7 de septiembre 2007 - 00:00

Por la clausura de la planta a Shell, en 4 días faltará nafta

Cristian Folgar
Cristian Folgar
La petrolera Shell comenzó ayer a parar gradualmente la refinería ubicada en Dock Sud, tras la clausura «total y en forma preventiva» dispuesta por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable el martes por la noche. Hoy presentará un recurso de apelación ante esa dependencia y, en caso de no tener respuesta positiva, irá a la Justicia.

Contrariamente a lo ocurrido con las multas y los pedidos de arresto contra el directorio por presunto desabastecimiento de gasoil, ayer la casa matriz de la petrolera salió rápidamente al cruce de la situación creada, lo que se explica por la repercusión internacional de todo lo relacionado con el cuidado del medio ambiente.

Una portavoz del grupo anglo-holandés dijo ayer en Londres que la empresa «respetó los reglamentos locales». «El conjunto de nuestras actividades fue siempre conforme a la legislación local y a los estándares de Shell», aseguró.

Ayer, la petrolera local disminuyó de 15.000 a 10.000 metros cúbicos la carga de petróleo en la refinería de Dock Sud, para realizar una parada en forma gradual que no deteriore las instalaciones y para que el petróleo que ya está en el predio (otro no podría ingresar), alcance para llegar al cierre definitivo, según explicó el presidente de la compañía, Juan José Aranguren.

Sin embargo, detrás de esa forma de realizar la parada de la refinería, en medios oficiales se destaca la gestión del subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar, con otras áreas del gobierno, aunque es por lo menos llamativo que el funcionario intervenga cuando la medida ya fue tomada, y no lo hiciera antes, mientras circulaban insistentes versiones sobre el cierre.

Según opinaron expertos en la actividad, si se clausura totalmente la planta de Shell, el impacto se notará sobre todo en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires. Porque la petrolera suministra más de 12% de gasoil y casi 19% de naftas a nivel país, pero concentra más de 20% de sus combustibles en el área metropolitana y en Mar del Plata. (Esto es así porque las empresas concentran sus ventas en la zona más cercana a la refinería o la planta de despacho para lograr mayor competitividad.)

  • Malestar

    De esta forma, si lo que buscó el gobierno con el cierre fue un efecto político favorable en la etapa preelectoral (o una demostración ante la Corte Suprema de que no hay dilaciones en el plan de saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo), el resultado será el malestar en la zona más hostil al gobierno, como lo es la Capital y el primer cinturón del conurbano que acompaña por lo general la posición política de la primera.

    Por otra parte, el titular de Shell aclaró ayer que «debido al cierre de la refinería deberá notificar a la Secretaría de Comercio Interior que no podrá cumplir con la Resolución 25», que obliga a entregar igual cantidad de gasoil que en el mismo mes del año anterior más un coeficiente relacionado con la evolución del PBI.

    En principio, Shell ni siquierapodría entrar a los tanques de la refinería 10.000 metros cúbicos de gasoil que ya están en el puerto de Buenos Aires. La empresa dijo que «tampoco asumirá la pérdida de importar a pérdida por la clausura de la planta».

  • Importación

    Coincidentemente, las demás petroleras afirmaron que seguirán manejando los planes de importación de gasoil ya previstos para el resto del año, en momentos en que está comenzandoel segundo pico de la demanda del agro por la cosecha, que se extiende desde mediados de setiembre hasta principios de diciembre.

    Si ninguna empresa va a importar más, y continúa cerrada la refinería de Shell, en cuatro días se notará el desabastecimiento. Si la empresa llega a la parada total de las instalaciones, se calculan unos diez días entre ayer (que empezó a bajar la carga) y la fecha en que podría volver a operar a pleno. Esto significa que faltarán diez días de la producción de Shell, lo que, además de perjudicar a la empresa por quedarse sin saldos exportables, se sentirá en todo el país, porque la producción de gasoil siempre resulta escasa frente a la demanda.

    Aranguren anunció que ya está enviando cartas documento a las 600 estaciones de la red advirtiéndoles que «por razones de fuerza mayor» no podrán suministrarles combustibles. En su opinión, las bocas de expendio tendrían stock para trabajar por cuatro días.

    La petrolera refuta cargos toras externas, según la Resolución 785 de la Subsecretaría de Combustibles.
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