El presidente estadounidense, Barack Obama, se sumó a sus compatriotas y salió de compras en el fin de semana que marca el inicio de la temporada navideña en Estados Unidos, informan los medios.
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Obama y sus hijas adolescentes, Sasha y Malia, se trasladaron el sábado unos siete kilómetros en coche desde la Casa Blanca hasta "Politics and Prose", una librería de Washington ubicada en un elegante barrio del noroeste de la capital.
El presidente decidió sumarse así a la iniciativa "Small Business Saturday", una medida promovida en los últimos años para apoyar a los comerciantes locales ante el aumento de las ventas online y de las grandes cadenas.
El objetivo es hacer extensiva al sábado la "fiebre de compras" tradicional del viernes después de la fiesta de Acción de Gracias, la jornada en la que normalmente más se vende en todo el año. Eso sí, comprando en tiendas pequeñas.
Vestido con un suéter y una chaqueta marrón de cuero, Obama pasó unos 20 minutos recorriendo la librería, en la que charló con otros clientes mientras sus hijas miraban las estanterías. Según dijo, compró "una larga lista" de libros de cada grupo de edad "desde los cinco a los 52 años".
Tras una media hora, el presidente deseó a todos "buenas vacaciones" y se fue mientras era aplaudido por los presentes.
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