17 de agosto 2001 - 00:00

Ni suba ni rebote, apenas un subote

Ni suba ni rebote, apenas un subote
Para que un mercado financiero sea viable, los precios que se negocian deben obedecer a lo que se conoce como una «martingala». Esto es un proceso en el cual la distribución de las variaciones es totalmente aleatoria, pero el promedio de todas ellas debe ser positivo (esto significa algo así que a la larga, y si no comete muchos errores, la mayoría puede ganar). Matemáticamente, el mercado bursátil es una martingala (se parece a un casino, pero no lo es). Cuando la seguidilla de pérdidas se hace más larga de lo habitual, más allá de la natural preocupación que esto puede generar en los inversores, se incremente entonces la posibilidad de una jornada alcista, aunque más no sea que por simple cuestión estadística. Esta puede ser una de las explicaciones por qué la rueda de ayer, tras una apertura del lado negativo, comenzó a ver una suba en los precios de las acciones poco después de la una de la tarde y para cuando sonaba la campana en el NYSE se transformaba en una mejora de 0,42% para el Promedio Industrial que quedaba en 10.389,20 puntos, y un alza de 0,6% en el NASDAQ. El argumento anterior explica lo que se puede llamar la «gran figura». Mirando más de cerca lo acontecido, por la mañana el pesimista informe de ganancias de Ciena Corp (el papel cerró desplomándose 30%), pudo más que el informe de la inflación minorista que retrocedió 0,3% en julio, la baja en el pedido de seguros de desempleo o la merma de 1,8% en los nuevos permisos de construcción de casas, que dieron aliento a quienes esperan más recortes de la tasa de Fed Funds. Es así que las Blue Chips alcanzaron a perder 0,71% poco después de mediodía mientras que las acciones tecnológicas retrocedían 2,75%. Sin motivos identificables a primera vista, los precios luego comenzaron a trepar, y 20 minutos antes del cierre los principales índices pasaban del lado ganador. Lo que más se notó en esta recuperación fue por un lado la aparición de compradores institucionales, cubriendo posiciones en descubierto y por el otro la suba de las empresas más vinculadas al comercio exterior que se benefician con la caída que está sufriendo el dólar frente al euro y al yen. Luego del cierre de las operaciones se conocieron los esperados balances de Hewlett Packard y Dell Computers. Si bien los números de la primera superaron lo esperado por los analistas y fue premiada con una mejora de casi 2% en el After Hours, los malos números del mayor armador de PC del mundo no sólo merecieron una nueva merma en el precio del papel sino que arrastraron a la baja la cotización de Cisco, Oracle, Microsoft, e Intel.

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