9 de junio 2008 - 00:00

Subsidios subirían 47%, a u$s 2.800 M

La crisis del petróleo no es ajena a la Argentina. En primer lugar, porque un proceso de inflación y recesión a nivel internacional encarecería los créditos, paralizaría inversiones e impactaría sobre los precios locales, en una economía ya jaqueada por el extenso conflicto con el campo.

El superávit fiscal se verá además afectado por la incidencia de los subsidios para la energía, debido al costo del gasoil y el fueloil importado y a la decisión política de no aumentar tarifas. Si en 2007 se gastaron alrededor de u$s 1.900 millones en subvenciones para el sector energético, con un precio del petróleo que promediaba 80 dólares, ahora se podría estima que los subsidios no serían menores a u$s 2.800 millones.

Sólo hay que pensar que el gas natural licuado (GNL) que se regasifica en el puerto de Bahía Blanca, ya costaba unos u$s 16 por unidad antes de la actual escalada de los hidrocarburos. Aun con temperaturas no excesivamente frías, ya se están inyectando 3 millones de metros cúbicos diarios de gas desde el barco a los gasoductos, para poder entregar el producto al polo petroquímico de la zona, y liberar fluido para las centrales térmicas e industrias de otras zonas del país.

El gobierno contaría con el dato a favor de que el invierno será moderado. Sin embargo, la escasez de recursos para la energía ya se puso en evidencia la semana pasada cuando Cammesa, la empresa mixta que preside el ministro Julio De Vido, dejó de pagar a las generadoras eléctricas la llamada « remuneración por potencia», además de que les adeuda desde mayo de 2007 lo que se considera el margen de rentabilidad.

  • Pérdida

    Por otra parte, con los precios internacionales actuales, se incrementa la pérdida por importar gasoil que hasta hace quince días, se ubicaba en 50 centavos de dólar por litro, debido a los valores vigentes en el mercado local.

    Por ahora, ninguna petrolera se anotó para la asignación de cupos de importación de gasoil sin impuestos, y sólo Shell, por razones especiales, tiene planeado el ingreso de unos 40.000 metros cúbicos del combustible para mediados de mes.

    De esta forma, el faltante de gasoil no podrá cubrirse, aunque por el momento la escasez se encuentra disimulada por los problemas de transporte, provocados por los cortes de ruta de ruralistas y camioneros. (El problema afecta sobre todo a la zona central de la región pampeana, y en especial a Santa Fe).

    Por último, las productoras que les venden a las refinerías sin crudo propio en el país, tenderán cada vez más a lograr en el mercado interno mayores precios de los que obtienen al exportar, cuando se les aplican retenciones y les queda un valor de u$s 42 menos descuentos por calidad. Esos aumentos impactarán además sobre los valores al público de los combustibles, porque aunque las afectadas son Shell y Esso por no tener petróleo, Petrobras e YPF no podrían cubrir una demanda que se desplace y también subirían precios.
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