Ariana Harwicz es argentina y reside en la campiña francesa desde 2007. Su vida cambia cuando tiene a su primer hijo. Influenciada por la experiencia de la maternidad, escribe “Mátate, Amor”, su primera novela. Una historia sin anestesia sobre una mujer que sufre depresión posparto y se siente asfixiada en su vida doméstica.
Ariana Harwicz: "'Mátate, Amor' es mi primer todo: libro, obra de teatro, película e hijo"
En 2012, publicó su ópera prima literaria que ahora llegó a los cines bajo la producción de Martin Scorsese y la actuación de Jennifer Lawrence y Robert Pattinson.
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En 2012, Ariana Harwicz publicó "Mátate, Amor", su primera novela que ahora llegó a los cines.
Luego de ser rechazada por distintas editoriales, fue publicada en 2012. Seis años después, renació como una obra de teatro dirigida por Marilú Martínez y protagonizada por Érica Rivas. Ahora llegó a los cines bajo la producción de Martin Scorsese, dirección de Lynne Ramsay y la actuación de Jennifer Lawrence y Robert Pattinson.
“No me imaginé que iba a estar tan cerca de la novela porque, aunque por supuesto, la película no es el libro y viceversa, se nota que la leyeron profundamente”, contó Harwicz en diálogo con Ámbito. La escritora no tuvo un rol activo en la adaptación de su libro, sino que se encontró con el film ya terminado en el Festival de Cannes, donde fue ovacionada durante nueve minutos.
Jennifer Lawrence y Robert Pattinson protagonizan la adaptación de "Mátate, Amor".
Fue nada más y nada menos Martin Scorsese quien compró los derechos de su trilogía compuesta por “Mátate, Amor” (2012), “La débil mental” (2014) y “Precoz” (2015). El emblemático director le ofreció la novela a Jennifer Lawrence, quien también decidió ejercer un rol de productora en el proyecto. La actriz le dijo que tenía que dirigirlo una mujer y así llegó Lynne Ramsay. “Es gracioso porque todos asociaban mi libro con ‘We Need to Talk About Kevin’ (2011), la película de Ramsey y mucho tiempo después ella terminó siendo la directora”, detalló Harwicz.
La escritora desconoce si el director tiene pensado adaptar las otras dos novelas, pero considera preguntarlo “más adelante”, una vez que pase el estreno en cines y en la plataforma Mubi.
Ariana Harwicz: de la literatura independiente al cine hollywoodense
“Habitar muchos mundos me parece un privilegio para alguien que escribe. Lo que más me gusta es poder llenar un teatro en Broadway o en calle Corrientes, poder estar en una avant premiere en Cannes o en Nueva York, pero con algo que vos sabés que es independiente", agregó con emoción. Después de recibir diversos “no” o de que le dijeran que no se podía traducir su novela porque “no era un texto fácil” (hoy está disponible en más de 20 idiomas), el universo de Harwicz se expande y fortalece con su característica esencia disruptiva.
Ariana Harwicz junto al elenco en la avant premiere de Nueva York.
Periodista: Desde 2018 “Mátate, Amor” está en la cartelera teatral bajo la dirección de Marilú Martínez y la actuación de Érica Rivas, de alguna forma, tu novela tuvo un renacimiento, algo que también sucede ahora con la adaptación cinematográfica. Pero éste no fue siempre el camino de tu ópera prima.
Ariana Harwicz: Esta novela fue rechazada e ignorada totalmente. Cuando se publicó, estuvo casi desaparecida por cinco años. Salieron artículos en todos lados, pero no había adaptaciones, no había traducciones y era un libro que tenía solo 300 ejemplares circulando. Entonces, los lectores buscaban PDFs, se imprimían las hojas. En México me decían “uy, se lo pedí a alguien que conozco en Ecuador porque acá no está”. O conocía gente de Brasil que lo leía en español porque no estaba en portugués. No tenía traducciones porque me decían que no era un texto claro ni límpido. El primer renacimiento fue en 2018 con la obra de teatro, que igual seguía siendo independiente, pero la película es otro tipo de renacimiento y otro público.
P.: Otro resurgimiento que se da en manos de Martin Scorsese, ¿qué significó que él haya llegado hasta tu novela? ¿Qué valor creés que tiene que sea una historia argentina?
A.H.: Me parece muy importante el cruce de la argentinidad, de la lengua en español, pero argentinizada. Es una historia de una inmigrante argentina, aunque no está especificado, pero es una novela editada en Argentina con una editorial independiente nacional. Y, por otro lado, el cruce con lo independiente porque en todos los países, salvo quizás en uno o dos, son editoriales hiper independientes. Es inesperado para mí porque un grupo de lectores le lleva el libro a Scorsese y le dice “tenés que hacer esta película” y Scorsese se lo lleva a Jennifer Lawrence, quien decide también producirlo. Es gente absolutamente consagrada y prestigiosa, ya sabemos quiénes son, y que elijan un libro por su lengua, porque acá no hubo marketing, porque no tengo un superagente que va y le insiste a Scorsese. Creo que lo que eligieron es la lengua y la historia.
P.: No tuviste un rol activo en la adaptación, ¿cómo viviste ese proceso?
A.H.: No los conocí, no charlé con ellos. La figura del autor es indeseada porque va a molestar, te vas a meter ahí, pero no conversé con ellos, sino que los conocí el día del estreno en Cannes. Así que sí, fueron muchos años de incertidumbre total. En todo momento se puede caer, porque realmente el que está en el cine sabe los millones de imponderables que hay. Ellos quisieron adquirir los derechos a principios de la pandemia. Pasaron cuatro años de espera por la huelga de los guionistas, Jennifer Lawrence estuvo embarazada, después estuvieron los tiempos de sus agendas o las dificultades de armar el equipo técnico con una directora que no es convencional, que no te saca películas fácilmente. Me parece un milagro porque en general se hacen películas que se sabe que van a funcionar y esta es una apuesta de riesgo.
En el Festival de Cannes, la escritora conoció al elenco de la película.
P.: Y a pesar de la espera, la película se concretó y tu primer encuentro con ella fue en el Festival de Cannes.
A.H.: Fue un shock porque no sabés con qué te vas a encontrar, no tenés la menor idea. Se apaga la luz, hay 3.000 personas en una sala gigante y vos decís, ¿qué hicieron con el libro? Y me sorprendió muchísimo. Obviamente, es otra obra, ya lo sé, porque es la mirada de Ramsey, y además es cine, otra lengua, pero yo creo que respeta mucho la novela. Se nota que hay una lectura profunda.
P.: La película fue ovacionada desde Cannes hasta San Sebastián. Tu primera novela debutó con piedras en el camino, pero hoy se destaca más que nunca.
A.H.: A mí me gustan más los caminos difíciles, no es que me guste el rechazo, no. Se padece y se sufre. El camino de “Mátate, Amor” fue largo. Y no fue solo la primera adaptación, sino mi primer todo: primer libro, primera vez en la literatura, primera vez que me llaman escritora, primera obra de teatro, primera película y primer hijo porque la escribí totalmente influenciada por la maternidad.
P.: Y no es un detalle menor que esta historia que se expande por el mundo y cobra cada vez más fuerza, toca temáticas incómodas como la depresión postparto.
A.H.: Recibí impresiones de una mujer en Perú, de una mujer en Medio Oriente en la guerra. Ahora estaban intentando traducirla en Irán con el riesgo que eso implica por el Estado Islámico que censura todo el arte y más el arte disruptivo. Pero sí, mujeres y hombres de diferentes culturas y religiones. Y Jennifer Lawrence, que es una superestrella de Hollywood, no tiene nada que ver conmigo y, sin embargo, todas comprendieron lo mismo. No importa si estás en un rancho en Colorado, en Texas o en el conurbano, no importa si estás en una mansión en Los Ángeles, pero hay algo que se desajusta en tu cabeza con la maternidad, y que lo puedan entender me parece valioso.
P.: Aunque no participaste de la producción de la película, ahora sí lo vas a hacer con “Perder el Juicio”, tu más reciente novela que también será adaptada al cine de la mano del productor Pablo Bossi (“El Hijo de la Novia”, “Nueve Reinas”).
A.H.: Me vuelve loca. Es un acto de justicia conmigo misma, porque yo cuando salí del secundario estudié dos carreras de cine. Vengo del cine, mi papá es distribuidor y productor de cine, estuve en sets de filmación de chica, mi cabeza realmente funciona con un reloj interno cinematográfico, aprender sobre montaje en cine me enseñó sobre estructura literaria. Entonces, no me es ajeno, es recontra lo mío. Di clases de cine 10 años antes de irme a vivir a Francia, de producción y de adaptación justamente. Para mí es un acto de justicia, vuelvo a lo que hice hace 20 años.







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