9 de abril 2019 - 00:01

"Ley de góndolas" Carrió: entre Robin Hood, Juan sin Tierra y la concentración empresaria

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El recorrido de la inflación en la gestión Macri fue de 40,3% para el 2016, 24,8% para el 2017, 46,7% para el 2018 y casi un 11% en el acumulado del primer trimestre de 2019. Ya en el comienzo de su gestión en el año 2016 la diputada nacional Elisa Carrió expresaba su disconformidad con las grandes empresas de consumo masivo y grandes cadenas de supermercados. En aquel entonces Alfonso Prat Gay, ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, había planteado la posibilidad de instrumentar una “ley de góndolas” a la ecuatoriana que establece parámetros de participación de pymes, relación entre la producción y comercialización, abusos en las promociones y exhibiciones por parte de supermercados, entre otros.

Hoy el proyecto de ley “Carrió” de Competencia de la Cadena Alimenticia plantea algunos interrogantes.

¿Las malas son las grandes empresas?

Uno de los disparadores fue la ausencia en góndola de leche “Armonía” segunda marca de “La Serenísima”. ¿La consulta es si esa ausencia es porque la empresa es malvada o algo está pasando en ese sector lácteo? En enero las olas de calor le generaron “estrés hídrico” a las vacas por lo cual disminuyó la producción de leche y en febrero las inundaciones en el Litoral también generaron merma. Resultado: la producción de leche febrero 2019 frente a febrero 2018 cayó -7,3 %. La producción febrero 2019 frente a enero 2019 cayó 19%. La capacidad instalada de la industria láctea está en sus niveles más bajos: 44 %.

Los grandes jugadores como Saputo y La Serenísima se llevan la poca leche que hay por lo cual las Pymes no están pudiendo producir. Eso reduce la oferta y la competencia. Las condiciones económicas de Argentina llevaron a que la producción de leche en Argentina de acuerdo al OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea) en 1999 sea de 10.329 millones de litros. Sin embargo, 20 años después la producción de leche con crecimiento demográfico en Argentina la producción de leche en 2018 fue de 10.527 millones de litros. Es decir ¿la culpa es de las grandes empresas que tiene poder para coordinar la producción y abastecimiento en mejor situación que las pymes o de los 20 años de malas políticas para el sector que generaron que cierren cientos de tambos y pymes en el sector lácteo? En Brasil en el mismo período la producción de leche creció un 75%.

La concentración económica en grandes empresas y cadenas de supermercados

Sin ninguna duda en sectores sensibles de consumo masivo donde hay situación oligopólica de mercado, es decir, hay pocos oferentes que superan más del 60 % de participación de mercado en pañales, detergentes, café, gaseosas, yogures, leche, entre otros. Sin embargo, ¿este estadio de concentración de oferta de productos en consumo masivo en pocas manos se generó solo por virtud y malicia de las grandes empresas? De 2011 a la fecha Argentina vive un proceso de “desertificación empresarial” pyme. De acuerdo a datos del Banco Mundial, en Argentina nace una sociedad formal cada 2.326 habitantes entre 15 y 64 años, en Brasil nace una cada 300 habitantes y en Chile una cada 125. De acuerdo con los datos del Instituto del Fracaso, las empresas nacientes en América Latina y el Caribe tienen un promedio de vida de 2,9 años.

En Argentina, 93% de las empresas sobrevive menos de un año. De acuerdo a un Informe de la Fundación del Observatorio Pyme la proporción argentina de emprendedores con respecto a la población económicamente activa es 5% inferior a Brasil y 10% inferior a Chile, también es inferior a la proporción registrada en México, en Perú y en Colombia. Para tener una idea de la magnitud de nuestro déficit emprendedor, se puede observar que para alcanzar sólo el nivel de Brasil, Argentina debería crear 1.000.000 de nuevos emprendimientos. En definitiva parecería ser que la economía se concentró en el sector privado más por decidía de las políticas económicas del sector público que por virtud del propio sector privado.

Participación en góndolas de las pymes

La ley que propone Carrió propone que “está prohibido pautar la participación de un producto alimenticio de una marca determinada que supere al veinte por ciento (20%) del espacio disponible que el producto comparte con otros de similares características” y además qué "los exhibidores contiguos a las cajas y las islas de exhibición deben garantizar al menos un cincuenta por ciento (50%) de productos de origen local y/o producido por Pequeñas y Medianas Empresas o por Cooperativas y/o Asociaciones Mutuales". Por más que le demos más participación de góndola a las pymes en el supermercado o mejores condiciones en el aprovisionamiento hacia las grandes empresas de consumo masivo ¿está pudiendo soportar ese sector empresario las condiciones actuales de la economía? La liquidez en el mercado hoy es “oro” para las pymes. Intentan vender en efectivo para evitar pagar los costos del sistema financiero, los plazos de cobro del mismo y tasas superiores al 70 % para financiar su capital de trabajo. La CAME pide que los bancos no les cobren el 1 % por los depósitos en efectivo que efectúan para cubrir sus cuentas en rojo. El impuesto inflacionario hace que los microemprendedores y pymes facturen más por inflación pero vendan menos por volumen por lo cual paguen más impuestos vendiendo menos. Los microemprendedores y comercios minoristas tradicionales obligados a blanquear sus ventas con controladores fiscales y factura electrónica encuentran un sistema de presión tributaria que no le deja respiro y oxígeno para la supervivencia. O Monotributo para sobrevivir o salto al vacío para responsable inscripto con carga tributaria imposible de sobrellevar. Las pymes necesitarían tener mejores condiciones para fortalecer su economía y finanzas y no necesitarían que les “regalen” góndola. Tendrían la capacidad suficiente como un actor empresario privado más del mercado ganársela solo. Las grandes empresas le pisan la cabeza por que transita por la vida económica argentina con los pies atados por impuestos elevados para su volumen de producción.

El diagnóstico de Elisa Carrió es real. Hay concentración económica en varios rubros de consumo masivo, puede haber prácticas abusivas de las grandes cadenas de supermercados y las pymes tienen poco acceso a insertarse en el surtido de una categoría en la exhibición. Sin embargo, para oficiar de “Robin Hood de las pymes” hay que conocer bien la historia. Este arquero medieval luchaba contra el príncipe “Juan sin tierra” que por la fuerza pública tomaba la riqueza de los nobles. ¿El problema es que las grandes empresas de consumo masivo y los supermercados condicionan a las pymes o que las pymes no pueden generar riqueza por que el Estado “Juan sin Tierra” le impone las peores condiciones para pararse de frente a las grandes empresas?

(*) Economista, director de FocusMarket

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