«El Monkey», del grupo Hopballehus. Texto: K. Blixen. Vest.: K. Pistorek. Luces y esc.: I. Korosec. (C. C. de la Cooperación.)
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El primer espectáculo del Internacional Theatre, no es claro en lo que propone. La narración, que viene de un cuento de la danesa Karen Blixen («Out of Africa») resulta incoherente y confusa. Los objetivos planteados por el grupo que combina diversas disciplinas (teatro, danza, música, etc.) no se decide por ninguna, y sus proclamas, tales como «un espacio donde las personas puedan encontrarse, sorprenderse y cambiar» son bastante vagas y se comprueban cuando el espectáculo concluye, sorprendiendo al espectador con una sensación de incertidumbre y desorientación ante lo que ha presenciado.
Las acciones se desarrollan en un espacio polivante, con una estructura tubular de dos plantas donde se ubican los actores. Los aspectos coreográficos y musicales de «El Monkey» no trascienden ni por su creatividad ni aportes a la totalidad del discurso. Realidad fragmentaria al fin, las pequeñas células temáticas se van sucediendo durante 75 minutos sin crecimiento dramático ni intensidad de la propuesta. Los textos dichos por momentos en castellano y otros en inglés no tienen una progresión lógica sino que son una simple acumulación, del mismo modo que las imágenes y atmósferas.
Paradójicamente, en esto último está el mayor valor estético de «El Monkey», ya que implican acciones colectivas -sin ser danza-en medio de nubes de plumas que con una iluminación adecuada, producen un efecto de singular sensualidad. Pero la efectividad del trabajo no va mucho más allá de eso. «El Monkey», evidentemente, es un espectáculo en estado de experimentación. Un estadío en una serie de investigaciones antropológicas y estéticas que aún no llegaron a su conclusión. En vista a esta realidad, el grupo debería haber esperado a resultados menos elusivos e imprecisos en contenido y visualidad, antes de lanzarse al escenario para una confrontación pública. Así como están las cosas, «El Monkey» sólo muestra inmadurez y deja la sensación de algo inacabado.
El grupo Hopballehus Internacional Theatre está integrado por artistas canadienses, españoles, dinamarqueses, ingleses, italianos, noruegos, suizos, polacos y suecos, unificados en 2005 por Mia Theil Have, mientras trabajaba en el Odin Teatret de Eugenio Barba. Además de las representaciones, el grupo dicta seminarios durante su gira. En Buenos Aires colabora con el IUNA.
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