24 de marzo 2005 - 00:00

Penoso

El estatismo que planea hoy sobre la Argentina como señal de retroceso nacional tiene nuevas probanzas. En vísperas de absorber la empresa chilena LAN el personal de LAFSA con pago del Estado sin trabajar, se conoció un "listado de la nómina" con datos alarmantes. Primero: de los 855 por absorber, sólo 450 pertenecían a las ex empresas LAPA y Dinar. Los 400 restantes son "ñoquis" designados por sindicalistas, funcionarios del gobierno y legisladores. Segundo: un importante secretario de Estado -súper "pingüino" él- aprovechó para incluir en LAFSA a su hija de 24 años que jamás había trabajado en LAPA ni en Dinar. Un sindicalista de un gremio aeronáutico que colaboró con el gobierno en crear este engendro que es LAFSA aprovechó e incluyó entre "el personal" a su padre y a su hermana. Un funcionario del Congreso también fue introducido ilegalmente como "aeronáutico" con $ 10.000 por mes. Hay más aberraciones y hasta ahora sólo un legislador -Federico Pinedo, del macrismo- avizoró algo de este negociado que llegaría a 400 "ñoquis" donde, no parece casual, vuelve a ser mencionado el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Más allá de este caso, las consecuencias de estatizar, además de tomas de aeropuertos por parte de quienes se enojan porque saben que en la actividad privada, como será con LAN Chile, no hay "ñoquis" toma actualidad la lograda frase del legislador radical Rodolfo Terragno, quien dijo: "Este gobierno crea empresas estatales como LAFSA, que no tiene aviones, y ENARSA, que no tiene petróleo".

Penoso
Una de las grandes dudas que genera la operación de LAN en la Argentina es cómo hará para compatibilizar su plantilla salarial con los sueldos que cobran los «empleados» de LAFSA. Es que, según una planilla a la que tuvo acceso este diario, los salarios arrancan en aproximadamente $ 1.200 y tienen techos superiores a los $ 13.000. El promedio da $ 2.385 sin vuelos que agregan inevitables horas extras muchas veces. LAN debe comprometerse por tres años a mantener esta nómina fraguada y abultada.

La remuneración total mensual -según esa planilla- trepa a 2.039.466 pesos, suma a la que debe agregárseles otros 236.525 pesos por vales de comida. Esas sumas, dividas por los 855 empleados que conforman el personal de LAFSA, da un promedio de $ 2.662 por empleado, sin dudas muy superior a lo que se está pagando en la industria aeronáutica en la Argentina.

Seguramente por este lado habrá que buscar las razones por las que los gremios aeronáuticos se oponen de manera tenaz a la desaparición de LAFSA: además de que buena parte de este personal goza del beneficio de cobrar sin desempeñar tareas -lo que lógicamente les permite a la vez realizar otras en su tiempo libre e incrementar sus ingresos- es un hecho que los chilenos querrán renegociar estas condiciones, a pesar de que su compromiso con el gobierno es mantener salarios y convenios por los próximos tres años.

• Llamativo

Varias cosas llaman la atención a los periodistas al observar este listado. Lo primero es que, entre los 855 beneficiarios de este plan de seguro de desempleo encubierto se cuentan dieciséis personas con ingresos superiores a los $ 9.500, una cifra de gerentes desproporcionada para cualquier estructura empresarial. Otra treintena de empleados cobra entre $ 3.500 y $ 6.000.

En la franja más alta de salarios se cuentan los de
varios comandantes, que hasta el momento de la quiebra de LAPA -cuyo personal, junto con el de DINAR, fueron «absorbidos» por la estatal LAFSA- percibían entre $ 4.000 y $ 5.000; luego de la «estatización» de esos empleados, sus salarios -de acuerdo con la planilla que mencionamos- treparon a más de $ 10.000 y uno llegó a $ 12.100.

Como siempre ocurre en estos casos, hay
«favores familiares» que pagar. Es el caso de la hija del secretario de Energía, Daniel Cameron, de nombre María Celeste (24 años de edad), que nunca había trabajado ni en LAPA ni en DINAR, y sin embargo figura como empleada de LAFSA con un salario de $ 1.714 más $ 194 de vales de comida. Cabe volver a recordar que LAFSA era sólo para los ex empleados de las dos aerolíneas quebradas.

También está el caso de
Sergio Ramón Dotta (salario de $ 6.417 más $ 1.423 de tickets), ex delegado de LAPA por la UPSA (Unión del Personal Superior de empresas Aeronáuticas), uno de los que trabajó más estrechamente con el gobierno para «organizar» LAFSA; al momento de conformarse la lista de empleados « ingresaron» su padre Juan Ramón Dotta y su hermana Claudia Susana Dotta, ambos percibiendo más de $ 1.800 destinados a ser «ñoquis» privados de LanChile porque no tienen ninguna experiencia ni antecedentes en empresas aéreas, surge de los legajos, ocultos hasta ahora.

• Contrataciones

Todo se complica más si se tiene en consideración que en LAPA -al momento de su desaparición- trabajaban más de 800 personas, y otras 300 en DINAR. Si bien el plantel de LAFSA asciende a los mencionados 855, cabe recordar que quedaron afuera de la empresa estatal unos 400 ex LAPA y algunos más ex DINAR; esto demostraría que el gobierno contrató a varios centenares de «agentes externos» a esas dos compañías aéreas. Es el caso de un auditor, que hasta mayo de 2003 tenía un cargo en el Congreso Nacional; a partir de esa fecha ingresó en LAFSA con un sueldo superior a los $ 10.000.

En cuanto a los
400 « excluidos» provenientes de LAPA, la semana próxima iniciarían acciones legales contra el Estado argentino, aduciendo discriminación y reclamando los salarios no percibidos desde la creación de LAFSA hasta la fecha, que sí percibieron y con elevados aumentos los «lafaseados» -como les dicen- más los «ñoquis» subrepticiamente sumados a la empresa que presentó el Estado.

El diputado
Federico Pinedo, del macrista Compromiso Para el Cambio, ha presentado una denuncia ante la Oficina Anticorrupción, pidiendo que se informara si efectivamente se habían contratado entre 300 y 400 personas ajenas a LAPA/ DINAR, y si se les habían aumentado los sueldos a todos los empleados seleccionados para LAFSA.

Hasta ahora el organismo anticorrupción que preside
Abel Fleitas Ortiz de Rosas no respondió al pedido del legislador, que también presentará preguntas respecto de esta cuestión para que sean formuladas a funcionarios cuando concurran al Congreso para ser interpelados.

Este es, entonces, el complicado panorama que deberán enfrentar los chilenos al momento de iniciar sus operaciones en la Argentina
. No sólo tendrán que vérselas con un plantel totalmente desmesurado a sus rutas y flota iniciales (dos aviones chicos, un puñado de destinos dentro del país) sino también con la creciente conflictividad que le plantearán los delegados sindicales, poco dispuestos a perder dos privilegios de los que gozan hoy: salarios mucho más altos en el Estado que en una empresa aérea privada, y la posibilidad de percibir esos salarios sin contraprestación laboral alguna.

Es comprensible, entonces, el porqué de los escraches y toma de instalaciones del aeroparque por parte de un grupo de «empleados» de LAFSA que no quieren pasar a depender donde no podrán cometer estas tropelías.

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