4 de octubre 2001 - 00:00
"La CNN no oculta, pero no admitimos la crudeza gráfica"
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P.: ¿Se evitó ex profeso la difusión de imágenes de muertos?
R.G.: En el caso de mostrar heridos y muertos en los escombros y alrededores, en la mayoría de los casos simplemente no tuvimos acceso. Las imágenes en el Pentágono y en el World Trade Center fueron inmediatamente bloqueadas porque era peligroso y porque los socorristas no querían nada que impidiera sus esfuerzos. De hecho, inmediatamente después de los ataques, para obtener imágenes de primeros planos, la mayor parte de las señales tenía que operar de forma conjunta, enviando una cámara sola y compartiendo las imágenes porque era demasiado peligroso.
P.: ¿Qué barreras de censura encontraron?
R.G.: CNN es consciente que cierto tipo de información puede poner en peligro vidas u operaciones militares en curso de cualquier gobierno. La censura militar no es nueva. En el pasado, CNN ha tenido que lidiar en varias situaciones distintas y nuestra ventaja es que siempre estamos reportando de todos los lados. En este caso, tenemos reporteros alrededor del mundo incluyendo lugares claves en Afganistán, Pakistán y los Estados Unidos... Pero cuando la milicia de cualquier país decide censurar información, nosotros debemos hacer el mejor informe que podamos teniendo en cuenta las circunstancias, esto es parte del trabajo como periodista. Como todos los medios que están cubriendo esta historia, CNN está trabajando dentro de los límites de la censura militar de todos los lados.
P.: ¿Qué experiencia como periodista y como señal de noticias le dejó la cobertura del ataque?
R.G.: Como periodista, el reflejo impulsa en cualquier momento que haya una noticia de último momento. En un nivel personal, este es el acontecimiento más grande que jamás haya cubierto; de hecho, es el más grande que la CNN ha cubierto. Fue un desafío porque era muy peligroso inmediatamente después de los ataques. La investigación es tan amplia que abordarla ha demostrado que nuestro despliegue internacional es absolutamente necesario para darle a una historia como esta la cobertura apropiada. En términos de una enseñanza, tengo que decir que algo que mis colegas y yo hemos aprendido es cómo estas historias movilizan al periodista más endurecido. No importa de qué país sea, no puede mirar esas fotos y ver 6.000 personas muertas sin que lo afecte como persona. Los periodistas, como el resto del mundo, se vieron afectados emocionalmente por lo que vieron.
P.: ¿Cómo evalúa el papel y la cobertura de los medios durante el ataque? En general y en particular la CNN.
R.G.: CNN, como emisora global, tiene una gran responsabilidad para con la audiencia mundial. Somos muy conscientes de nuestra responsabilidad, y por consiguiente continuamos con nuestro curso de una cobertura profesional y objetiva, como lo hicimos desde el comienzo. Nuestra cobertura se caracteriza por nuestro desarrollo internacional y nuestra habilidad de brindarle a la audiencia la historia desde donde ocurre. Por ejemplo, Nic Robertson ya estaba en Afganistán cuando ocurrieron los ataques del 11 de setiembre, estaba allí cubriendo el juicio de los trabajadores de ayuda internacionales. Por supuesto, no sabíamos nada acerca de los ataques cuando lo enviamos a Afganistán unos días antes. Es un ejemplo de los intereses de la CNN sobre lo que está sucediendo en el mundo. Porque él estaba allí pudimos hacer cambios y mostrarle a la audiencia global la reacción inmediata de los talibanes.
P.: ¿Cómo se preparan para la continuación de la guerra?
R.G.: Estamos cubriendo esta historia a través del abanico completo de 35 señales CNN y compañías. Y estamos preparados para continuar cubriendo esta historia y los hechos con una inmensa magnitud. Tenemos planes de contingencia sustanciales pero, como colega, comprenderá que no puedo compartir esta información. Las emisoras han bregado para establecer equipos de noticias de gran peso en posiciones estratégicas alrededor del mundo en anticipación de un ataque de represalia de Estados Unidos. Para CNN, el nivel requerido de despliegue ha sido simplificado por los equipos que normalmente tenemos alrededor del mundo.
P.: ¿Con qué equipos cuentan en la zona crítica de Afganistán?
R.G.: CNN está transmitiendo desde la región vía satélite, videoconferencias y beepers. El uso de la tecnología en CNN será una de las llaves para mantenerse en la cima de esta historia donde sea que se desarrolle. Nic Robertson de la CNN, el último periodista occidental en abandonar Afganistán esta semana, envió su reporte alrededor del mundo usando un videófono muy discreto en vez de un enlace de satélite engorroso. El número que está reportando desde Asia Central y Medio Oriente CNN es actualmente de 70 personas. Este es el número mayor de personas que la CNN ha desplegado en una historia global, incluyendo un personal de 30 con base en Pakistán y un personal de 8 con base en Afganistán. El personal de CNN está cubriendo la historia desde 17 locaciones distintas en las «zonas principales». Tenemos más de 300 personas con base fuera de los Estados Unidos desplegándose en lugares que no pertenecen a los Estados Unidos, lo que ha sido más fácil por nuestra infraestructura existente.
P: ¿Con qué entrenamiento cuentan esos periodistas?
R.G.: Hay muchos peligros para un periodista que cubre hechos en lugares en donde un conflicto se está llevando a cabo. Los miembros de la redacción de CNN que trabajan en estos lugares se entrenan para el campo de batalla, en donde aprenden primeros auxilios, el tipo de daño que las distintas armas pueden producir en el cuerpo y también los lugares en los cuales se pueden albergar. Además se les enseña a reconocer situaciones de peligro como posibles emboscadas y trampas. CNN los equipa con indumentaria segura y con transporte blindado cuando es necesario.
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