La Mesa de Enlace, conformada por las entidades agropecuarias, emitió un comunicado con duras críticas al denominado “impuesto a la riqueza” que el Gobierno busca implementar de manera excepcional y por única vez teniendo en cuenta el contexto de pandemia.
Mesa de Enlace se manifestó contra al impuesto a la riqueza
Lo tildan como un impuesto confiscatorio que desalentaría la voluntad de inversión del campo.
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En el escrito, los representantes del campo detallan que “el mal llamado impuesto a la riqueza, es en realidad, un tributo de carácter confiscatorio, que atenta contra la inversión, la incorporación de tecnología y la creación de empleo, en un momento en que la Argentina lo necesita desesperadamente”.
De esta manera una vez más, los representantes de los productores agropecuarios nucleados en CRA, Coninagro, Federación Agraria y Sociedad Rural -de la mano de fuertes críticas- optan por pararse en la vereda de enfrente de las iniciativas del Gobierno nacional. La negativa viene ahora asociada a que el nuevo gravamen impactaría de lleno en la voluntad de inversión de los productores.
Lo cierto es que tiempo atrás, la historia era totalmente distinta, ya que incluso la Sociedad Rural llegó a convalidar la suba de retenciones que decretó el Gobierno de Mauricio Macri, teniendo en cuenta el contexto país y las exigencias del FMI.
En aquel entonces en un comunicado expresaban: “Nos hacemos eco del mensaje del Presidente que nos convoca a todos los argentinos a trabajar juntos para sacar al país definitivamente de la crisis y terminar con la corrupción. El campo continuará una vez más, colaborando con toda iniciativa que apunte a proyectar a nuestra Nación definitivamente en el sendero del desarrollo”.
Más acá en el tiempo, esa colaboración del campo parece haberse agotado, porque apenas días antes de que el proyecto sea tratado en la Cámara de Diputados, el comunicado manifiesta “alarma por tratarse de un nuevo impuesto que se suma a la larga lista de tributos, tasas y gravámenes, incluyendo los derechos de exportación, que viene pagando el sector, aumentando aún más una presión impositiva ya de por sí insoportable para el productor”.ccc
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