Domingo Cavallo aseguró que Mauricio Macri debe encarar un "desafío titánico" con la eliminación de subsidios y el tarifazo, pero aclaró que "nada se conseguirá por demorar en el tiempo las decisiones más difíciles".
El exministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, exhortó al Gobierno nacional a continuar con las medidas de ajuste para alcanzar una "normalización" en el rumbo económico del país.
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"Es imposible estabilizar si antes no se normaliza el funcionamiento de los mercados eliminando, simultáneamente, subsidios e impuestos distorsivos y regulaciones anti-productivas", señaló Cavallo en su última columna de op8inión, publicada este miércoles en su blog personal.
"Los macro-economistas muchas veces no prestan suficiente atención a esta cuestión", advirtió, y continuó con una comparación con la economía chilena de los '90. "Está ocurriendo en la actualidad cuando se trata de comparar el desafío de estabilización que enfrenta el gobierno de Macri con el que enfrentó el gobierno de Patricio Aylwin en Chile en 1990. Se argumenta que, así como Chile, con adecuadas políticas macroeconómicas pudo bajar gradualmente la inflación del 26% en 1990 a menos del 10 % en 1995 y a menos del 5% en 1999, en Argentina será factible bajar la inflación con políticas semejantes a las aplicadas allá, sin necesidad de apelar a reformas más integrales como las que acompañaron, por ejemplo, al Plan de Convertibilidad de 1991", escribió.
En este marco, dijo que el "desafío" que enfrenta el gobierno de Macri es "mucho más complejo" que el que enfrentó en Chile el gobierno de Aylwin y recalcó que en 1990 el país vecino funcionaba como una economía "normal", con mercados libres no "distorsionados" ni por subsidios, ni por impuestos y mucho menos por regulaciones anti-productivas y trabas al comercio exterior. "Tampoco tenía Chile los problemas fiscales que enfrenta hoy Argentina. Además, gozaba de buen crédito interno y externo porque había evitado el default de su deuda. Se trataba de una economía que nunca se había dolarizado, porque habían evitado las tasas reales de interés fuertemente negativas y, por consiguiente, la gente utilizaba la moneda local tanto para sus transacciones como para sus ahorros sin preocuparse por protegerse con dólares", agregó.
"La situación de Argentina en 2016 es muy diferente a la chilena de 1990", prosiguió Cavallo en su análisis histórico comparativo. "La economía funcionó hasta 2015 como una economía reprimida y desequilibrada, no muy diferente a la que dejaron como herencia los gobiernos peronistas en 1955 y 1976 o los que heredaron los gobiernos de (Arturo) Frondizi en 1958, de (Raúl) Alfonsín en 1983 y de (Carlos) Menem en 1989. En todos los casos mencionados, fue necesario pasar por un período de normalización económica antes de poner en marcha un plan creíble de estabilización. Y ese período de normalización o 'sinceramiento' de la economía, siempre fue política y socialmente penoso", sostuvo.
De este modo, según el extitular de Hacienda y Finanzas, recién "ahora el gobierno de Macri parece estar tomando conciencia de lo costoso que será la normalización de la economía".
"Seguramente, sus asesores políticos que no entienden nada de economía, deben estar buscando chivos expiatorios sin advertir que, lo hicieran como lo hicieran, iba a doler mucho", alertó.
En la columna, Cavallo destacó la tarea de su párvulo Federico Sturzenegger al frente del Banco Central. "Está haciendo una tarea eficaz para reducir la inflación que se refleja en los precios de mercado. Pero con los desequilibrios heredados esa tarea no es suficiente", aseveró.
Para el exdiputado nacional el "esfuerzo" de la administración de Cambiemos debería "concentrarse en la difícil tarea de remover subsidios e impuestos distorsivos, eliminar regulaciones anti-productivas, remover obstáculos al comercio exterior y a las inversiones, eliminar de los gastos del Estado, tanto los engrosados por la corrupción como los que resultan de las ineficiencias y despilfarros que se dan en todos los niveles de gobierno".
El exministro consideró que estas maniobras requieren no sólo "adoptar las decisiones correctas sino explicarlas a la población, mostrando, al mismo tiempo, que se redoblan los esfuerzos para atenuar el sufrimiento de los más pobres y que se les exige, a quienes tienen gran poder económico y gozan de altos niveles de riqueza, que dejen de reclamar privilegios ni evadan impuestos y responsabilidades".
Por último, dijo que Macri debe encarar este "desafío titánico", pero aclaró que "nada se conseguirá por demorar en el tiempo las decisiones más difíciles". "Cuanto antes la economía se haya normalizado, más rápido la gente comenzará a tener buenas expectativas", concluyó.
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