23 de septiembre 2008 - 00:00

Cristina celebrará acuerdo por la deuda en discurso de la ONU

Cristina de Kirchner ayeren Nueva York junto alcanciller Jorge Taiana y elembajador Héctor Timerman,antes de ingresar auna reunión con el presidentedel BID, Luis Moreno.
Cristina de Kirchner ayer en Nueva York junto al canciller Jorge Taiana y el embajador Héctor Timerman, antes de ingresar a una reunión con el presidente del BID, Luis Moreno.
Nueva York (enviado especial) - Cristina de Kirchner se encerró en su suite del hotel Four Seasons ayer después de haber visitado el NASDAQ, la Bolsa donde cotizan las acciones de empresas de tecnología en EE.UU., para preparar el discurso que presentará hoy ante la Asamblea de las Naciones Unidas y el mensaje que dará a las 18.30 de hoy también en la sede de la ONU cuando inaugure una muestra sobre los 30 años de Abuelas de Plaza de Mayo. Al mediodía, la Presidente hablará después de Luiz Inácio Lula da Silva, encargado de abrir las deliberaciones, George W. Bush y Nicolas Sarkozy, en el acto que el gobierno quiso mostrar como central de este viaje hasta el anuncio de la oferta de reprogramación de vencimientos y acuerdo con los bonistas que no entraron en el canje de deuda de 2005.

El discurso será una enumeración de los logros del gobierno, primero de todos la recomposición de la deuda impaga del país, y de algunos compromisos como la defensa de los derechos humanos, los esfuerzos del gobierno por esclarecer los atentados a la Embajada de Israel y a la sede de la mutual AMIA. También, el tópico reclamo por la soberanía en Malvinas.

Este asunto apareció ayer en la reunión de la Presidente en el Council of Foreing Relations, cuando su presidente, Richard Haass le explicó a Cristina de Kirchner que en la guerra de 1982 su país había apoyado a Gran Bretaña por un solo motivo, impedir una derrota de un miembro notable de la OTAN. «Durante esa guerra, en mi gobierno -del cual yo era parte- hubo tres posiciones, una de apoyo a la Argentina, otra de respaldo a Gran Bretaña y otra de neutralidad. Una, la representaba Caspar Weinberger, la otra, Alexander Haigh y la última por Jeanne Kirkpatrick». Cristina lo incomodó al preguntarle por cuál posición había optado él. Sonrió Haass y le respondió: «Apoyaba un poco a cada una de ellas».

Como lo hizo Néstor Kirchner en otras oportunidades, la Presidente eligió quedarse en la suite y no concurrió al cóctel que Bush brinda cada año a los mandatarios de todo el mundo al inicio de la Asamblea de la ONU. En el último año de mandato, es difícil que un presidente de los Estados Unidos convoque a muchos invitados a ese cóctel.

  • Paseo

    El ex presidente tampoco quisoacompañarla ayer al NASDAQ y se limitó a pasearse por el hotel y a atender a ministros siempre acompañado de Carlos Zannini en un sector del lobby bar que la seguridad mantiene cerrado y convirtieron en una suerte de extensión de la residencia de Olivos. Gracias a eso, Néstor Kirchner pudo cruzarse ayer con André Agassi y Steffi Graf que se alojan en el mismo hotel y salían de compras con sus hijos.

    Tampoco estará Kirchner esta noche en la recepción que ofrece el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon a los representantes de todo el mundo. Cristina de Kirchner estará allí sola, pero por obligación: el protocolo de la ONU impide que los mandatarios asistan con sus esposas o maridos. En la era Kirchner es la primera vez que el primer magistrado concurre a esta cena en la ONU.

    El mensaje de Cristina de Kirchner ayer ante empresarios y operadores del NASDAQ fue una réplica del que había presentado ante el Council on Foreing Relations. Era obvio que el interés principal de la Casa Rosada fue ver la imagen de la Presidente en la pantalla gigante de televisión que cubre varios pisos de la sede del NASDAQ en la calle 43 y Broadway, una de las esquinas de Times Square. A las 15.40 esa pantalla se iluminó mostrando una bandera argentina que ocupaba buena parte del frente del edificio con las palabras: «El NASDAQ da la bienvenida a Cristina Fernández de Kirchner», mientras grupos de argentinos, turistas y algunos neoyorquinos intentaban saber de qué se trataba la presentación.

    Adentro, el CEO de esa Bolsa, Bob Greifeld la presentó como la presidente de un país que había crecido a una tasa promedio de 8% en los últimos años y que tenía importantes alternativas de inversión. En el NASDAQ no sólo cotizan las empresas tecnológicas. En su listado aparecen cinco cotizantes argentinas: Alto Palermo y Cresud, del Grupo IRSA, Grupo Financiero Galicia, MercadoLibre y Ultrapetrol.

    Mientras tanto, el resto de la delegación comenzó ayer con su agenda propia. Julio De Vido arrancó con una reunión junto a directivos de JP Morgan, siempre buscando alternativas de financiamiento para el sector energético en la Argentina.

    Hoy seguirá con un encuentro que le organizó el embajador, Héctor Timerman con empresas energéticas. En el hotel New York Palace, de la calle 50 y Madison se encontrarán De Vido y algunos acompañantes como el gobernador Jorge Capitanich, con los representantes de Occidental Petroleum, Shell, Exxon, Apache y General Electric a las
    8.30. Obviamente el ministro quiere desplegar un operativo seducción en el sector que más problemas tiene la Argentina en materia de inversiones.
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