23 de septiembre 2008 - 00:00

Largo camino, pero sin vuelta atrás

El edificio del NASDAQ, en el corazón de Manhattan, mostró ayer la presencia de Cristinade Kirchner.
El edificio del NASDAQ, en el corazón de Manhattan, mostró ayer la presencia de Cristina de Kirchner.
Nueva York (enviado especial) - Quedó claro ayer aquí que el gobierno tiene un largo camino todavía para cerrar la oferta de los tres bancos, como la denominó Cristina de Kirchner, para canjear la deuda de los «holdouts» y reprogramar los vencimientos de 2009 y 2010. Es cierto que la Presidente reconoció ayer que debe analizar la propuesta de Barclays, el Citi y el Deutsche Bank e inclusive que esa operación debe aprobarse en el Congreso, pero sería difícil para el gobierno dar marcha atrás con un anuncio de esa dimensión si el acuerdo no se alcanza.

De ahí que llamaron la atención algunas explicaciones que se dieron aquí sobre las características de esa Reestructuración Estratégica de Deuda, tal el nombre oficial.

Después del anuncio de Cristina de Kirchner en el Council on Foreign Relations, todos los funcionarios argentinos en Nueva York se desesperaron por explicar la operación en el lobby del hotel Four Seasons. Ese interés alcanzó hasta a la propia Presidente (ver aparte).

Allí se explicaron algunos de los puntos de la propuesta. A saber:

  • Los tres bancos en cuestión presentaron una oferta para canjear la deuda de los bonistas que no aceptaron el canje y al mismo tiempo reestructurar los vencimientos de los préstamos no garantizados con vencimientos en 2009 y 2010. Es lo que en el gobierno llamaron «despejar el horizonte», al no necesitar la Argentina, según esa explicación, ni un centavo más de financiamiento para cubrir esas necesidades en los próximos dos años.

  • Esa propuesta es la que demoró la llegada de Carlos Fernández a Nueva York. A pesar de que hubo anticipos sobre la posibilidad de negociar con los «holdouts» (o con los bancos que los representan, según la palabra oficial), recién el viernes pasado se aceleró esa posibilidad. Por eso el ministro de Economía se bajó del avión presidencial sin previo aviso, al punto que su equipo, que ya lo esperaba en esta ciudad, fue al aeropuerto a buscarlo y no lo encontró entre la delegación.

  • De acuerdo con las explicaciones dadas ayer por funcionarios, no todos los bonos serán canjeados: «Algunos se canjearán y otros serán reprogramados», pero en ningún caso habrá efectivo para los «holdouts» ni se pagarán comisiones, se insistió, quizás queriendo diferenciar esta operación del famoso megacanje de Domingo Cavallo.

  • El gobierno insistió ayer en Nueva York con que las dos operaciones (canje a los bonistas y reprogramación de vencimientos) son independientes una de la otra.

  • La operación seguirá dentro de los cánones fijados por la Ley del Canje, por lo que el Congreso deberá aprobarla, pero además eso le fija un límite: el gobierno deberá demostrar que los nuevos bonos a emitir no implican un incremento de deuda y cuál será la tasa final que el Estado pagará por las dos operaciones.

    Facsímil del acta presentada ayer en Casa de Gobierno.
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