11 de noviembre 2025 - 14:20

Reforma tributaria y debate por el efectivo: ¿por qué es difícil eliminar tributos como el Impuesto al Cheque?

La eliminación y baja de impuestos va a ser mucho menos agresiva de la que el Gobierno dice. Requiere de una combinación de crecimiento económico y reducción del gasto como proporción del PBI. Polémica por la idea de poner un impuesto al retiro de dinero de los bancos.

El Impuesto al Chueque quedó en el eje de la polémica, pero llevar a cabo los objetivos que fijó el gobierno en el Pacro de Mayo llevarían bastante tiempo.

El Impuesto al Chueque quedó en el eje de la polémica, pero llevar a cabo los objetivos que fijó el gobierno en el Pacro de Mayo llevarían bastante tiempo.

El Gobierno mandará una reforma tributaria al Congreso durante 2026, que podría entrar en vigencia recién en 2027, y cuyo objetivo será descomprimir la presión impositiva legal sobre la economía formal. Y uno de los gravámenes más distorsivos que figura entre los primeros en la lista para ser derogado es el Impuesto al Cheque.

El tributo logró reunir entre enero y octubre $11,3 billones, lo que representa el 7,5% de los ingresos totales que reporta la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Por el peso que tienen en los ingresos totales y la importancia que tienen en el financiamiento genuino del gasto, eliminar estos tributos es dificultoso.

En ese sentido, según indica un reporte del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) cumplir con las metas del Pacto de Mayo, que implica eliminar tributos, llevaría casi una década en una combinación que incluye reducción de presión fiscal, con incremento del PBI y rebaja del peso del gasto público. Es de recordar que el objetivo manifiesto del acuerdo firmado el año pasado por el Gobierno Nacional y las provincias es que el tamaño del Estado no sea de más del 25% del PBI.

Así, la baja de la presión tributaria tiene que tener todos esos factores, por lo que no se podría lograr un impacto notorio en el corto plazo y conseguir el objetivo final que es darle mayor competitividad a la economía, sin afectar la sanidad del presupuesto.

El IARAF estima que para lograr ese objetivo “hacen falta 9 años para eliminar los cinco tributos más distorsivos de la estructura tributaria argentina, es decir los Derechos a las Exportaciones, el Impuesto al Cheque, el impuesto provincial a los Ingresos Brutos, el impuesto provincial a los Sellos y las tasas municipales generales a las ventas (tasa de seguridad e higiene municipal)”.

El Impuesto al Cheque en la mira

Según lo han señalado oportunamente diferentes funcionarios, el objetivo inicial de una reforma fiscal para el Gobierno sería quitar el Impuesto al Cheque, que no es coparticipable, y que por lo tanto no presentaría problemas para las provincias de eliminar, puesto que no afectaría a sus ingresos.

Recientemente el ex viceministro de Economía, Emmanuel Alvarez Agis, propuso reemplazarlo por un impuesto al uso de efectivo, lo cual fue rechazado con fuertes críticas.

Matías Kulfas, ex ministro de la Producción planteó que “el impuesto a los débitos y créditos (o impuesto al cheque) es el impuesto más absurdo que tiene la Argentina porque penaliza a quien mueve su dinero en blanco y favorece la evasión”. “Totalmente a favor de eliminarlo, como propone Emmanuel Álvarez Agis. La idea de poner un impuesto al uso de efectivo tiene como objetivo alentar la formalización. ¿Qué piensan que pasaría si te dijeran que extraer 1000 pesos del cajero te diera solo 900? Obviamente habría menos uso de efectivo, más pagos electrónicos y mayor formalización de la economía. Ese es el punto”, explicó.

En cambio, tributaristas y especialistas en impuestos consideran que la manera de eliminar el tributo es permitiendo que se pueda tomar a cuenta de otros gravámenes. Nadin Argañaraz, titular del IARAF considera que con lo impuestos nacionales “sería importante avanzar en su sustitución indirecta mediante la posibilidad de cómputo a cuenta (total o progresivo) de la declaración jurada de otros tributos, con lo cual puede darse la señal económica de que se quiere bajar los impuestos, pero diferir su impacto efectivo sobre la recaudación hacia ejercicios fiscales posteriores”.

No se resolvería la economía en negro

Por su lado, Sebastián Domínguez, CEO de SDC Asesores tributarios indicó que si la propuesta de Alvarez Agis tiene por objetivo reemplazar los recursos que se perderían por eliminar el impuesto a los débitos y créditos bancarios “no hay nada que demuestre que pueda ser asi”.

“Estoy de acuerdo con que hay que bajar impuestos y con esa baja haya mas gente que cumpla”, dijo Domínguez a Ámbito. El contador consideró que con impuestos más bajos “se puede reactivar la economía y recaudar mas”. En ese sentido dijo que “la receta argentina de crear impuestos no funciona”. Por otro lado, Domínguez indicó que una “alícuota del 10% sería una locura” en tanto que tendría una importancia relativa en cuanto a blanquear la economía irregular.

“Todo el efectivo circulando que está en negro no pagaría”, explicó el titular de SDC Asesores Tributarios quien explicó además que en ese contexto, la gente evitaría pagar el impuesto comprando dólares, por ejemplo u otros mecanismos.

Por otro lado indicó que “la utilización de medios electrónicos de pago se tiene que dar naturalmente”, en tanto dijo que “en el Reino Unido hay lugares donde los comercios dicen ‘no aceptamos efectivo’”.

En tanto, Leonardo Anzalone, del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC) consideró que tal como fue planteada la idea de Alvarez Agis luce como insuficiente.

“En el caso de cobrar un impuesto al retiro de efectivo, no todos los retiros de efectivos son iguales y no todos deberían tener el mismo el mismo trato. No es lo mismo un jubilado que retira todo el efectivo cuando cobra su jubilación a cuando alguien lo hace de un CVU porque tiene alguna actividad non santa”, explicó.

Anzalone señaló no obstante que “en momentos donde la discusión económica se volvió tan dogmática y con poco anclaje en la realidad, me parece que la declaración lo que hizo fue traer a la discusión pública un tema tan importante como los impuestos”.

“En ese sentido, mirándolo desde un punto de vista académico, me parece que la propuesta lo que hace es eliminar un impuesto absolutamente regresivo y antiindustrial y antiactividad económica como el impuesto al cheque por un mismo impuesto, por lo cual como en primera instancia no hay un aumento neto de impuestos, sino que se me atendrían igual”.

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