26 de mayo 2025 - 17:14

Donald Trump y su idea de recambios en la Fed: la Corte Suprema blinda a Jerome Powell

Sobre el fin de semana se conoció una misiva del máximo tribunal de EEUU a favor de la Fed y de su presidente, a contramano de los deseos del primer mandatario. ¿Qué tan factible era la posibilidad real del despido de Powell?

Para Jerome Powell, la ley garantiza la independencia de la autoridad monetaria.

Para Jerome Powell, la ley garantiza la independencia de la autoridad monetaria.

Fortune

La novela de la embestida del presidente Donald Trump contra el titular de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, tuvo un nuevo capítulo, esta vez a favor del banquero central luego de que la Corte Suprema de Justicia de EEUU publicara el último viernes una resolución que no solo blinda al ente monetario sino también a su presidente, al señalar que el primer mandatario no puede despedir a los miembros del banco central. "La Reserva Federal es una entidad cuasi privada con una estructura única que sigue la tradición histórica distintiva del Primer y Segundo Banco de los Estados Unidos", escribió el Supremo Tribunal buscando trazar una línea clara entre el banco central y otras agencias gubernamentales objeto del litigio.

Esta afirmación se enmarca en la causa para eliminar la suspensión de las órdenes que prohíben la destitución por parte de Trump de un miembro de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) y de otro integrante de la Junta de Protección del Sistema de Mérito (MSPB).

De todos modos, el Supremo Tribunal terminó por dar la razón a Trump en los despidos realizados en las otras agencias nacionales, aunque establece una protección especial para los integrantes de la Fed. Porque a pesar que el caso podría eventualmente regresar a la Corte por sus méritos, la decisión de los jueces de proteger preventivamente a la Fed de las implicaciones de la orden del Supremo Tribunal envía una señal fuerte: la base legal para las protecciones de remoción "por causa" para los miembros de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal y el Comité Federal de Mercado Abierto permanece intacta, por ahora.

Trump-Powell: una relación turbulenta que mira el mercado

Lo cierto es que esta resolución puede coadyuvar a calmar las relaciones entre el presidente y la Fed, que vienen navegando por serias turbulencias en los últimos meses. Vale recordar que unos pocos días atrás el propio presidente estadounidense tuiteaba que, según él, ya era demasiado tarde (en referencia a la baja de las tasas de interés) y que Powell era un tonto que no tiene ni idea, pero, aparte de eso, le caía muy bien. De ahí que lo rebautizó el “Sr. Demasiado tarde”. Pero, poco después, en “NBC News” Trump aseguró que no tenía intención de destituir al presidente de la Fed antes de que acabe su mandato en 2026: "No, no, no... ¿por qué iba a hacerlo? Puedo reemplazar a esa persona (de la quien dijo era un auténtico inútil) en poco tiempo”.

Todo este sainete no cayó bien en los mercados que decretaron una venta masiva no vista desde el inicio de la guerra comercial iniciada precisamente por Trump.

Por su parte, Powell, que normalmente se ha mantenido al margen de esta embestida, destacó la "independencia garantizada por la ley" del organismo monetario y aseguró que las decisiones de la Fed no estarían condicionadas por presiones políticas. No hay que soslayar que la Fed venía de decidir mantener la tasa de referencia “fed funds” en el rango 4,25%-4,5%, porque veía cada vez más posible que EEUU entre en estanflación, desatando la ira de Trump quien recordó que Powell en año electoral bajó la tasa varias veces para ayudar a Joe Biden y luego a Kamala Harris, y no funcionó muy bien. Trump, incluso, alega que Europa ya ha encarado varios recortes de las tasas de interés. En ese contexto, surgieron los rumores, confirmados posteriormente por el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, que el gobierno estaba estudiando cesar a Powell de su cargo antes de que expire su mandato en mayo de 2026. Powell había dejado claro que la ley no permite su despido y durante una disertación en el Club Económico de Chicago, subrayó el hecho de la "independencia garantizada por la ley" de la Fed y recalcó que "nunca nos dejaremos influir por presiones políticas". "La gente puede decir lo que quiera... pero haremos nuestro trabajo estrictamente sin considerar factores políticos ni de otro tipo", recalcó Powell, quien también puso en valor que la independencia de la Fed está "muy ampliamente comprendida y respaldada en Washington y en el Congreso, que es donde realmente importa".

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Las relaciones entre Trump y Powell vienen navegando por serias turbulencias en los últimos meses.

Las relaciones entre Trump y Powell vienen navegando por serias turbulencias en los últimos meses.

La credibilidad de la Fed y la confianza en el dólar

Mientras tanto, en el mercado reinaba cierta confusión sobre si el presidente tenía la autoridad legal para destituir a Powell antes de que finalice su mandato en 2026, y muchos recordaban que, durante el primer mandato, Trump presionó a Powell para que bajara las tasas de interés, pero nunca cumplió con las amenazas de despedir a quien designó para dirigir la Fed en 2018 (claro que en esos tiempos la Fed tocó las tasas en la dirección que Trump deseaba). Algunos arriesgaron que una salida elegante sería el nombramiento de alguien de manera inmediata como sucesor de Powell a partir de 2026, cuando finalice su mandato, de esta manera se aseguraría una gran influencia sobre la Fed. La clave pasaba por no atentar contra la credibilidad de la Fed porque afectaría la confianza en el dólar, y los mercados podrían ajustar hacia arriba las primas de riesgo político para los activos en dólares.

De todos modos, la animosidad de Trump con Powell no escapa al perfil del primer mandatario y cómo actúa cuando decide confrontar abierta y agresivamente contra otro, debido a algún desacuerdo.

Powell, o JePo como se lo conoce en Wall Street, designado como presidente de la Fed por Trump en 2018 y con un mandato renovado por cuatro años por Biden en 2022, lleva el final de su mandato a mayo de 2026. Ahora bien, ¿qué tan factible era la posibilidad real del despido de Powell? Los siete gobernadores del sistema de la Fed, incluido el presidente, son designados por el presidente y confirmados por el Senado. La Ley de la Fed de 1913, que creó el banco central de EEUU, estipula que solo pueden ser destituidos "por causa justificada", no por desacuerdos políticos o de política monetaria. Al igual que sus predecesores, Powell ocupa tres cargos: presidente del Sistema de la Reserva Federal, miembro de la Junta de Gobernadores y presidente del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el organismo encargado de establecer las tasas de interés.

A simple vista Trump no puede despedir a Powell, pero además la historia parece jugar en contra del primer mandatario al no contar con un precedente legal directo, ya que ningún presidente en la historia de EEUU ha intentado jamás despedir a un presidente de la Fed. ¿Por qué se complicaba este tema? Debido, precisamente, a que había abiertas dos demandas por los despidos de dos demócratas de juntas laborales federales por parte de Trump. Según los letrados, permitir el despido de Cathy Harris de la Junta de Protección del Sistema de Mérito y de Gwynne Wilcox de la Junta Nacional de Relaciones Laborales antes de que expiren sus mandatos tendría implicaciones para múltiples agencias federales que van desde la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte hasta la Fed. "Validar estos despidos abriría la puerta al caos, incluida la posible destrucción de la Reserva Federal independiente de la que depende la economía nacional", afirmaron. Por eso Powell aprovechó su intervención en el Club Económico de Chicago para subrayar la "independencia garantizada por la ley" del organismo monetario y afirmar que no creía que ese caso se aplique a la Fed.

Cambio en la Fed: eventuales estrategias

En el caso de que Trump intentara quitar a Powell solo como presidente del sistema de la Fed, este podría seguir siendo gobernador hasta que su mandato expire a fines de enero de 2028. La próxima vacante programada no se da hasta enero de 2026, lo que dejaría a Trump únicamente la opción de nominar a uno de los otros gobernadores en funciones como presidente. Dos de esos otros seis fueron nombrados por Trump en su primer mandato: los gobernadores Christopher Waller y Michelle Bowman. Pero, al igual que Powell, estos han hablado sobre la importancia de la independencia de la Fed. Además, Trump no tiene control directo sobre quién preside el FOMC. El presidente del FOMC es elegido anualmente por los 12 miembros del Comité: los siete gobernadores, el presidente de la Fed de Nueva York y cuatro de los otros presidentes de bancos regionales, que forman parte de este de manera rotativa. En teoría, estos podrían elegir a cualquiera de los miembros, pero la tradición juega en contra de Trump: históricamente, el FOMC elige al presidente de la Fed como su líder, con el presidente de la Fed de Nueva York como su vicepresidente.

Los expertos, entonces, consideraron que la medida que tendría más impacto sería la de quitar a Powell como gobernador, ya que daría a Trump tanto una vacante en el consejo como una vacante en la presidencia para llenar con un candidato de su propia elección. Con todo, Powell podría impugnar su despido y llevar al presidente ante los tribunales. Pero esto, según los expertos, abriría la puerta a que Trump despidiera a tantos gobernadores como quisiera hasta dar forma a una Fed a su imagen y semejanza. Allí surgió el rumor de que el principal candidato era, según el diario financiero Wall Street Journal, Kevin Warsh, gobernador de la Fed entre 2006 y 2011, quien habría aconsejado a Trump que permita que Powell llegue al final de su mandato. También el semanario financiero “Barron's” se hizo eco de las teorías que circulaban destacando que había una teoría, entre el círculo íntimo del presidente, que era la de nombrar a una suerte de "presidente en la sombra", alguien identificado públicamente como el presunto reemplazo de Powell que podría empezar a moldear las expectativas del mercado antes de asumir oficialmente el cargo. Ese tipo de sucesor no oficial podría contradecir públicamente a Powell, socavando efectivamente su credibilidad al tiempo que señalaría un inminente cambio en la política monetaria. Por ahora, no hay nada definido.

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