El Pacto Social no frenará la inflación
Mario Brodersohn fue el encargado de analizar la coyuntura en setiembre en la tradicional sección de este diario de «El economista del mes». El ex secretario de Hacienda de Raúl Alfonsín, que dirige la consultora Econométrica, junto con su economista jefe Ramiro Castiñeira advierten que el principal riesgo para el próximo gobierno es la aceleración inflacionaria. En el primer trimestre de 2008 las negociaciones salariales serán el test para vislumbrar la supervivencia del actual modelo. De todos modos el próximo gobierno contará con la gran bonanza que le brindarán los altos precios internacionales de las materias primas.
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2 - Esto constituye una gran tentación fiscal.
No descarto que después de las elecciones el gobierno se vea tentado de aumentar las retenciones a las exportaciones, sobre todo de trigo y a lo mejor de soja. Los superávits (el fiscal y el de la balanza comercial) cada vez son menores. El Resultado Fiscal Consolidado (Nación más provincias y el pago de intereses) era 3,7% del PBI en 2004 (2,6% Nación y 1,1% provincias); este año cae a 0,3% (0,4% y -0,1 respectivamente) y para 2008 puede llegar a ser nulo o negativo. El próximo año va a estar dominado por dos tendencias. A favor del gobierno, la continuidad del aumento de los commodities, la devaluación del dólar respecto de las otras monedas (lo que implica mayor competitividadal estar Argentina atada al dólar) y además la reducción de la tasa de interés internacional. La negativa es la aceleración de la inflación, que es el talón de Aquiles del modelo, junto con todas las asignaturas pendientes que quedan, como ser la distorsión de precios relativos, el atraso de las tarifas, la crisis energética, la carga que implica la falta de inversión privada en el sector infraestructura. Son problemas que el gobierno ha estado barriendo debajo de la alfombra. El test va a ser pasar las paritarias en el primer trimestre de 2008. En ese contexto veo difícil que el gobierno tome decisiones de eliminar todos los subsidios que está dando. Es por esto que la situación fiscal va a seguir siendo delicada.
3 - ¿Cómo enfrentaría esta aceleración inflacionaria?
El tema sigue siendo fiscal porque la política de tipo de cambio alto en un contexto de ingreso de capitales lo que más requiere es un superávit fiscal que permita financiar la compra de dólares en lugar de hacerlo emitiendo dinero y colocando deuda. Esto empezó bien en 2004, pero se fue debilitando y hoy hay un superávit de caja de cero pesos.
El tema de las provincias en 2008 va a ser muy delicado porque éstas dependen de una fuerte suba de salarios, por lo que pueden recurrir a aumentar los libramientos impagos, a más deuda flotante y otra vez a buscar fondos para financiar los desequilibrios. Y a nivel del gobierno Nacional, se vislumbra que se va a mantener la tendencia de un mayor crecimiento de los gastos por sobre los recursos. Además, mantendrán los subsidios.
Desde el punto de vista fiscal, la reforma previsional tiene un efecto positivo por todos los que están optando ahora por la jubilación estatal -se calcula que alcanzará a 1 millón-que implica una mayor recaudación. Pero por otro lado, al incorporar casi 40% más jubilados, habrá un aumento explosivo del gasto, cuyo efecto neto se estima que será negativo en 0,5% del PBI en 2008. Antes de esta reforma, en 2001, 40% de la población pasiva tenía una jubilación mínima y hoy debe estar en 95%. No podrán desconocer un ajuste de las jubilaciones.
4 - ¿Por dónde puede venir el sinceramiento de la situación económica, un nuevo default?
O el gobierno toma la iniciativa o lo hace tarde o temprano el mercado. Cuando el gobierno se reprime, termina siendo reemplazado de manera más caótica por el mercado. Creo que el sinceramiento va a surgir por la tasa de inflación y la puja distributiva. Es decir, un mayor estado de crispación de la sociedad, que lo veo delicado porque en 2009 hay elecciones legislativas, y si el gobierno pierde luego es muy difícil repuntar con miras a 2011. Ya les ocurrió a Alfonsín en 1987 y a Menem en 1997.
El gobierno, a través del Pacto Social (a la Gelbard), tiene dos objetivos: frenar las demandas salariales y lograr un acuerdo de precios con las empresas. Ese acuerdo en un contexto de debilidad fiscal y presión inflacionaria no es bueno. Vale recordar que el pacto social del 73 también incumplió con una serie de reformas estructurales que se había planteado.
La gran diferencia de ahoracon el rodrigazo ( explosión inflacionaria que sinceró la distorsión de precios del pacto social) es en primer lugar el poder político, que antes estaba diluido con «Isabelita». Además, el tipo de cambio real sigue siendo muy alto en la Argentina. Y por último, los precios de los commodities son tremendamente favorables. No recuerdo otro período en la historia en el que hayan sido así.
Si Cristina gana en la primera vuelta, seguramente tenga una luna de miel que le da cierto colchón. Al mismo tiempo, está tratando de crear una imagen de estar más predispuesta al diálogo. Pero cuando llegue a la realidad, habrá que ver si el gobierno está dispuesto a enfrentar los desafíos que estuvo barriendo bajo la alfombra: crisis energética, distorsión de precios relativos, falta de inversión del sector privado, entre otros.
5 - ¿Qué evaluación hace de la política monetaria y cambiaria?
Hasta ahora (Martín), Redrado ha tenido una política monetaria pasiva. Es muy difícil saber cuál es el indicador razonable a seguir.
Algunos miran la expansión de la Base Monetaria; otros, el agregado M2. Yo tomo el comportamiento de las tasas de interés, que con la aceleración inflacionaria, siguen siendo negativas. O sea, hay una política pasiva que hasta que se desató la crisis financiera implicaba una fuerte expansión del crédito bancario al sector privado, que es un factor de expansión de la actividad económica.
El objetivo del Banco Central de congelar el dólar, tratar de bajar las tasas de interés, más las medidas que tomó la Reserva Federal de EE.UU. crean todas las condiciones para que vuelva a haber entrada de capitales y se reactive la economía. Lo que parecía que iba a ser un problema muy negativo en agosto, cuando hubo una fuga de capitales de u$s 800 millones, a partir de estos días veo más difícil que ocurra. Además, el riesgo-país, que a principios de año estaba al igual que el de Brasil, en 200 puntos básicos, llegó casi a los 460, y muy probablemente a fin de año va a volver a situarse en 250.
A diferencia de 2000, los bancos están hoy mucho mejor. Primero porque la rentabilidad mejoró. La cartera de títulos públicos paulatinamente se está recuperando. Están razonablemente sólidos. La perspectiva de una corrida es difícil que se dé.
6 - ¿La fuerte emisión de deuda del BCRA se puede asemejar al festival de bonos de los 80?
No, porque la situación era bien distinta. Teníamos déficit fiscal, teníamos la Cuenta Regulación Monetaria bien negativa (era un factor de emisión monetaria). Hoy el BCRA emite comprando dólares y lo hace para aumentar las reservas, no para financiar el gasto público. La situación es más sólida.
Si hay una corrida, están los dólares para afrontarla. Pero todas las experiencias internacionales muestran que el stock de reservas no es suficiente para afrontar una crisis cuando se da vuelta el mercado.
Además, hoy en día, con la globalización de los mercados financieros, es mucho más fuerte la velocidad de los acontecimientos que en los 80.
7 - ¿Qué activos financieros tienen mejores perspectivas?
El gobierno trabaja con una hipótesis de tipo de cambio en $ 3,21 para 2008 ($ 3,12 fue en 2007), creo que va a estar más cerca de $ 3,25. Los bonos en pesos están totalmente desacreditados por la manipulación del índice de precios, por lo que sólo quedan los nominados en dólares. Uno que estaba moviéndose de manera bastante estable y favorable es el Par en dólares. Porque el Discount es mucho más volátil. El otro es el cupón ligado al PBI en dólares legislación Nueva York, es más líquido (vienen adosados a los bonos del canje, pero se negocian por separado). Este tiene que pagar el 15 de diciembre u$s 1,30 por cada 100. Con el crecimiento de este año más la evolución de los precios implícitos estimamos que el próximo año va a ser u$s 2,20. O sea que si uno compra hoy (cotiza a u$s 12), en dos años cobra u$s 3,50. Si la economía sigue creciendo, es un buen instrumento para tener. Además, posee la gran ventaja que está fuera de la manipulación de Moreno, porque se calcula con los precios implícitos del PBI, no con el IPC.
Como de costumbre, se subestima el crecimiento en el Presupuesto (ver nota aparte), al ser de 4% para 2008 cuando sólo el efecto arrastre de 2007 sería de 3 puntos. Nosotros estimamos un crecimiento de 6%. Este crecimiento es bueno desde el punto de vista de la actividad y del empleo, pero no desde el de los precios.
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