso de normalización.
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  Las tres variables que mueven la economía se reacomodan tras las elecciones.
“Por ahora, lo que vemos para noviembre es que, pasadas las elecciones, ya sin la urgencia de absorber pesos que no impacten sobre el tipo de cambio, los niveles de tasa tenderían a volver a normalizarse. En ese sentido, estos días vimos algunos movimientos que apuntan a eso, como la flexibilización del requerimiento de encaje diario”, le dijo a Ámbito la economista de Eco Go, Rocío Bisang. Lo que sucedió fue que, en la previa electoral, la falta de liquidez llevó a que las tasas de interés, sobre todo las cortas, coticen en niveles estratosféricos, ya que llegaron hasta el 200% TNA.
Para liberar el apretón monetario, el Gobierno no solo dispuso cambios en el cómputo del requerimiento mínimo de efectivo que pesa sobre los bancos –aún deben cumplir con el 95% del encaje de forma diaria, mientras que el cumplimiento del 100% vuelve a verificarse de forma mensual–, sino que también el viernes entraron unos $5 billones que quedaron liberados al mercado después de que el Gobierno, en la última licitación de deuda, decidiera convalidar tasas más bajas a costa de un “roleo” de deuda menor.
Lo que pasará con el dólar y la inflación a fin de año.
A su turno, Eric Paniagua, socio de Dekadrak Venture Capital Consulting, en diálogo con Ámbito, también coincidió en que los valores de las tasas cortas están tendiendo a la normalización: “Ya se estuvo viendo en toda la semana pasada, especialmente el viernes. Creo que las tasas de caución terminaron en el orden del 30%, muy lejos de los valores que superaron el 100% TNA hace apenas unas semanas. Por el lado de las tasas, me parece que vamos a ver también una baja o una descompresión”.
“Las tasas están en un proceso de descenso y normalización, pero dependerá de la trayectoria del dólar oficial y de una eventual aceleración del tipo de cambio”, aportó a la discusión el economista Federico Glustein, también en charla con este medio.
Dólar: más calma por factor político, menos oferta por estacionalidad
Si bien las elecciones de medio término hicieron que el factor político descomprima la demanda de dólares, estacionalmente es un mes que juega en contra, ya que hay menos oferta de divisas producto de la liquidación del campo. “La expectativa de qué pase finalmente con el acuerdo con EEUU, si se sostienen o no las bandas y cómo sigue la dinámica de las reservas, van a ser claves –en particular en estos meses donde la estacionalidad propia de la oferta juega en contra–”, explicó Bisang.
Por su parte, Paniagua dijo que la tendencia del dólar a “estabilizarse” debería mantenerse en noviembre. “Me parece que, después del triunfo electoral del Gobierno, hay pocos factores que impliquen una mayor presión del tipo de cambio. Deberíamos considerar si puede llegar a influir algo de demanda estacional por vacaciones, pero me parece que eso va a ser más para diciembre que para noviembre”, aportó.
A su turno, sin embargo, Glustein lanzó algunas advertencias: “Si llegan divisas frescas podríamos tener un tipo de cambio estable; ahora bien, con lo que hay localmente, podríamos ver un oficial por encima de $1.500 más rápido que tarde”. Cabe resaltar que aún se espera la llegada de divisas por parte del “auxilio” financiero de EEUU a través del swap con el Tesoro por u$s20.000 millones, o el posible crédito del J.P. Morgan.
Inflación: ¿se consolida el piso del 2%?
“Lo primero que uno empieza a ver es que la inflación deja un piso de por lo menos 2% para noviembre, basado en incrementos en servicios como luz, gas, transporte y combustible; la base del incremento de alimentos de la última semana de octubre, entre otros, marcando alimentos y bebidas junto a la núcleo un valor superior al 2%”, le dijo a Ámbito Federico Glustein.
Cabe remarcar que aún no se conoce el dato del IPC correspondiente a octubre, pero las consultoras privadas ya especulan con que el dato dará por encima de la medición de septiembre. Así, algunas proyecciones ya lo ubican en 2,4% mensual, lo que le deja un piso alto a noviembre.
“En ese sentido, en lo que respecta a inflación, creo que hay efectos contrapuestos: si bien, con un sesgo expansivo en la política monetaria, la actividad debería tender a dinamizarse –lo que podría impulsar los precios al alza (a lo que además se suma la estacionalidad propia de esta época del año, donde el consumo tiende a aumentar por las fiestas y vacaciones, y las subas en regulados)–, el buen resultado electoral y la normalización de la macro mantienen las expectativas a favor de la desaceleración de los precios”, explicó Bisang.
En sintonía con este análisis, Paniagua cree que, si bien hay factores que podrían impulsarlo al alza, tendería a la estabilidad en torno al 2%. “Me parece que los meses de verano pueden llegar a tener alguna subida más por consumo que por aumentos. En noviembre es factible que veamos valores muy similares a los actuales: el 2% es un número que se está estabilizando y que tiene fundamentos para sostenerse en ese nivel, incluso con cierta desconexión del tipo de cambio”, cerró.
		
		
		

  
		
		
  
  
  
  

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